Granada

Granada

Granada es un municipio y una ciudad española, capital de la provincia homónima, en la comunidad autónoma de Andalucía. 

Está situada en el centro de la comarca Vega de Granada, a una altitud de 738 msnm, en una amplia depresión intrabética formada por el río Genil y por el piedemonte del macizo más alto de la península Ibérica, Sierra Nevada, que condiciona su climatología.
En ella se encuentra la sede del partido judicial número 3 de la provincia; la de la archidiócesis que lleva su nombre, así como la del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, Ceuta y Melilla y la del Consejo Consultivo de Andalucía.
En 2013 la habitaban 237 818 personas, 498.365 contando el área metropolitana. Los barrios que posee son muy diferentes entre sí, en parte por la continuada inmigración acaecida hasta la década de 1990; los más importantes son el Zaidín, el Albaicín, el Sacromonte, el Realejo, La Chana, Almanjáyar y la Cartuja.
Fue capital del Reino Zirí de Granada, durante el siglo XI, y del Reino Nazarí de Granada entre los siglos XIII y XV. Tras la toma de la ciudad por los Reyes Católicos, se mantuvo como capital del Reino castellano de Granada, que ya era una simple jurisdicción territorial y que se mantuvo hasta 1833, momento en que se produjo una nueva división provincial en España, todavía vigente. Su escudo municipal ostenta los títulos de «Muy noble, muy leal, nombrada, grande, celebérrima y heroica ciudad de Granada».
Granada constituye un núcleo receptor de turismo, debido a sus monumentos y a la cercanía de su estación de esquí profesional, así como a la zona histórica conocida como La Alpujarra y también a la parte de la costa granadina conocida como Costa Tropical. De entre sus construcciones históricas, la Alhambra es una de las más importantes del país, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1984, junto con el jardín del Generalife y el Albaicín. Su catedral está considerada como la primera iglesia renacentista de España.
La Universidad de Granada es la cuarta a nivel nacional por número de alumnos y es uno de los destinos más populares por los universitarios europeos del programa Erasmus. En 2011, recibió del Ministerio de Educación un anticipo de 1,8 millones de euros en concepto de remuneración del personal investigador en formación; becas, ayudas y contratos de 256 investigadores dentro del programa de formación del profesorado.
Están concluyéndose las obras del Parque Tecnológico de Ciencias de la Salud que se centrará en la investigación médica. Asimismo, se están construyendo las infraestructuras necesarias para la conexión ferroviaria con trenes de Alta Velocidad (AVE). Su aeropuerto, situado a 12 km. del centro de la ciudad, ha sido recientemente remodelado.
Toponimia
En el siglo XI los ziríes trasladaron la capital de Medina Elvira («Ciudad Elvira») a Medina Garnata. La etimología del topónimo es discutida y podría provenir tanto del árabe (Gar-anat, «Colina de peregrinos») como del latín (granatum, «granado»).
Símbolos
Los símbolos correspondientes al municipio de Granada están oficializados en la Resolución de 10 de febrero de 2009 de la Dirección General de Administración Local, por la que se admite la inscripción en el Registro Andaluz de Entidades Locales del Escudo y la Bandera del Municipio de Granada (Expte. número 003/2009/SIM) BOJA número 36 23 de febrero de 2009:
Escudo
Su escudo se lo otorgaron los Reyes Católicos poco después de haber tomado la ciudad. Antaño estuvo formado por dos cuarteles donde se representaba a los Reyes Católicos y al fruto delPunica granatum, conocido popularmente como granada, pero en 1843 la reina Isabel II le añadió un tercero con la Torre de la Vela, sumada de una bandera nacional, junto con sus nuevos títulos, representados en la cinta de oro que lo rodea. Con ello quiso premiar la actitud del pueblo granadino en el levantamiento a su favor y contra el regente. En el documento local está definido de la siguiente manera:
El escudo oficial actual de la ciudad de Granada, está cubierto por la Corona Real, orlado con una cinta rematada en su parte inferior por una borla de oro, en la que van grabadas en igual metal los Títulos de la ciudad, y su interior se divide en tres cuarteles, el que ocupa su mitad superior con los Reyes Católicos sentados en sus tronos, con corona y manto, en sus colores naturales, el Rey Fernando V a la derecha, con una espada en la mano diestra y la Reina Isabel I con un cetro en la suya, ambos sobre campo de plata y cubiertos por un dosel rojo. La parte inferior se divide en dos cuarteles, el de la izquierda con la Torre de la Vela en plata, tremolándose en su parte superior la bandera de España, roja y amarilla, sobre fondo de oro. En el cuartel inferior izquierdo, hay una granada abierta en sus Colores naturales, sobre fondo de plata. Todo queda rodeado con dos castillos en el centro de su parte superior e inferior de la orla, en plata, con dos banderas de España rojas y amarillas en lo alto de cada una y en diagonal, sobre fondo de oro; alternándose a sus lados con un total de seis leones en sus colores naturales y vueltos hacia el interior, con cuatro torres de oro sobre fondo rojo.
Sin embargo en 1994 en la obra de David Torres Ibáñez La Heráldica de la Diputación Provincial de Granada. Estudios, antecedentes y propuestas aparece citada de la forma con que ha sido inscrito en el Registro de símbolos de entidades locales, presentándose algunas variaciones.
Partido y medio cortado. Primero, en campo de plata las figuras de los Reyes Católicos sentados en sus tronos, con corona y manto, en sus colores naturales, el reyFernando V a la derecha con una espada en la mano diestra y la reina Isabel I con un cetro en la suya, cubiertos por un dosel rojo. El segundo de oro con la Torre de la Vela mazonada de plata, sumada una bandera de España de gules y oro. El tercero de plata una granada al natural, rajada de gules, sostenida, tallada y hojada de dos hojas de sinople. Bordura de doce compones alternándose León y Castilla, los compones del jefe y de la punta con los castillos sumados por dos banderas de gules. El escudo está orlado con una cinta de oro con los títulos que posee: muy noble, muy leal, nombrada, grande, celebérrima y heroica ciudad de Granada, y rematada en su parte inferior por una borla de oro. Se timbra con la corona real.
Bandera
La bandera de la ciudad de Granada tiene la siguiente descripción:
De color carmesí y verde, y está formada por dos franjas verticales iguales; la primera, junto al mástil, de color rojo carmesí, y la segunda franja de color verde. En el centro, y en bordado sobrepuesto, el escudo de la ciudad de Granada.
Geografía
Localización
El término municipal está situado en la parte más oriental de la depresión de Granada, en contacto con el piedemonte de Sierra Nevada (Formación de unos 87,8 km²). Se encuentra representado en las hojas 1009, 1010, 1026 y 1027 del Mapa Topográfico Nacional. La depresión se sitúa estratégicamente en el Surco Intrabético. De esta forma, a partir del pasillo de Iznalloztiene acceso al desfiladero de Despeñaperros, que comunica a la región de Andalucía con el centro de la península Ibérica; a partir de Valle de Lecrín tiene acceso a la costa Subtropical granadina; por el Puerto de la Mora tiene acceso a las Hoyas de Guadix y Baza y por lo tanto a Almería y Murcia; y por último, a partir del pasillo de Loja tiene acceso a la Depresión de Antequera y a la Depresión Bética.
Relieve
El relieve del municipio está marcado por su localización en el borde oriental de la depresión de Granada. Las sierras de Huétor, Arana y Nevada ejercen de cabecera de esta cuenca sedimentaria.
La génesis de este relieve se remonta al plegamiento alpino, en el que se plegaron los sedimentos depositados en una gran fosa oceánica que ocupaba lo que hoy son los Sistemas Béticos. La depresión surgió por el hundimiento de diversos bloques debido al efecto de las fallas que la rodean completamente y a la mayor densidad de los materiales que la componen con respecto a las zonas montañosas circundantes. Este substrato fue colmatado paulatinamente a lo largo del terciario y cuaternario por sedimentos erosionados de las jóvenes cordilleras creadas durante el plegamiento alpino.
Uno de sus más característicos y emblemáticos relieves es la denominada Formación o Conglomerado Alhambra, constituido por sedimentos detríticos muy gruesos ligados a abanicos aluviales. La intensa erosión fluvial durante el plioceno provocó el brusco depósito de materiales, formando montañas de conglomerados de hasta 300 metros de espesor, caracterizados por el grosor y el desorden de sus cantos debido a la rapidez e intensidad de la erosión.
Ya durante el cuaternario, estas formaciones de piedemonte volvieron a erosionarse de nuevo y quedaron configuradas morfológicamente por la red hidrográfica, produciendo el paisaje actual. En algunos casos la acción de los ríos ha permitido excavar profundos cañones, mostrando los distintos estratos de conglomerados, como ocurre en el Barranco de los Negros.
Por último, la red hidrográfica, jerarquizada por el río Genil, ha modelado y perfilado una gran llanura de sedimentación, formada por materiales detríticos donde predominan las arenas, limos yarcillas, en función de la cercanía al centro de la cuenca. Esta llanura aluvial es de gran riqueza desde el punto de vista de la agricultura y, junto con los yacimientos auríferos ligados a los ríosDarro y Genil, provocaron su rápida población.
Hidrografía
Debido al intenso aporte de escorrentía de las zonas montañosas de alrededor, las escasas precipitaciones no se traducen en escasez de agua. La cabecera del río Genil está formada por una especie de anfiteatro montañoso integrado por Sierra Nevada y Sierra de Arana. De Sierra Nevada parten en abanico el Genil y sus afluentes de la margen izquierda, el Monachil y el Dílar. Al norte, el anfiteatro continúa con la Sierra de Arana, donde nacen para desembocar en el Genil los ríos Beiro y Darro, cuyos cauces están encajados por la proximidad de Sierra Nevada y por su actividad sísmica. Esta angostura también se manifiesta en los barrancos provocados por corrientes fluviales extintas por filtración o captación.
Por lo tanto, el término municipal está completamente integrado en la cuenca hidrográfica del río Genil, subsidiaria de la del Guadalquivir. La red hidrográfica granadina la conforman, junto con el Genil, los ríos Darro, Beiro, Monachil y Dílar, entre otras redes hidrográficas.
El Genil, con 358 km de longitud, es el segundo río más largo que discurre íntegramente por Andalucía, por detrás del Guadalquivir, al que desemboca como principal afluente. Nace en la cara norte del pico del Mulhacén y sus aguas son captadas para regadío al entrar en Granada a través del sistema hidráulico establecido durante su época musulmana. Atraviesa el casco urbano siguiendo la dirección este-oeste.
El Darro nace en la sierra de la Alfaguara para después adentrarse en el término municipal de Granada, donde confluye con los ríos del Colmenar y de Beas. Es el principal abastecedor de la Alhambra. Surca la ciudad de Norte a Sur y después fluye hacia el Oeste por la zona de Jesús del Valle. Desemboca en el Genil dentro del casco urbano.
El Beiro, procedente de Sierra Arana, discurre soterrado bajo el casco urbano de norte a oeste. En la superficie, se adentra en la comarca de La Vega, donde afluye al Genil.
El Monachil nace en Sierra Nevada y presenta un curso continuo a lo largo de todo el año. Es uno de los principales afluentes del curso alto del Genil, dentro de ese término municipal.
El Dílar es también afluente del Genil. Entra en la ciudad por Purchil.
Las acequias conforman una red hidrográfica artificial de gran complejidad, que tiene su origen en la época musulmana. Las principales son las de Tarramonta, Arabuleila, Aynadamar, Real y Gorda del Genil.
También son importantes los aportes hídricos del subsuelo, ya que la cuenca detrítica permite la filtración del agua y la formación de acuíferos. La capa freática está en muchas ocasiones muy cerca de la superficie y en zonas próximas al lecho fluvial se producen surgencias y manantiales naturales. Sin embargo, la calidad del agua es cada vez menor debido a los cuantiosos aportes de nitratos resultantes de la importante actividad agrícola que se lixivian hacia el acuífero con agua de riego y de lluvia.
Clima
El clima de Granada es de tipo mediterráneo continentalizado: fresco en invierno, con abundantes heladas; y caluroso en verano, con máximas sobre los 35 °C. La oscilación térmica es grande durante todo el año, superando muchas veces los 20 °C en un día. Las lluvias, son realmente escasas en verano, se concentran en invierno y en general son de poca entidad durante el resto del año. Estas características peculiares, que son más patentes si las comparamos con el clima de la costa subtropical granadina, a tan sólo 50 km de Granada capital, se deben a su situación entre cadenas montañosas, y a su altitud media, de unos 685 msnm.
En 2007, junto a Cádiz, fue la cuarta ciudad más soleada de España, con 3016 horas de sol, según se desprende de los datos de los que dispone el Instituto Nacional de Estadística, recogidos en su anuario estadístico.
Temperatura
Su temperatura media es de 15,1 °C lo que supone unos 3 °C de diferencia con las zonas del bajo Guadalquivir y litoral mediterráneo. En cuanto al régimen térmico, el invierno es largo y frío, y se prolonga durante los meses de diciembre a febrero con menos de 10 °C de media, siendo el mes más frío enero con 6,7 °C. El verano, también es una estación larga, con temperaturas medias superiores a los 20 °C durante los meses de junio a septiembre. El mes más cálido es julio con 34,4 °C de media.
Los meses más fríos y más cálidos acontecen al principio de las estaciones, claro ejemplo de la lejanía del mar y de su acción de suavización térmica, atenuada aún más por el efecto de barrera de las cadenas montañosas. La escasa duración y representatividad de las estaciones equinocciales es otro rasgo más de la continentalidad de su clima.
En cuanto a las temperaturas extremas, cabe señalar la importancia de las heladas que sufre, llegando a ser bastante tardías, lo que supone un serio limitante para algunos cultivos. Aún en el mes de abril la media de las temperaturas mínimas es de 5,6 °C, existiendo en este mes riesgos de heladas en pleno proceso de floración.
Precipitaciones
Los rasgos generales de sus precipitaciones son la escasa cuantía anual —357 mm—y su gran irregularidad interanual que provoca muchos períodos de sequía. En cuanto al régimen de precipitaciones, la principal característica es la sequía estival, propia de todos los climas mediterráneos, prolongándose de forma brusca durante los meses de julio y agosto, en los que se producen precipitaciones inferiores a 5 mm. Estos meses coinciden con los de temperatura más alta, hasta el mes de septiembre que rompe esta dinámica de extrema sequedad con las precipitaciones asociadas a las tormentas del final del verano, que también dulcifican las temperaturas.
Debido a la singularidad del clima mediterráneo continentalizado por la prolongación de las precipitaciones desde octubre hasta mayo, la doble influencia mediterránea y atlántica provocan una máxima equinoccial —diciembre con 53 mm— de componente mediterránea y una máxima invernal —enero con 41 mm— de componente atlántica. A pesar de todo, las precipitaciones son bastante regulares a lo largo de este período, si bien el volumen no es comparable con las zonas del bajo Guadalquivir abiertas a las masas de aire oceánicas.
Flora y fauna
Flora
Granada conserva en el Parque periurbano Dehesas del Generalife, donde se encuentra el denominado Llano de la Perdiz, dehesa del Generalife y montes Jesús del Valle el último reducto de su flora original de tipo mediterráneo con una extensión total de 458 hectáreas protegidas.24 Junto a pinares de repoblación aparecen encinares junto a su orla de especies meso y supramediterráneas y un interesante ejemplo de quejigal en las laderas del río Darro.
Parques, jardines y cármenes granadinos poseen una interesante flora de variedades ornamentales donde el Jardín botánico, activo desde 1873, realiza un importante trabajo de conservación y difusión. Las comunidades vegetales de los bosques cercanos a la Alhambra gestionados por el Patronato de la Alhambra poseen una rica diversidad calculada en más de 300 especiesmuchas de ellas gran interés histórico como representantes de los cultivares presentes en las antiguas huertas cercanas.
Fauna
Los principales valores faunísticos de la ciudad se concentran en la zona norte de su término municipal donde el Parque periurbano Dehesas del Generalife representa la última zona seminatural del municipio. La fauna presente destaca por una rica avifauna procedente de la cercana Sierra Nevada, aparte de aves propias de los espacios urbanos. Esta fauna se extiende también a los bosques cercanos a la Alhambra que a pesar de la presión turística se han desarrollado como un ecosistema muy rico.
De este modo la presencia de paseriformes como la curruca capirotada, el chochín o el petirrojo, o falconiformes como el cernícalo primilla, que cría en la zona, o el azor no es raro en estos espacios. Respecto a mamíferos junto a especies comunes en parques y jardines como ardillas o ratones aparecen erizos y topillos, especies más propias de zonas naturales e incluso es posible observar zorros, jabalíes o cabras monteses procedentes de las sierras.
Historia
Edad Antigua
Los restos más antiguos que se han excavado en la ciudad de Granada se han datado hacia la mitad del siglo VII a. C. y corresponden a habitaciones pertenecientes a un oppidum íberodenominado Ilturir.
No se tiene constancia de asentamientos anteriores a esta época, aunque en las cercanías existieron poblados de importancia como lo fue el asentamiento argárico del Cerro de la Encina, enMonachil, a unos 7 km hacia el este, que fue abandonado hacia el año 1200 a. C.; o el de final de la Edad del Bronce, del Cerro de los Infantes, en Pinos Puente, a unos 10 km al oeste, fechado entre el 800 y el 700 a. C. y que, posteriormente, continuó siendo un poblado con el nombre de «Ilurco». Ilturir ocupaba unas 5 ha en la cima de la colina de San Nicolás, en la margen derecha del río Darro, justo donde enfila la vega del río Genil.Estaba rodeada de una muralla que, en el siglo VI a. C., se amplió como consecuencia del crecimiento poblacional. En el siglo IV o III a.  C., pasó a ser conocida por el nombre de Iliberri y quedó incluida en el área controlada por los bastetanos y, desde una perspectiva más económica que militar, por loscartagineses.
La derrota definitiva de Cartago en la Segunda Guerra Púnica abrió las puertas de la ciudad a los romanos. Algunos autores indican, basándose en Tito Livio, que las tropas de Emilio Paulofueron derrotadas en Ilurco, hacia el año 190 a. C., antes de que Tiberio Sempronio Graco conquistara toda la zona, hacia 180 a. C. No obstante, parece más bien que la sumisión a Roma se produjo como consecuencia de un pacto o acuerdo. Ilíberis, incluida en la Hispania Ulterior, obtuvo de César el título de municipio, con el nombre de «Municipium Florentinum Iliberitanum», de forma que las fuentes romanas de los siglos siguientes la citan casi siempre como «Florentia». Más tarde quedó englobada en la Bética y, finalmente, hacia el siglo I d. C., incorporada al Conventus Astigitanus.
Para algunos autores, se trató de una ciudad de gran relevancia. Sin embargo, las excavaciones arqueológicas no han convalidado este carácter de ciudad importante, que dio tres senadoresy un cónsul a Roma, además de ser sede de un Concilio cristiano, alrededor del año 304 d. C. En cualquier caso, debió quedar arruinada en algún momento de la Alta Edad Media, pues a comienzos del siglo VIII, el solar se encontraba despoblado.
Edad Media
Al menos desde los tiempos de la creación del Emirato de Córdoba y hasta la caída del Califato, es decir, entre los siglos VIII y XI, el solar de la actual ciudad de Granada estuvo deshabitado, permaneciendo solamente los restos del oppidum ibérico, usado como fortaleza («hisn») en los tiempos de la Rebelión de los muladíes (siglo IX). Algunos autores consideran que pudo subsistir algún pequeño núcleo o alquería alrededor de «Hisn Garnata», nombre con el que se conoció en época musulmana a la antigua Ilíberis. En cualquier caso, la ciudad importante en el período 712-1012, fue la vecina «Madinat Ilbira», unos 10 km al oeste, que llegó a ser la capital de la Cora de Elvira y una de las ciudades más importantes de al-Ándalus.
Las turbulencias que originaron la formación de los Reinos de Taifas dieron el trono del de Granada a los Ziríes. El primero de ellos, Zawi ben Ziri, fundó la nueva ciudad de Madinat Garnata en1013, alrededor del castillo existente, abandonando Medina Elvira, que quedó despoblada alrededor del 1020, y arruinada. A partir de entonces, la Granada musulmana, tuvo tres fases claras de evolución:
Época zirí.- La zona que inicialmente se ocupó, de forma intensiva, es la situada en el centro del actual barrio del Albaicín, conocida como Alcazaba Cadima (al-Qasba Qadima). Para finales del siglo XI, ya estaba urbanizada la mayor parte de la colina, rodeada por una muralla que aún subsiste en buena medida embutida parcialmente en el caserío urbano. La ciudad zirí tenía una extensión de 75 ha y unas 4.400 casas repartidas en varios barrios situados en la colina del Albaicín.
Época bereber.- La estructura urbana de la ciudad se modificó escasamente en el largo periodo de dominación de los almorávides y los almohades (1090-1269). Del análisis que de las fuentes árabes han hecho diversos autores se desprende que en época almorávide se amplió el recinto amurallado, abriéndose puertas como el Arco de las Pesas y Bib-Albunaida (Puerta Monaita), ambas aún en pie; también corresponde a ésta época la desaparecida Bib-Alfajjarin, o de los Alfareros, y el castillo conocido como Torres Bermejas. Los almohades dejaron edificios de interés, como el Alcázar Genil, y amurallaron los arrabales del este, donde hoy está el barrio del Realejo.
Época nazarí.- La creación del Reino de Granada, impulsó el crecimiento y la riqueza de la ciudad, amurallándose los arrabales del Albaicín, y levantándose la ciudad palatina de laAlhambra. Su construcción se inició por el rey Alhamar, aprovechando la existencia de una antigua fortaleza zirí. Su hijo, Muhammad II erigió la mayor parte de las zonas palaciegas, y para el comienzo del siglo XIV, existía ya una medina, con comercios, viviendas privadas y edificios comunitarios. La mezquita real (megit sultani) fue edificada por Muhammad III y, para entonces, Madinat al-Hamra era ya un verdadero núcleo urbano. La ciudad nazarí, quedó organizada en seis distritos amurallados, comunicados entre sí por puertas que se cerraban durante la noche, y cada uno de ellos, dividido en barrios de diferentes tamaños y carácter.
La ciudad permanecerá con esta estructura, hasta el siglo XVI, tras la conquista de Granada por los Reyes Católicos, en 1492, aunque los once años que siguieron a la entrega de la ciudad, generaron cambios que acabarían por modificar de forma importante su carácter.
El tránsito del reino nazarí a Castilla
A pesar de que, en 1491, un poderoso ejército castellano, que ya había sojuzgado casi todo el territorio nazarí en los cuatro años anteriores, penetra en la Vega de Granada y pone sitio a la ciudad, ésta no cayó como consecuencia de un enfrentamiento entre ambos ejércitos, sino mediante un proceso de negociación que culminó el 25 de noviembre de ese mismo año, con la firma en Santa Fe de las correspondientes Capitulaciones, en las que se pactó un plazo de dos meses para la entrega de la ciudad, aunque finalmente ese plazo no se agotó y la rendición se produjo el 2 de enero de 1492. Las capitulaciones eran muy generosas para los granadinos: Podían seguir practicando libre y públicamente su religión, se respetarían sus propiedades y se mantendría la vigencia del derecho islámico en litigios entre muslimes, creándose la figura de jueces mixtos cuando se tratase de litigios con cristianos. Se creó además un «ayuntamiento musulmán», y se previeron franquicias fiscales por tres años. Además, los reyes nombraron primer arzobispo de Granada a Hernando de Talavera, confesor de la reina Isabel y hombre moderado y con alta estima de la calidad moral de los vencidos. Sin embargo, cuando en 1499 la Corte se instala temporalmente en Granada, muchos se escandalizaron de la pervivencia delIslam y de que la población asistiera masivamente a las mezquitas. El nuevo confesor de la reina, fray Francisco Jiménez de Cisneros, arzobispo de Toledo, inició una dura campaña de conversiones forzosas, con confiscación y quema de libros, encarcelamiento de alfaquíes y procesos inquisitoriales. Se realizaron conversiones masivas, aunque ello no disminuyó la presión sobre la población granadina pues, como relataba Diego Hurtado de Mendoza en el primer tercio del siglo XVI, «los cristianos nuevos, gente sin lengua y sin favor, encogida y mostrada a servir, veían condenarse, quitar o partir las haciendas que habían poseído, comprado o heredado de sus abuelos, sin ser oídos». Esta política generó graves revueltas en el Albaicín, especialmente tras la conversión por Cisneros de mezquitas en iglesias, que se extendieron a otras zonas del reino, y que fueron sangrientamente reprimidas (1499-1501). Los Reyes Católicosaprovecharon estos hechos para declarar nulas las Capitulaciones y ordenar una primera expulsión de moriscos y la reclusión de los restantes en un «gueto» situado en Bib-Rambla.
Edad Moderna
Todos los viajeros y eruditos que visitaron Granada en el paso de siglo (del XV al XVI), mostraron admiración por sus edificios, especialmente los reyes Juana la Loca y Carlos V, quienes invirtieron grandes sumas en el mantenimiento y arreglo de la Alhambra y de otros edificios de interés, lo que facilitó la pervivencia de esta arquitectura. Pero ello no obstó para que, desde un primer momento, se desarrollara una política urbanística de afirmación del nuevo poder, levantando edificios de gran relevancia en los espacios más representativos de la ciudad musulmana: La Capilla Real, mediante cédula de 1504, en la que se depositaron los cuerpos de los reyes Isabel yFernando, en 1521; El Hospital Real, iniciado en 1511; la Catedral, planteada en 1523; el Palacio de Carlos V, en plena Alhambra, acordado por el Emperador en 1526; la Chancillería, comenzada en 1531; etc.
Su carácter claramente musulmán generó pronto una animadversión hacia su aspecto urbano, comenzando las autoridades castellanas a considerarse en la obligación de transformarlo para resolver los supuestos problemas derivados de esa situación. Así, en 1565, Felipe II llegó a calificar en numerosas ocasiones como «peligroso» al Albaicín, y dio instrucciones en ese sentido alcorregidor local. Este afán por extirpar el islam de la nueva ciudad, llevó a ir demoliendo las principales mezquitas: «Ibn Gimara» en 1521, la de la Antequeruela en 1540, la de la Alhambra en1576… o transformándolas en iglesias cristianas. A la vez, se produjo una «castellanización» de la trama urbana, ensanchando calles, eliminando cementerios y fundando conventos. Se abren o reforman, a la vez, grandes plazas: Bib-Rambla, Campo del Príncipe (1513), Plaza Nueva (antigua «Hatabin», 1515)… Bernard Vincent indica que, en el XVI, Granada era una ciudad en obras, conforme a un vasto programa de cambio, impulsado desde la monarquía de los Austrias.
Inicialmente, el Albaicín quedó fuera de esta política de transformación, pero como consecuencia de la sublevación de los moriscos (1568), que fue iniciada desde el corazón del barrio, la población del mismo fue expulsada masivamente y, con ello, se produjo el abandono de viviendas, comercios y otros edificios, con lo que el barrio entró en un acelerado proceso de ruina (agravado por la rapiña de las tropas y las fuertes tormentas de 1580), que lo hizo pasar de los 30 000 habitantes de 1560 a los apenas 5000 censados en 1620.55 Fue, precisamente, en elsiglo XVII cuando el Albaicín adquirió la imagen tradicional que ha perdurado hasta hoy, con cármenes, huertas y hábitat poco denso.
Tras esta época de grandes cambios, la ciudad no sufrió modificaciones importantes en su imagen y estructura desde mediados del siglo XVI hasta mediados del XIX. Ello se explica por el fuerte declive que sufrió en la primera mitad de este periodo, tanto económica como socialmente, incapaz de resarcirse de la pérdida que supuso la castellanización (que afectó a actividades como la seda, o los cultivos de regadío) y la expulsión de los moriscos,56 además de una larga serie de catástrofes naturales (inundaciones, terremotos, etc.) y epidemias, especialmente detifus. Así, la población descendió desde los casi 70 000 habitantes calculados para el primer tercio del siglo XVI,54 hasta los apenas 39 000 del censo de 1718.
A lo largo del siglo XVII se originaron una serie de algaradas y «motines de subsistencia» debido a su mala situación económica, siendo los más graves los de 1648. Tanto censo como economía se recuperan durante el siglo XVIII, básicamente como consecuencia de una fuerte disminución de la tasa de mortalidad y por la inmigración desde el resto de España, lo que se manifiesta en su importante legado barroco, llegándose a superar los 50 000 habitantes hacia 1752, según el Catastro de Ensenada,58 cifra que ya permanecerá estable mucho tiempo.59 Como consecuencia, en esta última mitad del siglo XVIII se realizaron importantes obras urbanas: los paseos de la Bomba y del Salón, el Paseo del Violón, todos ellos junto al río Genil y la plaza de toros del Triunfo(1768). También se produjeron demoliciones de edificios emblemáticos, como el castillo de Bibataubín, o la propia Puerta Real (1790).
Edad Contemporánea
Siglo XIX
La llegada del siglo XIX encontró una ciudad sacralizada, conventual y burocrática, sede de la Real Chancillería, con Universidad y un amplio estamento militar, lo que suponía la estancia temporal de numerosas personas, potenciando el sector servicios, el comercio y la artesanía. Además, la productividad agrícola de su vega la había convertido en una de las ciudades con renta más alta de España.60 De hecho Granada era entonces la tercera capital en votos a las Cortes. El clero, especialmente el clero regular, tenía un gran peso económico en la ciudad, en parte por sus grandes posesiones, en parte por sus actividades, que incluían la regencia de varias hospederías. La estructura urbana seguía manteniendo un carácter medieval, al menos en los barrios intramuros, y se conservaba aún buena parte del caserío de época musulmana, lo que la hacía una ciudad pintoresca pero insalubre. A finales del siglo XVIII se había producido un gran desarrollo de las industrias complementarias de los cultivos de la seda, el lino y el cáñamo que produjo un fuerte crecimiento económico. Pero ya a comienzos del nuevo siglo, este mercado comenzó a decrecer, en parte como consecuencia de la alianza de España con Francia en su guerra contra Inglaterra y posterior derrota de la armada franco-española en la batalla de Trafalgar (1805), que acabó por cerrar el mercado inglés, principal destino de las hilazas granadinas.
El 28 de enero de 1810 las tropas francesas con el general Sebastiani al frente ocuparon Granada, permaneciendo en ella hasta el 16 de septiembre de 1812. Este breve período supuso una grave carga económica, debido a las innumerables obras de fortificación que Sebastiani, primero, y Leval, después, hicieron en los alrededores de la Alhambra y el Castillo de Santa Elena. También desarrollaron algunas obras urbanas como el ajardinamiento de los Paseos del Salón y la Bomba y el Puente Verde sobre el río Genil, situado al final de aquellos, aunque para levantar éste desmocharon la torre del Monasterio de San Jerónimo, además de finalizar e inaugurar el Teatro de Napoleón (después, Cervantes). Antes de abandonar la ciudad, destruyeron varias torres de las murallas de la Alhambra y otros edificios que tenían uso militar.
Toda la primera mitad del siglo XIX fue una época de declive económico, estancamiento demográfico y deterioro del caserío urbano, lo que agravó los problemas endémicos de salubridad. A ello se sumó la pérdida de peso político y burocrático (p.ej. la Chancillería pierde su condición de tal y pasa a ser una Audiencia, que abarca sólo a cuatro provincias). Las sucesivas desamortizaciones no contribuyeron a mejorar la situación, impulsando, por el contrario, un proceso de destrucción del patrimonio histórico de proporciones hasta entonces desconocidas.66 A partir del reinado de Isabel II el objetivo de las instituciones fue la «modernización» de la ciudad, la mejora de sus condiciones de salubridad y la renovación del caserío. El inesperado auge económico que en las últimas décadas del siglo XIX supusieron lasazucareras de remolacha, la primera de las cuales se instaló en 1868, junto con la incorporación de Granada a la red de ferrocarriles, facilitaron esta labor impulsando el comercio y abriendo nuevas calles de formato moderno: embovedado del río Darro, creando así la calle Reyes Católicos; apertura de la Gran Vía de Colón (demoliendo numeroso caserío de origen musulmán, incluyendo el Palacio de Cetti Meriem); derribo del antiguo Zacatín, etc. Así, Granada adquirió una imagen burguesa y modernizada, aunque a costa de mermar su patrimonio. El profesor Gaya Nuño, dijo que «Granada era una de las dos ciudades de España que más pérdidas había sufrido en su patrimonio histórico, junto con la ciudad de Zaragoza».
Siglo XX
Al comienzo del siglo XX Granada estaba situada en una buena posición social y económica dentro de España, con una economía en crecimiento basada sobre todo en la remolacha y con perspectivas de industrialización importantes. Este proceso se mantuvo, al menos, durante el primer tercio de siglo. El crecimiento demográfico se aceleró a partir de 1900 (75 900 habitantes, en ese censo, 103 368 en el censo de 1920, 155 405, en 1940); doblándose la población en pocos años, tanto de la ciudad, como de los pueblos de su cinturón. Este proceso fue paralelo al desarrollo de corrientes regeneracionistas, aunque sobre una estructura política encorsetada, fuertemente caciquil e incapaz de aprovechar todos estos factores, controlada por un grupo poco permeable de «representantes en Cortes» compuesto básicamente por terratenientes y algunos profesionales, sobre todo catedráticos de laUniversidad y abogados. En este período, partidos como el PSOE y el Partido Republicano Autónomo de Granada consiguieron aglutinar a una parte importante de la población que será decisiva en las Elecciones municipales del 12 de abril de 1931, consiguiendo conjuntamente 30 de los 45 puestos en disputa. En el primer periodo de la II República la ciudad fue gobernada por socialistas y republicanos autónomos, aunque éstos se disgregaron como partido en 1932. Parte de éstos se integraron en el Partido Radical que creció en votos hasta igualar a los socialistas en 1933. Este período (1931-1933) fue socialmente conflictivo en la ciudad, con numerosos disturbios y choques callejeros protagonizados especialmente por trabajadores del sector azucarero que fue muy activo. Se reforzaron también, de cara a las elecciones de 1933, las posiciones conservadoras de Acción Popular y la Unión de Derechas que, después de ganar las elecciones generales junto con los radicales, gobernaron el ayuntamiento a través de una Comisión Gestora tras destituir en pleno a la anterior corporación. En el periodo 1933-1936 el Partido Radical quedó prácticamente desaparecido en Granada y la conflictividad social creció; sin embargo las elecciones de ese año, inicialmente, las volvieron a ganar las derechas, aunque con un cúmulo tan grande de irregularidades que las protestas socialistas modificaron los resultados. El estallido de la guerra civil dejó a Granada como zona sublevada aislada entre zonas controladas por el gobierno republicano, lo que dio lugar, sobre todo en los primeros meses, a un gran número de detenciones y ajusticiamientos políticos (García Lorca entre ellos): 3969 personas fueron fusiladas entre 1936 y 1956 en las tapias del cementerio granadino.
Durante la guerra, el ayuntamiento acometió un ambicioso «Plan de Reforma y Ensanche» de la ciudad, activado especialmente a partir de 1938, con la llegada a la alcaldía de Antonio Gallego Burín que supuso un adecentamiento de gran número de edificios y zonas de la ciudad pero también la desaparición de barrios enteros, como La Manigua, donde se abrió la actual calle Ángel Ganivet.
Buena parte de la conflictividad social del periodo republicano estuvo originada por la fuerte crisis económica que, en Granada, supuso la caída del sector azucarero que llegó a tener en la ciudad un carácter especialmente grave. En 1926 se desmontó la primera de las fábricas (la de Santa Juliana) siguiéndole las demás hasta que, hacia 1940, acabaron por cerrar las últimas aún en funcionamiento dando por terminado un ciclo expansivo que no tuvo ya alternativa económica. Así pues el grave impacto de la guerra, sumado a la pérdida del tejido industrial y a la exclusión de Granada de las zonas apoyadas por la Ley de Protección de la Industria Nacional de 1939, dieron lugar a que la ciudad se estancara económicamente y retrocediera en su demografía, especialmente como consecuencia de la emigración, quedando descolgada del desarrollo que se dio en España a partir de finales de la década de 1950. En la posguerraGranada cayó en los índices de renta a los últimos lugares del país y se constituyó, básicamente, como una ciudad burocrática y universitaria. Solo en el último tercio del siglo se desarrolló un potente sector terciario gracias al turismo. En cualquier caso el desarrollismo de los años sesenta y setenta modificará de forma importante la imagen de la ciudad, que avanzará sobre la vega y reformará su estructura interna continuando de alguna forma la política del último siglo, demoliendo caserío antiguo para ampliar las calles por la presión del tráfico urbano.
El 19 de abril de 1956 sucedió el segundo terremoto más importante en la historia de la capital, conocido con los años como el terremoto de Albolote.
Etapa democrática reciente
El 3 de abril de 1979 se celebraron en toda España las primeras elecciones municipales democráticas y cuatro partidos políticos obtuvieron representación en Granada: UCD, PSOE, PCE y PSA; ninguno obtuvo votos suficientes para gobernar en solitario por lo que se aliaron PSOE, PCE y PSA, y el pleno municipal eligió como alcalde al concejal socialista Antonio Jara Andréu. La política urbanística de ésta y siguientes corporaciones municipales apenas varió de las anteriores con planeamientos dirigidos a «modernizar» la ciudad como cabeza de un área metropolitana, la primera en plantearse en Andalucía, que abarcaba 33 municipios.
Sin embargo, el principal objetivo era solucionar el grave problema de infraestructuras de comunicación, tanto por ferrocarril como por carretera, que habían aislado a Granada desde mediados del siglo XX.
«Este aislamiento, marcó de forma decisiva la estructura social y productiva, la propia cultura urbana de Granada que no sólo se ha vista aislada, sino que se ha sentido relativamente agraviada y marginada frente al mayor desarrollo e inversiones concentradas en otros puntos de Andalucía»
Por ello ha sido básica la paulatina mejora de las infraestructuras y la residencia en la ciudad de instituciones de nivel autonómico. En 1989 se constituyó el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, con sede en la ciudad de Granada, aunque alguna de sus salas están ubicadas en Sevilla y Málaga. En los noventa se mejoraron las comunicaciones terrestres al construirse autovías con Almería, Jaén, Málaga y Sevilla y al facilitarse las salidas hacia Madrid y Valencia. La actuación se completó con la conversión en autovía de la carretera hasta la costa (A-44) que da salida al puerto de Motril. También se desarrolló el carácter de ciudad cultural que siempre ha intentado consolidar Granada. Así, en mayo de 1995, se inauguró el Parque de las Ciencias, el primer museo interactivo del sur de España. Este museo permite un acercamiento lúdico a la cultura científica y durante el periodo escolar es visitado por miles de escolares.
Población y ordenación urbana
Núcleos de población
En el municipio existen cinco núcleos o unidades de población: Granada, Alquería del Fargue, Bobadilla, Cerrillo de Maracena y Lancha del Genil.
Demografía
Según el padrón de población, en 2010 el municipio de Granada tenía 239 154 habitantes, de los cuales 111 042 eran varones (46,43%), y 128 112 mujeres (53,57%). Esta pequeña diferencia en elsex ratio a favor de las mujeres se produce en los intervalos de edad situados por encima de los 40 años, incrementándose de forma más evidente a partir de los 60 años, según la pirámide de población. Desde los años 90 la población residente ha descendido sensiblemente, mientras que se ha producido un fuerte crecimiento demográfico de los pueblos del cinturón metropolitano.
Pirámide de población
Del análisis de la pirámide de población se desprende que:
La población menor de 20 años es el 19% de la población total.
La población comprendida entre 20-40 años es el 29%.
La población comprendida entre 40-60 años es el 28%.
La población mayor de 60 años es el 24%.Esta estructura de la población es típica en el régimen demográfico moderno, con una evolución hacia un envejecimiento de la población y una disminución de la natalidad anual.
Población extranjera
Del total del padrón de 2010, 15 065 son de nacionalidad extranjera, lo que supone un 6,3%, tasa inferior a la media nacional. Los extranjeros residentes proceden de todos los continentes siendo los más numerosos los de las nacionalidades marroquí (3241), rumana (1131), senegalesa (1049), boliviana (853) y ecuatoriana (784).
Urbanismo
El desarrollo urbanístico de la ciudad ha sido muy intenso a lo largo del siglo XX debido al aumento continuo de la población que pasó de 75.570 habitantes en el año 1900 a 244.486 en el año 2000. Este aumento provino del crecimiento vegetativo y de la inmigración procedente, principalmente, de otras localidades de la provincia de Granada. Este crecimiento supuso la aparición de nuevos y extensos barrios fuera del perímetro histórico de la ciudad, especialmente a raíz del bienestar económico derivado de las fábricas de azúcar, entre las últimas décadas del siglo XIX y el primer tercio del siglo XX, aunque el centro de la misma mantuvo su carácter intrincado, con un dédalo de callejuelas y pequeños espacios urbanos, incluso a pesar de los grandes ensanches y modernizaciones de esta época (apertura de la Gran Vía, trazado de la calle Ganivet…), que eliminaron barrios históricos enteros. Este proceso ha supuesto que los actuales barrios de la ciudad sean muy diferentes entre si en tamaño y población.
Planes de ordenación territorial
El Plan de ordenación del territorio de la aglomeración urbana de Granada (POTAUG) es el principal instrumento de planificación del Área Metropolitana y el documento en el que se establecen las bases y directrices de actuación urbanística de los municipios incluidos en la misma. En el documento se señalan los terrenos de la Vega que están protegidos, así como el grado de protección de los mismos. Se aprobó definitivamente a finales de 1999, con el apoyo de los 33 municipios afectados, de todos los signos políticos, aunque con posterioridad se han producido diversas modificaciones a su contenido, entre las que destaca la des-protección de terrenos en el municipio de Alhendín para dar cabida alPolígono de Marchalendín.
El POTAUG asume una visión con perspectiva metropolitana y no local. Ejemplo de esto es el desarrollo del Parque Tecnológico de la Salud y la Universidad, que se convirtió en el primer diseño urbanístico metropolitano de Andalucía. El objetivo principal del Plan era el de proteger la Vega granadina como terreno de importancia histórica y medioambiental frente a las políticas de desarrollo urbanístico de los distintos Ayuntamientos, que habían facilitado la ocupación de terrenos rústicos, de interés agrícola, para la construcción de viviendas e infraestructuras, como por ejemplo el suelo donde se instaló el Parque de las Ciencias, o el cinturón de circunvalación.
Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Granada