La coprofagia, que es como se denomina técnicamente al consumo de excrementos por parte de un animal, se mueve en un terreno escaso de investigaciones esclarecedoras.
Hoy nos acercaremos a este controvertido tema, para intentar comprender una conducta, tan desagradable para los humanos, como atractiva para ciertos canes.
Coprofagia, dentro del trastorno «pica»
En primer lugar, diremos que la ingestión voluntaria de heces, que tienen ciertos animales, se enmarca dentro de un trastorno general, llamado pica. La pica engloba todas aquellas tendencias a ingerir sustancias que no son apropiadas o habituales en una determinada especie, siendo la coprofagia la más habitual.
Un perro con la pica, puede sentirse atraído por la ingesta de elementos tan dispares como: tierra, piedras, arcilla, desperdicios, monedas, bombillas, ropa, pelotas, o jabón.
¿Que mi perro ingiera heces, es normal?
He aquí la cuestión planteada por amantes de los perros y curiosos de sus hábitos. El concepto «normal», en el caso de la ingestión de heces por los canes, es bastante relativo. En general, sabemos que hay especies que son, por naturaleza, coprófagas –insectos–; son las que tienen como fuente de alimento esencial los excrementos de otros animales, de los que depende su existencia.
Por otro lado, están los animales que sólo realizan esta práctica en circunstancias especiales y en contadas ocasiones, como los perros, los primates o los roedores. Resumiendo, puede decirse que el hecho de que un perro ingiera heces es una conducta ocasional, susceptible de tener diversas causas y que, en función de éstas, requerirá un tratamiento u otro.
Razones de la coprofagia canina
¿Qué encuentran en las heces los animales, que no son coprófagos estrictos, cuando acuden a ellas? Los expertos apuntan diversas hipótesis para explicar el porqué de la ingestión de excrementos por parte de los perros.
Se considera que la coprofagia no es en sí misma ni una patología ni una muestra de mala educación, sino una costumbre puntual, con distintas posibles causas, entre ellas las siguientes…
• Nutricionales
De manera instintiva, un perro con déficit de vitaminas o minerales, puede recurrir a la ingesta de heces para compensar esa carencia. Hay que tener en cuenta que las heces suponen para los canes una interesante fuente de nutrientes, que aún quedan tras la digestión y la excreción, en especial la procedente de animales herbívoros.
• Médicas
Se cuentan como posibles causas médicas: diversas patologías digestivas; el síndrome de malabsorción intestinal; los parásitos intestinales; la depresión; el hipertiroidismo; o la diabetes mellitus, entre otras.
• Conductuales
Cuando el can experimenta sentimientos negativos, puede hacer todo lo posible para llamar la atención de sus cuidadores, incluyendo la ingesta de heces. Esto puede ocurrir, por ejemplo, ante la ansiedad o stress por separación; la soledad; el aburrimiento; o el sentimiento de falta de libertad.
Especialmente, los cachorros, en su afán de explorarlo todo, son capaces de ingerir heces porque les gusta o bien por imitación, si ven que lo hacen sus madres.También, los canes pequeños, que no tienen muy buen control de sus esfínteres y tienen miedo a ser regañados, suelen comerse sus propias heces, para hacer desaparecer el «cuerpo del delito» y evitarse así una reprimenda.
La mayoría de las veces, para atajar todos estos problemas con éxito, es necesaria la ayuda de un especialista en etología canina.
• Otras razones
En el trasfondo de la coprofagia canina, suelen esconderse otros estados, como: la necesidad de limpieza del hábitat, en los casos en los que se desatienda por parte de los cuidadores; el miedo a los depredadores, que lleva al can a utilizar la coprofagia como una estrategia para camuflar olores; la costumbre de ciertas hembras que lo entienden como algo normal, igual que regurgitan la comida de sus crías; o, en casos extremos, el hambre voraz, cuando un perro ha estado demasiado tiempo falto de alimento.
Síntomas de la coprofagia
Naturalmente, el signo más evidente de que un perro está comiendo heces, es verlo in situ hacerlo. Otrossíntomashabituales son:
• Halitosis: Alientofétido.
• Poliuria: El perro orina más de lo habitual.
• Polidipsia: El can se muestra más sediento de lo normal.
• Delgadez: Los perros suelen tener apetito, pero en vez de engordar, adelgazan.
• Gastroenteritis: Suelen padecer inflamación intestinal y estomacal.
• Insuficiencia pancreática exocrina –IPE–: La IPE puede causar trastornos digestivos y una absorción insuficiente de los nutrientes. La coprofagia puede ser uno de sus síntomas, junto con la diarrea, la pérdida de peso, el aumento del apetito y los gases.
• Cambios en las defecaciones: Las heces son muy malolientes y blandas; observándose a menudo la presencia de grasa –esteatorrea–, a consecuencia de una insuficiente actividad de la enzima lipasa pancreática en el intestino.
Tratamiento para evitar la coprofagia
Si tu perro come heces, llévalo al veterinario para que lo examine, en busca de la causa que provoca esta conducta. Cuando la causa es comportamental, hay muchas cosas que puedes hacer para ayudarlo a revertir este problema.
Toma buena nota:
• Asegúrale un hábitat limpio y confortable
• Procura que haga ejercicio físico, de una manera regular y que sea adecuado a sus necesidades
• Estimúlalo con premios, justo al defecar, para desviar su atención hacia la recompensa, y conseguir que se olvide de su obsesión por las heces.
• Retírale rápidamente sus heces; porque, ojos que no ven, boca que no come.
• Añádele a su comida alguna sustancia comestible, que, tras la excreción, desagrade al can, para que rehúya de sus heces. Algunos de estos productos, están compuestos por ingredientes naturales, como el extracto de yuca, la menta o la piña.
• Asegúrale a tu peludo una dieta rica en vitaminas y minerales.
• Contra la ansiedad, estrés, aburrimiento, organízale a tu perro horarios de paseo y evita que se encuentre demasiado tiempo solo en casa; déjale juguetes interactivos, tipo Kong, con un premio comestible en su interior; otra opción son las flores de Bach para ayudar a cubrir aspectos relacionados con estos estados.
• Recurre a los complementos alimenticios para mejorar la absorción de los nutrientes, como EnziVet de Stanvet. Se añaden a la dieta del can y son indicados en casos de: halitosis, diarrea, pancreatitis endocrina, enfermedades crónicas de la piel, flatulencia, insuficiencia pancreática o coprofagia. No te olvides de consultar con el veterinario la introducción de los suplementos o de cualquier cambio en la dieta de tu perro.
Finalmente, en cuanto al pronóstico de la coprofagia, hay que decir que depende de la causa que la motiva, pero, en general, no debemos afligirnos, ya que se trata de una conducta puntual, que puede corregirse, tal y como te hemos explicado. ¡Ah, y también con una gran dosis de cariño y paciencia, hasta lograr que le guste sólo lo que tú le pones en su plato!
Fuente: https://www.mascoteros.com/blog/por-que-los-perros-comen-caca/