El «aloe vera» es el cultivo del que más se ha hablado en los últimos años. Y a medida que se lo estudia en profundidad, se van encontrando nuevas propiedades y usos de esta planta. A pesar de ser una planta que se encuentra con facilidad en los fondos de muchas casas del interior de nuestro país, poca gente la utiliza aprovechando todo el potencial curativo y de tratamiento que posee.
NOMBRES:
Zabira, zabila, zabida, zadiba. Portugués: aloés, erva-babosa, babosa, azebre vegetal. Catalán: áloe, séver, atzavara vegetal. Vasco: belarrmintza.
FAMILIA: Liliáceas
DENOMINACIÓN FARMACOLÓGICA: Extracto= Aloes extractum. Tintura= Aloes tinctura
DESCRIPCIÓN: Áloe es un género de la subfamilia Asfodeloides de la Liliáceas, que comprende más de 200 especies. Es originaria de África Oriental y Meridional. Alcanza entre 2 y 3 metros de altura, aunque raramente hasta 6 metros. Las especies del género de los áloes son casi siempre leñosas, pero con las hojas muy grandes y carnudas, dispuestas en grandes rosetones y con una espina recia en su extremo, armadas de otras espinas marginales más pequeñas. Las flores son tubulosas, porque las seis piezas que forman la cubierta floral se sueldan todas entre sí en un tubo generalmente recto o encorvado algunas veces. Estas flores suelen tener color rojizo, anaranjado o amarillento. Los estambres son también seis, con largos filamentos que arrancan del fondo de la flor, debajo del pistilo. El fruto es una cápsula de paredes inconsistentes.
FLORACIÓN: Según las especies, en primavera y verano; y aún en invierno en sus respectivos países de origen. Los frutos son unas cápsulas de forma triangular.
RECOLECCIÓN: Las hojas, cuya savia se utiliza, son carnosas, miden unos 50 cm de largo, 10 ó 20 cm de ancho y 5 cm de grueso. Si se las hace un corte exudan un líquido acuoso de sabor muy amargo, acumulado en células secretoras que rodean la región cribosa. Ya que la pared celular que las separa es muy delgada, el jugo fluye con facilidad. Hay que cortar las hojas de modo que la secreción pueda recogerse en un recipiente. A continuación se condensa el líquido poniéndolo al fuego o al baño María. Después de separar la espuma se le vierte en otro recipiente en el que se solidificará. Así es como llega al mercado y se elabora después en forma de preparados galénicos (gotas, píldoras, supositorios, etc). Es raro el empleo del áloe puro.
LUGARES DONDE SE CULTIVA: Se cultivan, en número de cerca 200 especies, en las laderas soleadas, a menudo en lugares rocosos o pedregosos del Antiguo Mundo, en la mayor parte de África, en Madagascar y en algunos puntos de Asia y América. Abundan, sobretodo, en la región del Cabo de Buena Esperanza. En las provincias del litoral de España y Portugal crecen sin cultivo diversas especies de este género, pero su cabal conocimiento requiere a menudo la técnica especializada de un aloísta.
LA ACTUAL EXPERIENCIA CON EL ÁLOE VERA: Desde hace cinco años que esta planta está causando furor entre los que se acercan al mundo de las plantas medicinales, pero en realidad no estamos haciendo otra cosa que redescubrir lo que los árabes ya practicaban siglos atrás. Siempre fascinó el poder curativo de esta planta, y tras estudiarla minuciosamente y teóricamente, mucha gente decidió sembrarla en grandes extensiones, aprovechando que no requiere riego prácticamente. En Ibiza se la llama «Atzavara vera», y era muy conocida y respetada por sus propiedades benefactoras sobre la piel y el hígado, además de como purgante. También se le daba a las gallinas con tal de curar epidemias como la pigota y otras enfermedades infecciosas. Estas mismas gentes contaban que las embarazadas no pueden usarla, ni tampoco las personas con hemorroides. No se ha comprobado crema más sana para la cara y las manos que el gel o acibar de esta planta, utilizado tal cual sale de sus hojas. Aplicado sobre las heridas, ayuda a desinfectar y cerrar la herida.
EL ACÍBAR: En Medicina, se utiliza el jugo de sus hojas cuajado en una masa sólida de color muy oscuro y muy amarga, llamada acíbar. Generalmente, se obtiene dejando fluir el licor que se escurre de sus hojas cortadas transversalmente, por la cortadura de las cuales resuma colocadas sobre un recipiente a propósito. Este licor se deja que se concentre y se vaya espesando al calor del sol o bien con calor artificial, operaciones que se hacen en los respectivos paises de origen, principalmente en el Cabo. Pero el más viejo y famoso acíbar era el de la isla Socotora, del sur de Arabia, llamado acíbar socotrino y en latín aloe succotrina. Cuenta Pio Font Quer que hallándose de guarnición en Tarragona con su regimiento en donde el áloe que él llama vulgaris se cría en abundancia, preparó el acíbar en casa de un amigo suyo, un tal Odón Guiralt, que era perito farmacéutico. La operación, dice, salió pewrfecta, tanto por la consistencia del acíbar obtenido,como por su color, olor y sabor, y su uso produjo los mismos efectos del que se usa en Medicina. Es por esto que el áloe vulgar que se cría en la Península y Baleares es muy apto para uso medicinal. Lo que no nos dice Pio Font Quer es que siglos antes se obtuviese acíbar en la provincia de Málaga, de los extenso zabilares que se criaban en ella, plantados por los moros.
COMPOSICIÓN: La composición del acíbar varía según el áloe de que procede, la época de recolección y el método para elaborarlo. Contiene del 6 al 10% de agua, y las mejores suertes de esta droga dejan alrededor del 2% de cenizas. Lo que más varía es la cantidad de resina, que oscila entre el 40 y el 80%. Esta resina, que carece de importancia farmacológica, es un éster del ácido paracumárico y un alcohol resínico, elo aloerresino tanol. Además el acíbar contiene el 20% de aloínas, a las que se le atribuyó naturaleza de glucósidos.
VIRTUDES: Por la emodina que dejan en libertad en el intestino, los acíbares tienen virtudes purgantes, parecidas a las del sen, ruibardo, frángula, etc., cuando las dosis administradas son lo suficiente elevadas (por lo menos de 0,20 gr.). A dosis menores tienen facultades estomacales y aperitivas. El áloe es un purgante vigoroso de rápida acción que incide sobre el intestino grueso. Sólo en preparados galénicos o juntamente con otras plantas medicinales es componente de numerosos purgantes en forma de gotas, píldoras, tabletas, grageas y supositorios. La tintura, el extracto y otros preparados tienen cierta importancia como productos estimulantes de la secreción biliar. El áloe es eficazmente empleado como purgante, colagogo y aperitivo.
UTILIZACIÓN EN HOMEOPATÍA: Las diluciones a partir de la D4 se emplean en los estados de debilidad de los órganos digestivos. Mejora las afecciones intestinales que implican al hígado. La tintura se usa externamente para las quemaduras (también las causadas por los rayos X) y heridas mal cicatrizadas en forma de apósitos (diluida con agua en la proporción 1:10).
HISTORIA: El conocimiento de los áloes y del acíbar se remonta a una grande antigüedad. A mediados del siglo XVI, según refieren Mattioli y Laguna en los comentarios a dicho capítulo, la planta llamada áloe era común en gran parte de Italia, y se hallaba a cada paso plantada por los jardines y en los tiestos.En Andalucía existían grandes plantaciones de áloes en tiempo de los árabes, entusiastas propagadores del uso medicinal del acíbar.
Aloe
(Diversas especies del género Aloe)
Sinonimia:
· · – Castellano: zabira (del árabe çabira), zabila, zabida, zadiba, pita zabila.
· · – Portugués: aloés, erva-babosa o babosa, azebre vegetal.
· · – Catalán: àloe, séver, atzavara vera.
· · – Vasco: belarrmintza, lerdamin.
· · – Italiano: aloe.
· · – Francés: aloés.
· · – Inglés: aloe.
· · – Alemán: aloe.
Descripción
Las especies del género de los áloes son casi siempre leñosas, pero con las hojas muy grandes y carnudas, dispuestas en grandes rosetones y con una espina recia en su extremo, armadas de otras espinas marginales más pequeñas. Echan uno o diversos bohordos axilares que rematan en hermosos ramilletes.
Las flores son tubulosas porque las seis piezas que forman la cubierta floral se sueldan todas entre sí en un tubo las más veces recto, y en otros casos algo encorvado y aun bilabiado. Estas flores suelen tener color rojizo, anaranjado o amarillento.
Los estambres son también seis, con largos filamentos que arrancan del fondo de la flor, debajo del pistilo. El fruto es una cápsula de paredes inconsistentes.
Florecen, según las especies, en primavera y verano, y aun en invierno en sus respectivos países de origen.
Se crían, en número de cerca 200 especies, en las laderas soleadas, a menudo en lugares rocosos o pedregosos del Antiguo Mundo, en la mayor parte de Africa, en Madagascar y en algunos puntos de Asia. Abundan, sobre todo, en la región del Cabo de Buena Esperanza.
En las provincias del litoral de nuestra Península crecen sin cultivo diversas especies de este género, pero su cabal conocimiento requiere a menudo la técnica especializada de un aloísta.
En Medicina se utiliza el jugo de sus hojas cuajado en una masa sólida de color muy oscuro, y muy amarga, llamada acíbar.
Generalmente, se obtiene dejando fluir el licor que se escurre de sus hojas cortadas transversalmente, por la cortadura de las cuales rezuma colocadas sobre un recipiente a propósito.
Este licor se deja que se concentre y se vaya espesando al calor del sol o bien con calor artificial.
El más viejo y famoso acíbar era el de la Isla Socotora, del sur de Arabia, llamado acíbar socotrino, y en latin aloe succotrina.
Esta droga, por ser exótica, no debería figurar aquí. Pero habiéndose obtenido en España en otros tiempos, y siendo posible prepararla de nuevo, caso de ser necesario, damos cuenta de ella y de sus plantas productoras.
En efecto, en la «Flora española» (volúmen II, pág. 251), refiere Quer que, hallándose de guarnición en Tarragona con su regimiento, en donde el áloe que él llama vulgaris se cría en abundancia, preparó el acíbar en casa de un amigo suyo, perito farmacéutico, llamado Odón Guiralt.
La operación, dice, salió perfecta, tanto por la consistencia del acíbar obtenido, como por su color, olor y sabor y su uso produjo los mismos efectos del que se usa en Medicina.
Por esto, añade, no tiene duda que del áloe vulgar que se cría en España se puede extraer esta droga, y se puede usar con toda satisfacción, y corresponderá en sus efectos, con poca diferencia, a la que nos viene de partes remotas.
Lo que no nos dice Quer es que siglos antes se obtuviese acíbar en la provincia de Málaga, de los extensos zabilares que se criaban en ella, plantados por los moros.
Uso del áloe
Uso y virtudes del áloe (Diversas especies del género Aloe)
Por la emodina que dejan en libertad en el intestino, los acíbares tienen virtudes purgantes, parecidas a las del sen, ruibarbo, frángula, etc., cuando las dosis administradas son lo suficiente elevadas (por lo menos de 0,20 gr.). A dosis menores (hasta de 0,10 gr. como máximo) tienen facultades estomacales y aperitivas.
Se acostumbra tomar en forma de píldoras. En Medicina familiar, cuando se puede pesar bien, se da un fragmento de acíbar, hasta de 1 gr. como dosis máxima para los adultos, envuelto en una oblea o en un papelito de fumar. Tomándolo por la noche, antes de acostarse, el efecto purgante se produce a la mañana siguiente.
Determinando congestiones abdominales, el acíbar no debe darse a las mujeres durante la menstruación y el embarazo ni tampoco a cuantos padecen hemorroides sanguinolentas. Tampoco se debe administrar a los niños.
Para beneficiarse de sus cualidades tónicas y aperitivas al acíbar también forma parte de numerosas preparaciones farmacéuticas actualmente bastante olvidadas, en las que entra en pequeña cantidad. He aquí, por ejemplo, la fórmula del licor estomacal de Raspail:
30 grs. Sumidades y raíz de angélica 4 grs. Cálamo aromático 2 grs. Mirra 2 grs. Canela en rama 1 grs. Acíbar 1 grs. Clavos de especia 1 grs. Vainilla 0,25 grs. Nuez moscada 0,25 grs. Azafrán
Todos estos ingredientes se echan en una botella y se dejan en maceración con 1 l. de espíritu de vino durante quince días. Luego se filtra el alcohol, y se le añaden 500 gr. de azúcar previamente disueltos en 0,5 l. de agua.
Este licor, tomando una copita después de las comidas procura una buena digestión cuando el estómago se muestra perezoso.
Históricamente
El conocimiento de los áloes y del acíbar se remonta a una grande antigüedad.
Dioscórides trata de unos y otro, y da los caracteres de las mejores suertes de acíbar, en el capítulo 23 del Libro III.
A mediados del siglo XVI, según refieren Mattioli y Laguna en los comentarios a dicho capítulo, la planta llamada áloe era común en gran parte de Italia, y se hallaba a cada paso plantada por los jardines y en los tiestos.
Por lo dicho antes para justificar la inclusión de los áloes en esta obra, ya se ha visto que, por lo menos en Andalucía, existían grandes plantaciones de áloes en tiempo de los árabes, entusiastas propagadores del uso medicinal del acíbar.
MANTENIMIENTO Y CULTIVO:
El Aloe Vera, tiene dos enemigos naturales: el exceso de agua y el frío por debajo de lo 0ºC. Es muy resistente a la plagas y a la falta de agua.
Para su cultivo, es mejor hacerlo en maceta de barro en vez de plástico. Este lo llenaremos con tierra normal de jardín con un 50% de turba, a partes iguales. En el fondo pondremos un drenaje de dos dedos de grava. Se cubrirá la planta hasta el nacimiento de las hojas, esperando un par de semanas, para empezar su riego, así dará tiempo a cicatrizar sus heridas durante el trasplante. Situar la planta en lugar soleado y cálido, donde tenga mucha luz de sol. En el invierno, la protegeremos del frío. Su reproducción mediante hijos que le nacen alrededor. Cuando estos tengan una altura de cuatro dedos, se han de separar de la planta adulta. Lo podemos hacer de dos maneras: Hurgando con los dedos, hasta encontrar su unión de madre e hijo, y la otra, sacándola totalmente de la maceta, separándola de la madre con más precisión y con todas sus raíces, aprovechando así, para recortar las raíces de la planta madre, si es que las tiene demasiado largas, y añadiendo abono vegetal orgánico en la tierra al plantarlo de nuevo. Hay que recordar, que no se puede regar durante las dos primeras semanas después de su transplante.
Los hijos se dejan secar las heridas, durante un par de semanas, sin exponerlos al sol directamente, pudiendo plantarlos individualmente en maceta.
Hay muchos tipos de Aloe. Para evitar, que la planta se pueda polinizar por otra clase de Aloe y las semillas se vuelvan híbridas, hay que asegurarse que no hay otros aloes cerca (recordar, que el viento es un agente polinizador muy activo). Si no se tiene la seguridad que esto pueda suceder, hemos de cortar la vara de la flor a media altura, por debajo de donde están las flores, antes de que se abran. El resto de la vara, lo sacaremos fácilmente, cuando esta quede seca.
Todas las plantas de Aloe tienen propiedades curativas, sobre todo las adultas de tres años aproximadamente desde que han hecho la flor.
EL ALOE VERA EN LA BELLEZA
El Aloe es un ingrediente importante en muchos productos de belleza.
Penetra en las tres capas de la piel: Epidermis, la dermis, la hipodermis, y expulsa las bacterias y los depósitos de grasa que tapan los poros. Al mismo tiempo la acción de los nutrientes naturales, los minerales, las vitaminas, los aminoácidos y las enzimas, estimulan la reproducción de nuevas células.
También es un importante regenerador celular, cicatrizante, tonificador y de alta penetración en la piel. Cuando se usa con regularidad, evita las arrugas prematuras y retarda las propias de la edad. Reduce la medida de los poros abiertos, y se puede usar bajo el maquillaje.
Como el Aloe es astringente, se ha de combinar su uso con una crema hidratante, preferentemente que lleve Aloe entre sus componentes.
Es un excelente filtro solar de rayos ultravioletas y elimina las manchas causadas por el sol, si se usa por un periodo largo de tiempo.
El aloe, utilizado después del afeitado, da buenos resultados, ya que en pocos instantes regenera muchas de las células rotas al paso de la cuchilla de afeitar. Así usando una loción después del afeitado, dará una sensación de gran alivio. Igualmente, en este sentido, es muy eficaz utilizado después de la depilación: evita erupciones, granitos y rojeces, cerrando rápidamente los poros dilatados.
También es muy efectivo en la prevención o eliminación de pequeñas estrías.
Es importante, la hidratación de la piel con aceite o crema después que el aloe haya penetrado en la piel.
Cura del Cuero Cabelludo y Cabello
El jugo del Aloe Vera, se puede utilizar como champú, fijador y acondicionador, con notables resultados tanto para el cabello, como para el cuero cabelludo. Tomando un trozo de hoja, se le sacan los bordes espinosos, y lo cortamos por la mitad. Nos lo pasaremos, bien por toda la cabeza. Este, una vez seco, lo podemos dejar un rato, o bien toda la noche. Al día siguiente, lo aclaramos con agua, y el Aloe dará brillo, fuerza y protección a los cabellos.
Las enfermedades del cuero cabelludo, la grasa y la caspa, se tratan directamente, con jugo de Aloe.
Higiene Bucal. Afta. Herpes Labial
Chupando un trozo de pulpa de Aloe Vera con constancia, es un buen remedio para los dientes que sangran y que estén hinchados. Aligera el dolor de muelas y rebaja los flemones. También es preventivo de las caries y protege de los elementos agresivos que desgastan, a lo largo del tiempo, el esmalte de los dientes.
El afta, es una inflamación que afecta a las membranas de la boca, especialmente en los niños y en jóvenes; es tan doloroso que interfiere en la alimentación. Se recomienda que después de tener la pulpa de Aloe en la boca, se mastique y que se lo traguen, para que beneficie el paladar, el esófago y el estómago. Se ha de hacer más de una vez al día.
Para el herpes labial, hemos de aplicar el aloe, sin el sérver, ya que este es cáustico. Para eliminarlo, nada más hay que lavarlo con agua, frotándolo con los dedos.