La Asamblea Nacional Constituyente aceptó oficialmente el sello diseñado el 12 de marzo de 1813 quedando instituido nuestro blasón y fijado como «Día del Escudo Nacional».
El nacimiento del Escudo Nacional no tiene fecha cierta pero se sabe que la Asamblea Constituyente del año 1813 encomendó al diputado por San Luis, Dn. Agustín Donado, para que llevara a cabo la materialización de un sello oficial destinado a legitimar las resoluciones de la Asamblea, en reemplazo del utilizado durante el gobierno virreinal.
Donado confió el trabajo al grabador Juan de Dios Rivera, ignorándose quien hizo los dibujos originales. Algunos afirman que en el diseño intervino el patriota Bernardo de Monteagudo. Lo cierto es que el 22 de febrero de 1813 aparece el sello en cuestión en la primera carta de ciudadanía otorgada por el Gobierno Patrio al extranjero Dn. Francisco de Paula Saubidet.
La forma elíptica del cuerpo de este escudo (uno de los primeros escudos patrios en el continente americano) se corresponde con la vista del perfil superior de una cabeza humana ya que a ella se acomoda una laurea, tal escudo elíptico se halla dividido en dos campos: el de la mitad superior es de esmalte azur (azul celeste) y el de la mitad inferior es de esmalte plata (blanco), es decir: los colores de las franjas de la bandera argentina.
A este diseño basal se suman otros símbolos. A los antebrazos humanos que estrechan sus manos diestras se le atribuye el hermanamiento de las provincias conformantes de las Provincias Unidas del Río de la Plata antecedentes directos de la actual República Argentina; el gorro frigio o barretina catalana dirigido hacia la izquierda (signo jacobino), de gules (o punzó), simboliza la libertad y está sostenido por ambas manos de una pica vertical simétrica en medio de los campos del escudo que simboliza el compromiso de las provincias de defender la libertad (en la Antigüedad romana existía la ceremonia por la cual alguien era reconocido libre al ser tocado con una pica en su cabeza). El Sol de Mayo que en el escudo está ubicado cual timbre en forma de Sol Naciente acorde con las frases del Himno Nacional Argentino: Se levanta sobre la faz de la Tierra una nueva y gloriosa Nación, tal sol está predominantemente pintado en esmalte oro, y dibujado con rayos rectos y flamígeros alternados simboliza la nueva nación. La Laurea (o los laureles) dispuestos como coronando la cabeza de todo argentino o argentina representan la victoria y triunfo en el logro de la independencia, y como reza el Himno, deben ser mantenidos. Por último, la cinta en forma de moño (otro signo de unión) con los colores azur (en este caso: azul-celeste) y plata (blanco), los mismos de los cuarteles del escudo, representan la nacionalidad argentina que se emblematiza en los colores de un cielo diurno.