Desnutrición

Un flagelo que es demasiado habitual en nuestro país y en Latinoamérica. Este estado nutricional anormal originado por una ingestión deficiente de nutrientes, perjudica a niños, jóvenes y ancianos. Los síntomas varían según el nutriente deficiente. Leamos este informe, que cuanto más sepamos sobre este tema, quizás podamos hacer algo por alguien.

DESCRIPCIÓN:

Es un estado nutricional anormal originado por una ingestión deficiente de nutrientes según los requerimientos fisiológicos. En la malnutrición primaria, la causa del cuadro está relacionada con la deficiente ingesta de alimentos y el entorno (biológico, socio-económico) y no por problemas particulares del organismo, razón por la cual generalmente afecta a grupos sociales y comunidades más que a individuos aislados. Durante ciertas etapas de la vida, el cuerpo requiere un mayor aporte de nutrientes: la niñez , la adolescencia, el embarazo y la lactancia.

CAUSAS:

Los factores que determinan la disponibilidad, el consumo y la utilización de los alimentos pueden influir en la baja ingesta de ciertos nutrientes. Los trastornos a nivel de absorción intestinal también pueden causar cuadros de desnutrición, aunque efectivamente se ingieran adecuadas cantidades de nutrientes. Otra alteración a nivel individual puede ser la utilización exagerada de algún nutriente o su excesiva eliminación, como la pérdida de considerables cantidades de hierro por prolongadas pérdidas menstruales.

SÍNTOMAS:

Los síntomas varían según el nutriente deficiente. La malnutrición calórico-proteica (o marasmo) durante la infancia afecta la maduración del sistema nervioso central. Sus consecuencias se manifiestan como retraso en el desarrollo mental y en la capacidad motora y de aprendizaje. Las deficiencias de vitaminas y minerales originan múltiples manifestaciones. Cuando no se ingieren cantidades adecuadas de proteínas o éstas no tienen alto valor biológico se altera el crecimiento y disminuye el rendimiento energético de los alimentos. La malnutrición proteínica produce alteración en la mucosa epitelial del intestino lo que , a su vez, afecta la producción de enzimas intestinales y termina afectando el proceso de la digestión de carbohidratos y la absorción de lípidos. Los hidratos de carbono tienen la propiedad de retener agua y electrolitos: las dietas que no aportan suficientes cantidades de estos nutrientes provocan pérdida de agua, sodio y potasio produciendo fatiga y pérdida de peso.

DIAGNÓSTICO:

Existen diversos estudios para evaluar el estado nutricional, que se complementan con examen físico y análisis de sangre y orina. Un cálculo entre el peso (en kilogramos) del individuo y el cuadrado de la altura (en metros) resulta en el índice de masa corporal, que se considera normal cuando está dentro de los valores de 20 a 25. Se deben evaluar también la densidad ósea de los huesos y posibles problemas gastrointestinales.

TRATAMIENTO:

Una vez determinada la deficiencia, debe aumentarse la ingesta de los nutrientes necesarios. Si la persona ha estado sometida a alguna dieta hipocalórica, deberá suspenderla. Las adicciones al alcohol o a las drogas conducen a un estilo de vida en el se relativiza la alimentación y se ocasionan serias alteraciones.