Lola Flores

Lola Flores

María Dolores Flores Ruiz, más conocida por el nombre artístico de Lola Flores (Jerez de la Frontera, Cádiz, 21 de enero de 1923 – Alcobendas, Madrid, 16 de mayo de 1995) fue una cantante de copla, flamenco, bailaora y actriz española, artísticamente apodada «La Faraona».

Vida personal
Salió de su Jerez natal joven, con dirección a Madrid. Allí triunfó y llegó a firmar el contrato más elevado de su época, 6 millones de pesetas en los años 50).
Estuvo casada con el guitarrista Antonio González «El Pescaílla» (1926-1999), con el que tuvo tres hijos, los cantantes Lolita Flores (Dolores González Flores) (1958),Antonio Flores (Antonio González Flores) (1961-1995) y Rosario Flores (Rosario González Flores) (1964). Fue hermana de la también cantante Carmen Flores (1936), tía del exfutbolista y entrenador Quique Sánchez Flores (1965), abuela de la actriz Elena Furiase y Guillermo Furiase (hijos de Lolita), la actriz Alba Flores (hija de Antonio) y Lola Orellana y Pedro Antonio Lazaga (hijos de Rosario). Fue la madrina de Carmen Morales, hija de la recordada cantante y actriz Rocío Dúrcal.
Su madre, de etnia gitana por parte paterna, se llamaba Rosario Ruiz Rodríguez, nacida en 1901 y fallecida el 21 de enero de 1989, a los 87 años. Casualmente, su madre murió el mismo día del 66º cumpleaños de Lola. Su padre se llamaba Pedro Flores y nació en 1897.
Cine
Entre 1939 y 1995 apareció en diversas películas y series televisivas en las que solía hacer el papel de gitana. Entre ellas destaca un clásico de los años 40: Embrujo(1947, Carlos Serrano de Osma), drama musical donde acompaña a su pareja sentimental y artística de aquel momento, Manolo Caracol. Entre sus películas de los años cincuenta destacan Morena clara (1954, Luis Lucia) versionando el célebre film de 1934, y en compañía de Fernando Fernán Gómez, El duende de Jerez (1953) y María de la O (1959), que supone su primera película con Antonio González «El Pescaílla». Otras películas recordadas son La hermana San Sulpicio (1962), nueva versión de la que había rodado Imperio Argentina, y los dramas mexicanos La faraona (1955) y Sueños de oro (1958).
Casa Flora (1972, Ramón Fernández) y Una señora estupenda (1972, Julio Coll) son sus dos cintas más salvables en plena época de la comedia española predestape; posteriormente protagonizaría la comedia Juana la loca… de vez en cuando (1983), dando vida a Isabel la católica, Truhanes (1983, Miguel Hermoso) o su participación en la cinta documental rodada para la Expo de Sevilla Sevillanas (1992, Carlos Saura), junto a algunos de los grandes nombres del flamenco en general. De entre su profesión, es muy conocida su amistad con dos artistas folclóricas y actrices cinematográficas, con las que compartió giras musicales por Hispanoamérica: Carmen Sevilla y Paquita Rico. Con ellas actuó en la película El balcón de la luna (1962, Luis Saslavsky).
Discografía
Lola Flores ha protagonizado muchos discos que le han llevado a la gloria, entre ellos se encuentran: Ay Lola, España mia, Juerga flamenca, Mi mundial 82 (1982) La ilimitable Lola (1990) y muchos otros, que contenían sus canciones más famosas. Las más recordadas son: «A tu vera», «Torbellino de colores», «Ay pena penita pena» y «La zarzamora». La música de esta última la fue acompañando en su entierro por petición suya. Aunque técnicamente no era una cantante perfecta, ello lo suplía con su irrepetible expresividad y carácter. Con motivo de una actuación en el Madison Square Garden de Nueva York, una crítica periodística dijo: «No sabe cantar, no sabe bailar, pero no se la pierdan». Se recuerdan igualmente sus canciones humorísticas de rápidos recitados, en cierta manera antecesoras de los raps actuales: «¿Quién tiró la bomba?», «Cómo me las maravillaría yo»…
Muchos han sido los discos-homenaje a Lola Flores que le han dedicado sus hijos y amigos.
Presentadora
Lola protagonizó durante toda su vida diversos programas de televisión, pero no fue hasta los 90 cuando empezó su etapa en televisión como presentadora. Presentó varios programas como El tablao de Lola enTelecinco (1992), Sabor a Lolas en Antena 3 (1992 – 1993) y Ay Lola Lolita Lola en TVE (1995); estos dos últimos los presentó junto a su hija Lolita Flores. Su último programa en TVE tuvo que suspenderse por el agravamiento de la enfermedad de Lola en la entrega número 9; allí hizo su última aparición cantando en público. Al principio su actuación se iba a realizar de pie, pero Lola tuvo que pedir una silla y apenas movió el brazo derecho porque lo tenía hinchado como secuela por el cáncer que padecía.
Sus programas se caracterizaban porque sus presentadoras formaban parte del espectáculo bailando y cantando. Toda esta estapa por televisión demostró que Lola no dejó de cantar ni de bailar hasta sus últimos días. El último programa que grabó fue El coraje de vivir, que no pudo terminar.
Series de televisión
Lola Flores nunca hizo ninguna serie de televisión con ella como protagonista, pero participó en muchas series famosas como invitada, por ejemplo Los ladrones van a la oficina (1994-1995), en la que hacía el papel de gitana junto a sus hijos Lolita y Antonio. En dicha serie participó en cinco episodios.
Antena 3 hizo en 2007 una película sobre su vida.
Homenajes
Le brindaron diversos homenajes durante su vida, pero el que más destaca es el que le hicieron en Miami en 1990, con la participación de diversos artistas del momento, tales como José Luis Rodríguez «El Puma»,Rocío Jurado, Celia Cruz y toda la familia de Lola. En aquel evento Lola participaba en todas las actuaciones; con Rocío Jurado grabó la canción «Dejándonos la piel». Su último homenaje se lo brindó Antena 3 en 1994, al que Lola fue invitada, pero no actuó; solo disfrutó de las actuaciones de sus amigos y familia, y con motivo de aquel acto dijo su mítica frase: «Ya puedo morir tranquila».
Las hermanas Salazar, más conocidas como Azúcar Moreno, le rindieron homenaje con una canción que tuvo y aún tiene gran reconocimiento en España y el mundo entero titulada «Bailando con Lola».
En su ciudad natal no pudo llegar a inaugurar una avenida en su honor. Y está el proyecto la construcción de un museo en su memoria5 en el Palacio de Villapanés,6 que albergará bibliografía, multimedia y objetos personales (vestidos y enseres) de la artista.
Fallecimiento
Murió el 16 de mayo de 1995 en su residencia de «El Lerele» en Alcobendas (Madrid) a los 72 años a causa de un cáncer de mama que le había sido diagnosticado en 1972. Su capilla ardiente quedó instalada en el Centro Cultural de la Villa (actual Teatro Fernán Gómez) de Madrid, en la plaza de Colón. En un ataúd abierto y amortajada con una mantilla blanca, todos sus fans y amigos pudieron pasar a verla. Fue conducida hasta el Cementerio de la Almudena en Madrid con una banda de músicos detrás del coche, que tocaba «La zarzamora» hasta donde sería sepultada. Fue uno de los entierros más recordados por la cantidad de gente que acudió; el funeral fue retrasmitido en directo por televisión.
Quince días después de su muerte, el 31 de mayo de 1995, su hijo Antonio Flores (de 33 años) fue encontrado muerto en la residencia familiar de «El Lerele». Fue enterrado junto a su madre.
Personalidad
Algunos de los calificativos que durante décadas se han utilizado para definir la personalidad de Lola Flores han sido los de racial, temperamental, genuina, pasional, arrolladora, o genial. Se ha llegado a decir que «Lola Flores es casi una religión».
Algunas de sus peripecias y declaraciones a lo largo de su vida, que han quedado grabadas en el imaginario colectivo de los españoles de varias generaciones, así lo confirman varias reacciones espontáneas a lo largo de su trayectoria vital. Una de sus anécdotas más recordadas tuvo lugar en 1977 durante la grabación en directo y ante público de una de sus actuaciones para el programa de Televisión española Esta noche, fiesta, conducido por José María Íñigo. En un giro brusco del baile, Lola Flores perdió un pendiente, y en lugar de seguir cantando, detuvo la actuación para clamar ante el micrófono: «Perdón, pero se me ha caído un pendiente enorme. Bueno, ustedes me lo vais a devolver porque mi trabajito me costó. Muchas gracias de todo corazón pero el pendiente, Íñigo, no lo quiero perder, eh, por favor».
Años más tarde, con motivo de la boda de su hija Lolita el 25 de agosto de 1983, un gentío de en torno a cinco mil personas abarrotaron la iglesia y su contorno para seguir en directo el enlace. La desaforada concentración de personas impedía la celebración de la ceremonia y ante la desesperada situación, Lola Flores, micrófono en mano, imploró a los congregados: «Si me quereis, irse». La expresión pasó como frase hecha al lenguaje popular y décadas más tarde seguía utilizándose.
Finalmente, otro episodio que da muestra del peculiar carácter de la conocida popularmente como La Faraona, fue el acaecido en 1989 cuando la artista fue llamada a declarar judicialmente acusada de fraude fiscal durante cinco años consecutivos. Tras excusarse alegando su desconocimiento de la obligación de tributar y reconocer que no sabía que no hacerlo tenía «tanto castigo», imploró ante las cámaras: «Si una peseta me diera cada español, podría pagar», momento que igualmente pasó a la posteridad en la historia de la televisión.
Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Lola_Flores