El temor a los barbijos, el encierro en las casas sin actividad y extrañas actitudes como esconderse debajo de la cama, ladrar en exceso o gruñir.
La opinión de los especialistas sobre el aislamiento en las mascotas. Y el reclamo de los paseadores que piden que la actividad sea declarada esencial para que los animales puedan recuperar su rutina
Algunos perros experimentan cambios en el carácter debido al encierro.
Los 40 días del aislamiento social y preventivo para evitar la propagación del COVID-19 afecta a las personas y también a los animales que habitan departamentos o espacios chicos y que, sin comprender qué pasa, de un día a otro vieron sus hábitos y rutinas modificados. La falta de paseos, juegos en el parque y el cambio de rutina hace que algunos canes manifiesten alteraciones en el carácter, lo que varían entre el miedo, tonarse ásperos o indiferentes al entorno.
Preocupadas las familias, comparten videos y preguntas con sus veterinarios y los paseadores de sus perros. Mario Rusconi, paseador hace 33 años, recibió por whatsapp la preocupación de una familia con el cambio de conducta del perro. «Solía pasear todos los días a 23 perros y los dueños de tres de ellos me mandaron videos en los que manifestaban actitudes desconocidas y que los preocuparon mucho», señaló.
Se refiere al caso en que uno de los perros que pasea tomó uno de sus juguetes, el que siempre comparte con la familia, pero se escondió con él debajo de la cama. «Estuvo ahí 12 horas y cuando lo quisieron sacar gruñó», contó el paseador que también fue consultado por otros dos clientes que necesitaron de su ayuda porque sus animales estaban nerviosos e inquietos. «Todo esto es por la ansiedad que viven y el encierro», aseguró.
«Hay que dar tiempo a los perros para que se acostumbren a ver a las personas de la casa con tapabocas o barbijos y no se asusten», recomienda el paseador Mario Rusconi.
Mario tiene entre su clientela a dos personas con discapacidad motora y para ellos contar con quien pasee a sus perros es indispensable. «Uno de ellos no tiene quien le ayude porque la única persona que vive con él pertenece a la población en riesgo y no puede exponerse. Por eso hace unos días comencé a sacar su perro, ya no podía estar más tiempo encerrado», confió y agregó que durante el breve paseó notó cómo en algunos casos los animales se asustan o ponen nerviosos frente a personas con tapabocas o máscaras de protección facial.
«Lo que aconsejo es darles tiempo de acostumbrarse, para que cuando vea a las personas de la casa con tapabocas o barbijos no se asuste con el impacto. Por ejemplo, cuando fui a buscar a uno de los perros me quité el barbijo y los lentes de protección que uso antes de abrir la puerta. Cuando me vio y reconoció salió tranquilo, y yo me puse esos lentes en el ascensor y el barbijo antes de salir a la calle. En ese momento, el perro ya sabía que era yo y entendía que estaba por salir a pasear, entonces no se alteró», dijo el paseador.
Aún así, notó las actitudes que tenía en la calle. «Se asustaba cuando esperaba en el semáforo y veía a las personas con el tapabocas, pero estaba contenido».
Los perros de poca edad necesitan gastar más energía que los adultos. Todos ellos necesitan atención durante el aislamiento.
Según Rusconi, al cumplirse 20 días de la cuarentena comenzó a recibir mensajes de sus clientes avisando que los perros estaban inquietos y comenzaban a manifestar cambios de conducta y carácter. «Cuando llegamos a los 25 días de aislamiento y supe que esto no se levantaría, atendí esos llamados porque esos clientes necesitaban ayuda con sus perros. Hubo tres casos que necesitaban que los sacara a pasear porque ellos no podían, el perro necesitaba caminar y también lo necesitaba mi economía», aseveró al rememorar el momento en que decidió retomar su trabajo por unas horas.
La experiencia fue positiva. Desde que el primer día que volvieron a pasear, esos perros cambiaron su conducta en la casa. «Recuperar un poco de sus rutinas los ayudó a bajar muchísimo la tensión porque esto es solo un tema de ansiedad y encierro. Ellos también necesitan disfrutar y descargar energías».
Consultada sobre esos cambios que puedan experimenten los perros debido al encierro, Carla Spinelli, técnica en Modificación del Comportamiento Canino sostuvo que «la cuarentena y el confinamiento pueden afectar a nuestros perros de formas diversas. Las circunstancias son iguales para todos: debemos quedarnos en casa y salir lo mínimo indispensable, y la disminución (o falta) de los estímulos que vienen del afuera y enriquecen la vida de nuestros perros en lo cotidiano como los sonidos, olores, personas, otros perros, etc., sumado a nuestra presencia permanente en casa, hacen que ellos también vean modificada su vida».
«Se han encontrado de golpe con cambios en sus rutinas, en la convivencia. Y, en algunos casos, con cambios emocionales en las personas con las que conviven y a quienes quieren. Todo esto genera una nueva forma de vivir que les limita en algunos aspectos y modifica la estructura de su día a día, pero es difícil que esas actitudes se tornen agresivas».
Entre los cambios de carácter o actitudes, los perros pueden experimentar ansiedad por el encierro.
Para la adiestradora canina, pueden aparecer problemas «comportamentales» de diversos tipo en esta etapa. Enumera: ansiedad, aburrimiento, tristeza, algunos miedos, insistencia permanente al juego, necesidad de atención o algunos problemas en el paseo ante su corta duración o la imposibilidad de interactuar con sus conocidos -tanto caninos como humanos- en la calle.
Spinelli, miembro de Educan CABA Norte, aseguró a Infobae: «Tenemos que poder evaluar y reconocer qué es lo que les afecta para poder ayudarlos en cada situación particular y mantener así su salud comportamental, la cual sostiene la calidad de vida de nuestros perros y sus posibilidades de integrarse felizmente en el mundo», sugirió.
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La importancia que tiene la socialización canina. El video subido a TikTok por StefaniMarynda, de Canadá, muestra la reacción de Samantha al ver a más de una cuadra de distancia a su amigo, un perro llamado Baldur. No se habían visto durante un mes.
Desde el grupo que integra realizan una campaña que apunta a contribuir, evaluar y mejorar la salud en el comportamiento de los canes ya que las circunstancias son iguales, pero ellos no.
«Estamos brindando ayuda gratuita mediante videos con técnicas para reducirles el estrés, talleres online contra el aburrimiento, tutoriales para hacer y usar juguetes interactivos que mantengan su mente ocupada», afirmó. «Hemos desarrollado una evaluación objetiva del bienestar canino a través de cuatro dimensiones de su comportamiento: física, emocional, social y cognitiva. Esta evaluación de la salud comportamental permite saber con exactitud en qué punto cada perro tiene un vida satisfactoria y plena, así como dónde podría mejorar para ser más feliz o para que no aparezcan problemas a futuro».
Considerando la importancia que tiene para muchas personas el cumplir con la cuarentena y el aislamiento, el paseador Mario Rusconi contó que entre los gremios que hicieron presentaciones al Gobierno para que la actividad sea considerada una de las esenciales, también lo hizo el Sindicato de Trabajadores Caninos. «Se presentó el Protocolo de Seguridad que tenemos para contribuir con la cuarentena y a su vez acompañarla porque no es solamente nuestra parte económica la que está afectada sino que por cada paseador que trabaja hay entre 15 y 25 familias que pueden permanecer en sus casas y cumplir con la cuarentena».
«Nuestro pedido tiene doble propósito: favorecer a los animales y sus familias, y que nosotros podamos contribuir para que haya menos gente sana calle. No entiendo cómo no nos han teniendo en cuenta», finalizó.
Fuente: https://www.infobae.com/sociedad/2020/04/29/como-afecta-la-cuarentena-a-los-perros-cambios-de-actitud-temores-y-hasta-tristeza/