Madonna es el último mito musical del siglo. Con una imagen camaleónica, la rubia explosiva de los ochenta es hoy una mujer de negocios y madre de dos hijos. Pero si algo no ha cambiado en su vida, es su éxito en el mundo de la música. Madonna sigue siendo una número uno, a pesar de haber dicho adiós hace tiempo a la polémica y al escándalo, que la encumbraron hasta la categoría de diva musical.
Con 16 años se fue de casa
La biografía de Madonna parece de novela. Tercera de ocho hijos, Madonna Louise Veronica Ciccone nació el 16 de agosto de 1958 en Rochester, Michigan, de padre italiano y madre canadiense. Cuando contaba con solo seis años su madre murió de cáncer y su padre se encargó de darle una educación estrictamente católica.
En la escuela secundaria ya era una líder de masas además de conseguir excelentes resultados académicos. Pero su lucha por la originalidad llevó a Madonna a salir pronto de su hogar conservador. Con 35 dólares y su maleta llena de maillots de danza compró un billete para Nueva York cuando tenía 16 años.
Fresca, descarada y seductora
Desde sus duros inicios en la noche neoyorquina –presentó su primera maqueta en una discoteca de moda en los ochenta en Nueva York-, Madonna ha sido la encarnación de la rebeldía, el escándalo y la provocación. Madonna se convirtió en el sex-symbol de la Norteamérica conservadora de Reagan. La revista Time la definió como “fresca, descarada y seductora” y People, como una chica que “luce como Marilyn y baila como Elvis”.
Una chica de oro
Madonna subía como la espuma. Entre 1984 y 1985 vendió 14 millones de discos; recaudó 2.800 millones de pesetas por su primera película como protagonista, Buscando a Susan desesperadamente y batió el récord de venta anticipada de entradas en el Radio City Hall de Nueva York: en 34 minutos vendió las 17.622 localidades. La historia de Madonna era una batalla por conseguir que el mundo le dedicara su atención.
Una cuestión de respeto
Pero en 1997, con más de una decena de discos publicados, decidió decir adiós a la polémica y al escándalo. Con 37 años, Madonna se convirtió en la mujer de negocios y la madre responsable que es hoy –el 14 de octubre de 1996 daba a luz a su primera hija, Lourdes María, fruto de su relación con el cubano Carlos León-. Evita la consagró como actriz al hacerse con el Globo de Oro a la Mejor Actriz de un filme musical. Paralelamente, su nuevo éxito musical, Ray of light, marcaba el inicio de una Madonna madura, que infundía respeto. Los Grammy le ayudaron a desligarse de esa imagen de chica frívola de los ochenta: catalogaron su disco como uno de los mejores del pop de la última década.
Giro hacia la serenidad
Madonna comenzaba a serenar su vida. Después de romances sonados con Warren Beaty, Sean Penn, sus coqueteos con Antonio Banderas, Madonna parece haber encontrado la estabilidad emocional con el británico Guy Ritchie. Prueba de ello es que la diva de la música tuvo un hijo con él, Rocco. Sin embargo, esta doble maternidad no le ha impedido seguir triunfando, tanto como escritora de exitosos libros infantiles como en aquel mundo que más quiere: el fascinante mundo de la música.