La postura, la mirada, la posición de sus orejas, las vocalizaciones e incluso los olores son elementos importantes en la comunicación entre perros, y también entre ellos y sus familiares humanos.
El lenguaje es el único método de comunicación que tenemos los seres vivos, cada uno a nuestra manera, haciendo que como especie nos distingamos y seamos únicos.
Cuando hablamos de lenguaje canino nos referimos al sistema de comunicación que emplea el perro con los de su misma especie, incluso en algunas situaciones con nosotros.
El perro, a diferencia del humano, cuando se quiere comunicar, hace más uso de su expresión corporal, ya que es el método con el que más puede interactuar. Nosotros, como parte de la vida del perro, hemos aprendido a interpretar las señales y así poder atender sus necesidades.
Los perros suelen recurrir a la mirada de súplica para pedir a un humano recursos, como juego, comida, atención o afecto.
¿Cómo utilizan cada parte del cuerpo?
La conexión entre la cavidad bucal y nasal. Si prestamos atención, alguna vez podemos observar cómo nuestro perro lame la orina de otros y, seguidamente, chasquea los dientes, incluso podemos apreciar cómo saliva un poco; esto puede parecer una conducta un poco extraña, pero realmente tiene mucho sentido. Al chasquear los dientes, nuestros perros saborean y pasan ciertas partículas al órgano de Jacobson.
Este órgano se encuentra entre la cavidad nasal y bucal a través del paladar duro y presenta una abertura justo detrás de los incisivos medios en la mandíbula superior. Es muy interesante, ya que gracias a él recogen información a través del olfato como, por ejemplo, hormonas, feromonas, oler posibles presas…
El lamer y oler también les ayuda a conocer con detalle el sexo, la edad y estado de salud de otros perros, además, pueden llegar a apreciar características físicas y psicológicas, como si el otro perro es joven o mayor, si está estresado, medicándose o en celo…
Lamer: ¿en qué contexto puede utilizarlo el perro?
Los lamidos de perro a humano son muy importantes para el animal, ya que pueden recoger información valiosa sobre la persona como, por ejemplo, si ha comido recientemente; en este caso, es posible que la comida esté cerca y pueda ser un buen momento para pedir.
También, pueden recoger datos muy importantes de dónde ha estado, si ha estado en contacto con otros humanos o animales, además, el estado de salud de la persona, el estado de ánimo o, incluso, si hay químicos en su piel.
En algunas ocasiones también lamen para «limpiarte» o como sinónimo de amor. En otros casos, puede estar pidiendo, desde una postura sumisa y gentil, espacio ante una situación tensa, es un modo de evitar el conflicto.
Los perros también usan este lamido cuando están ansiosos, expectantes o esperan algo. Como podéis ver, el acto es uno de los gestos más importantes del perro como método de comunicación principal con los humanos. Pero ¿qué hay de los lamidos entre perros?
En muchas ocasiones, lame a otro para expresar cariño y afecto, es una manera de mostrar que va con buenas intenciones y más del lado sumiso. En otros casos, les ayuda a relajarse, crear vínculos y expresarse.
Lamerse los belfos. Ante situaciones de estrés podemos apreciar que se relame los belfos, es otra señal de calma que suele utilizar para dar a entender que no está cómodo ante una interacción, situación o entorno en el que se encuentra.
Cuando el perro se quiere comunicar, hace uso de su expresión corporal, ya que es el método que más pueden emplear para relacionarse con su entorno.
«La croqueta»: revolcarse en sustancias olorosas
Es muy habitual observar a los perros tener esta conducta, cuando uno hace esto es porque experimenta niveles altos de estrés positivo.
En ocasiones podemos apreciar cómo otros perros tienen una conducta de imitación y se unen a la fiesta de las croquetas. Esta conducta es usada para múltiples situaciones como recoger y dejar información a otros individuos, por ejemplo, cuando ha detectado un olor intenso de otro animal muerto, entonces es una señal para llamar la atención a otros perros, de que ha encontrado rastros de algo comestible. Incluso hay teorías en las que se cree que pueden utilizar esta conducta para atraer a individuos de la misma especie, ya que el olor frecuentemente es un gran símbolo de estatus para un perro, los humanos usamos perfume caro y otros utilizan elementos de la naturaleza.
Marcaje: orinando y defecando
Aunque parezca curioso, los perros también marcan defecando. Las heces suelen ser lubricadas con un aceite que se encuentra en las glándulas anales, este aceite que recubre las heces contiene partículas olorosas que otros cánidos son capaces de identificar.
A algunos les gusta escoger el área perfecta para no pasar desapercibidos por otros perros y dejar su información depositando en dicha localización las heces. En el caso de la orina, suelen marcar tanto hembras como machos. Se tenía entendido que era solo un comportamiento exclusivo de los machos y que las hembras solo marcaban cuando estaban fértiles o en periodos próximos a serlo, pero esta teoría es errónea, ellas también usan esta herramienta para dar a conocer su estado de salud, edad y otros factores, independientemente de si están en celo.
El marcaje es una herramienta muy importante de comunicación, ya que en todo encuentro perro con perro pueden dejar rastros de su identidad y ayudar a ser más fluido el saludo dependiendo de la situación.
Permanecer durante periodos prolongados sosteniendo la mirada perro con perro suele ser de mala educación y puede acarrear tensión y desencadenar un conflicto.
La mirada
En el lenguaje canino, permanecer durante periodos prolongados sosteniendo la mirada perro con perro suele ser de mala educación y puede acarrear tensión y desencadenar un conflicto, por eso, cuando saluda a otro o socializa utiliza señales de apaciguamiento, no sosteniendo la mirada fijamente, utilizando el olfato, respetando tiempos y espacios.
Ojos de ballena. Hace un tiempo se hizo viral en las redes sociales un gesto que utilizan a menudo nuestros perros. A gran parte de dueños, esta forma de mirar les parecía adorable, sin saber lo que realmente significaba, así que empezaron a grabar y publicar sin saber lo que realmente en ese momento estaba necesitado. Básicamente, cuando un perro hace «la típica mirada de ojos de ballena» está pidiendo desesperadamente espacio, él suele recurrir a este lenguaje corporal cuando se siente atrapado y necesita que lo que le genera este conflicto se aleje. En raras ocasiones, si no se respeta el espacio pueden llegar a atacar por sentirse acorralados.
Podemos apreciar cómo su mirada no mira fijamente, más bien está con la cabeza ladeada presentando las pupilas dilatadas, la boca se presenta abierta y podemos escuchar cómo llegan a jadear; esto pasa porque en ocasiones el nivel de estrés se incrementa por la situación.
Ojos suaves o calmados. Esto es señal de que está tranquilo en la situación que le rodea. Suelen ser en momentos donde el lugar y las relaciones con otros individuos son favorables, es una forma en la que exteriorizan calma y felicidad sin tener la necesidad de confrontación o estar en alerta.
Su lenguaje corporal se muestra de la siguiente manera, podemos apreciar mandíbula relajada, postura corporal calmada sin presencia de tensión o inmovilización, ojos almendrados sin permanecer fijos a ciertos estímulos.
Ojos de deseo o súplica. Este lenguaje es exclusivamente usado para comunicarse con los humanos, ya que, como se comentó, de perro a perro puede ser una conducta de mala educación e irrespetuosa. Los perros suelen recurrir a este gesto para pedir a un humano recursos, como juego, comida, atención o afecto.
Podemos apreciar cómo su mirada se abre y las cejas suben, en esta situación los perros hacen contacto visual ininterrumpido con los humanos para conseguir ciertos recursos. Esto fue una de las claves para la domesticación del perro por nuestros antepasados.
Ojos entrecerrados. Cuando la mirada de un perro está tratando de eludir el contacto visual a toda costa, a veces incluso podemos ver cómo sacan y esconden la lengua continuamente, apreciando un pestañeo continuo junto con la mirada entrecerrada; seguramente, está atravesando alguna situación en la que se siente incómodo, puede ser que la actitud de un integrante del grupo esté siendo demasiado intensa sin respetar los tiempos de calma y las señales de apaciguamiento establecidas entre ellos.
En ocasiones, el perro también puede estar en una situación incómoda pudiendo llegar a sentir temor; en estas situaciones, podemos apreciar que a los gestos explicados anteriormente se suma una postura encorvada y la cola escondida con la cabeza baja.
Ojos y postura rígida. Podemos apreciar cómo el perro tiene contacto visual directo sin apenas pestañear, orejas bien elevadas y acompañadas de una postura corporal rígida, la boca permanecerá cerrada con fuerza.
En estas situaciones, el animal está preparado para una confrontación con otro individuo. Suele pasar en situaciones que le preocupan o le incomodan bastante. Si el perro ha llegado a esta situación claramente se habrán ignorado las señales previas o en un pasado no le sirvieron.
Un perro puede transmitir mucha información a través de su postura, su mirada y la posición de sus orejas.
La conducta de monta
Es el movimiento que realizan los machos para emparejarse, sin embargo, en diferente contexto que no sea procrear, suele aparecer por determinados motivos. En ocasiones, en ciertas situaciones de estrés generado por otros individuos o por el ambiente que le rodea, el perro suele recurrir a esta conducta independientemente del género que sea, esto suele llamarse actividad de desplazamiento. Las actividades de desplazamiento se realizan en una situación específica, para cambiar la motivación y escapar de la misma, el individuo obtiene una sensación de confianza realizando una acción con la que se siente seguro y está relacionado con algo placentero para él.
En ocasiones, un perro puede tratar de desviar un miedo hacia una motivación sexual, bien dejando al descubierto su parte trasera o montando. En determinadas ocasiones, ciertos expertos siempre han unido esta conducta a un mero acto de dominancia, pero se ha descubierto que no toda la motivación es causada por esto.
Las orejas: clave en su comunicación
Orejas en alerta. Suelen presentarse en alto y estar de frente. En estas situaciones, el perro puede experimentar un estado de excitación, interesado o atento a ciertos estímulos, entorno o individuos.
Hay que recordar que no solo hay que prestar atención a esta postura, siempre hay que mirar el resto del cuerpo y analizar la situación en la que se encuentra.
Orejas caídas. Podemos apreciar unas orejas caídas pero no pegadas a la cabeza, los perros pueden tener esta conducta si se sienten intimidados por otro individuo u otro individuo no ha sido gentil a la hora de saludar.
También pueden tener este gesto en el caso de ser ellos los que se acercan a un individuo, suele ser una señal calmada y sumisa sin confrontación para indicar una bienvenida o, bien, acercarse adecuadamente tratando de no ser invasivo y mantener una postura respetuosa.
Orejas caídas y pegadas a la cabeza. Esta postura suele ir acompañada del resto del cuerpo paralizado y la cola escondida. Es un claro signo de que el perro no puede sobrellevar la situación y está llegando a entrar a un nivel de ansiedad elevada, cerca del pánico. En ciertas ocasiones, también está relacionado con un sentimiento de miedo o tristeza.
Hay que tener en cuenta que siempre existe una postura neutral y calmada de las orejas cuando el perro está apaciguado.
Orejas en alerta por un sonido que les transmite curiosidad. Seguramente habréis apreciado cómo por determinados sonidos nuestros perros responden ladeando la cabeza en una dirección y, al momento, en otra, esto lo hacen para captar mejor los sonidos que están alrededor y les transmiten curiosidad, es una forma de saber de dónde proceden con exactitud.
Esconderse tras las piernas de su familiar humano
Durante bastante tiempo se ha malinterpretado esta conducta. Se ha creído que era desfavorable, pero lo que el perro simplemente indica es que no quiere establecer una relación con otro perro, de hecho, puede que esté siendo demasiada energética para él o, simplemente, el individuo que se le ha acercado le imponga temor y quiera resguardarse en un lugar seguro. Lo más apropiado en estas situaciones es marcharse del lugar, porque en ciertas ocasiones, si no se reacciona a tiempo, puede llegar a recurrir a la violencia para protegerse.
En este saludo, los perros están interesados en conocer ciertas características, además, es uno de los saludos más educados que podemos apreciar.
Los saludos en los perros
El saludo en los perros es cuando dos individuos muestran sus intenciones pacíficas. Hay que comprender que el saludo es una ramificación de la agresividad, es un comportamiento ritualizado.
En animales sociales como los perros, en vez de tener conflicto, han desarrollado esta actividad ritualizada para no presentarse como una amenaza, en el saludo podemos apreciar que hay comportamientos modificados, como en el sexual o en el paternal, normalmente, cuando dos individuos tienen aproximadamente la misma edad puede desencadenar el juego.
En el saludo podemos apreciar cómo regularmente empiezan olisqueando precavidamente el hocico del otro por un periodo de tiempo corto para pasar a los genitales. Si en el instante del saludo apreciamos que hay contacto directo mirada con mirada y el momento de olisquear el hocico y genitales se extiende es señal de ser irrespetuoso y un poco tenso.
Estirando las patas delanteras. Es una actitud juguetona, suele presentarse con más frecuencia en perros jóvenes cuando están a punto de empezar el ritual de saludo, es práctico para dejar claro sus intenciones de juego y felicidad por el encuentro. Podemos apreciar cómo sus ojos y orejas se encuentran en una posición calmada sin necesidad de alerta.
Saludo alegre. Suele ser un saludo habitual entre los perros y también con las personas, lo muestran cuando sienten felicidad por encontrar a un amigo o humano de forma tranquila y sintiendo emoción, podemos apreciar cómo su expresión facial es relajada con la boca medio abierta y dejando caer la lengua calmadamente, los movimientos del cuerpo no son rígidos, más bien hay ligereza y contoneo de patas y cola activos que muestran su alegría.
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Olisquear el hocico y terminar con la cola. Como previamente se ha explicado acerca del marcaje orinando y defecando, los perros tienen en el ano unas glándulas que lubrican las heces en un aceite que las recubre y contiene partículas olorosas. En este saludo, los perros están interesados en conocer ciertas características de cada uno, digamos que es uno de los saludos más educados que podemos apreciar.
Siempre se empezará brevemente por el hocico para ir continuamente en dirección a los genitales. Podemos apreciar cómo puede llegar a lamer la zona, para obtener mejor la información el uno del otro, y terminar en la cola, ya que ahí se encuentran las partículas olorosas que darán más detalles del perro, por ejemplo: edad, estado de salud y condición sexual.
Saludos breves e informales. Suelen ser saludos de periodo corto y no se extienden más de un toque de nariz mutuo. Podemos apreciar la postura corporal relajada, acostumbra a ser un acto de curiosidad.
Saludando al acecho. Suele ser típico en razas como el collie o perros de pastoreo. Podemos apreciar que cuando encuentran un perro se tumban y sus orejas pasan a estar atentas esperando a que se acerque el otro perro. Una vez se ha acercado, suele aproximarse dando un pequeño salto con ímpetu; esto no es una mala conducta, es otra alternativa de saludo. Hay que ir con cuidado porque algunos perros miedosos, inseguros o adultos se lo toman como una falta de respeto o invasión.
Con esta acción, el perro indica que no quiere establecer una relación con otro perro.
El bostezo
Los perros comparten esta característica con los humanos, incluso, en determinadas ocasiones, podemos escuchar un sonido emitido por el bostezo. Se suele pensar que el bostezo solo está asociado al cansancio o al aburrimiento, pero en los perros esta conducta es más que eso, ya que suele ser una conducta de desplazamiento para situaciones de inseguridad, excitación, vergüenza o apaciguamiento hacia otros, también, es una señal de alivio pasada una situación estresante.
El juego en los perros
En el juego se entremezclan distintas emociones que no llegan a ser problemáticas, es como un ritual donde se puede apreciar signos de agresión, persecución, señales de calma, comportamientos infantiles, incluso, sexuales. Gracias al juego, los perros jóvenes aprenden a medir su intensidad de modo que les ayuda a relacionarse con otros de distinto rango y edad, el juego es importante para el aprendizaje.
Juego de contacto. Podemos encontrarnos con este tipo de juegos simulando una pelea. En ocasiones, hay presencia de vocalizaciones como gruñidos y, de vez en cuando, algún ladrido. Se intercambian mordiscos sin presión por ambas partes y siempre hay tiempos de descanso, todo juego tiene momentos para bajar la intensidad, porque si nos encontramos en caso contrario, podría dar pie a una rivalidad por no respetar el espacio.
Los momentos de descanso pueden observarse cuando algún perro decide tumbarse, irse a olfatear, cortar contacto visual o sacudirse.
En este juego siempre se intercambiarán los papeles de depredador y presa, también es habitual observar cómo los perros grandes se ponen a la altura de los más pequeños para así tener igualdad de condiciones.
Juego persecutorio. Se inicia con una provocación. El que provoca quiere ser perseguido y suele hacer posturas como pegar las patas delanteras al suelo y subir la cola. Se puede observar un contoneo de cola juguetón, a veces en esta postura también hacen uso del ladrido para incentivar la reacción del oponente. Otras formas de reclamar este juego sería ladrando y dando toques con el hocico en el cuello o mordisqueando un poco las patas traseras.
Expresiones faciales durante el juego. Podemos observar los ojos de ballena, simulación de mordisquear, boca abierta y, en ciertas ocasiones, mostrar los dientes. Todo esto también puede estar acompañado de vocalizaciones dependiendo de la situación de juego; en los juegos, habitualmente, los perros comprenden y respetan las señales de calma del prójimo, pero en ocasiones hay que ser precavido y prestar atención para evitar conflictos innecesarios.
El lenguaje es el único método de comunicación que tenemos los seres vivos, cada uno a nuestra manera, haciendo que como especie nos distingamos y seamos únicos.
La postura corporal: del relax al estrés
Postura relajada. Podemos apreciar cómo el perro mantiene todo su cuerpo libre de tensión, suelen llevar la cola en una posición intermedia acompañada de un contoneo suave, presentan la boca abierta ligeramente y los ojos almendrados, ni muy abiertos ni muy cerrados, las orejas no están en una posición concreta, ya que están moviéndose para captar los sonidos que se encuentran en el entorno. Este tipo de conducta se suele apreciar en entornos favorables, libres de contaminación acústica y más en la naturaleza.
Postura insegura. En estas situaciones, el perro suele ser más cauto en el entorno en el que está, se puede ver cómo apoya más las patas delanteras y se queda fijo con la mirada fija visualizando ciertos estímulos de su entorno. También hay una gran diferencia en cuanto a la postura relajada, ya que hace uso del olfato de un modo ansioso. En esta situación suelen tener la cola y la cabeza bajas y hay muchos momentos de pausas para poder recoger más información de su entorno.
Postura en alerta. Cola, orejas y cabeza se encuentran en una postura elevada, regularmente los ojos apuntan hacia un estímulo o individuo en concreto, mayoritariamente, cuando ocurre esto suele ser a causa de un cambio en el entorno que les provoca interés.
Al acecho. Como previamente se ha explicado acerca del saludo, esta costumbre es muy popular en ciertos grupos de perros. De todos modos, dependiendo de la situación puede ser alarmante, ya que algunos utilizan este recurso para enfrentar un peligro y suele terminar en un acto de agresión. Aquí podemos observar como si un depredador estuviera acechando a su presa. Hay dos formas de realizarla: una tumbándose y otra, en forma activa, como acercándose lentamente desde una postura baja y cuerpo sigiloso sin apenas movimiento en cola, orejas o mirada.
Frenética. Muchas veces se suele confundir esta postura corporal como felicidad extrema, pero realmente cuando un perro trata de saltar hacia cualquier persona está sintiendo grandes niveles de estrés y frustración, no se trata de un acto impulsivo por saludar. Cuando está frustrado a este nivel, podemos apreciar cómo la cola se mueve energéticamente y su respiración se acelera abriendo la boca y dejando caer la lengua, también podemos apreciar cómo las orejas las mantienen pegadas a la cabeza.
Asustado. Esta situación ocurre cuando un perro trata de evadir una interacción o bien su entorno le está creando inseguridad y no se siente cómodo. Aquí, su postura corporal se arquea escondiendo la cola, es como si quisiera hacerse pequeño para pasar inadvertido, podemos apreciar cómo también mantiene la cabeza cabizbaja y la boca cerrada. Esta postura es una forma de ser sigilosos y evitar cualquier tipo de interacción, si no se respeta el espacio del perro, podría pasar a recurrir a la «defensa» por sentirse atemorizado y atrapado.
En posición de defensa se suele apreciar cómo el pelo de la columna se eriza y muestra los dientes; aunque parezca mentira, aquí el perro está dando una amable advertencia para evitar hacer uso del ataque.
Reactivo. Suele ocurrir cuando otras señales de defensa no han sido respetadas, entonces el perro pasa directamente a la agresión como modo de escapar de la situación atacando a lo que le perturba. Normalmente, podemos ver cómo el perro pasa a tener una conducta impulsiva mostrando los dientes y vocalizando excesivamente, la cola pasa a tener movimientos bruscos y se eriza incluyendo la columna.
Al igual que los humanos, el perro tiene su propio lenguaje corporal y nosotros hemos aprendido a entenderlo con el único fin de estrechar nuestra relación, haciendo que se sientan parte de nuestra comunidad, ofreciéndoles todo lo que necesitan a cambio de su apreciada compañía y eterno amor.
Fuente: https://www.muyinteresante.com/mascotas/64902.html