La mortal

La mortal

Estimado Dr. Amor:

Tengo que comentarle una situación triste y dolorosa que me tocó vivir y que generó un cambio en mi vida, especialmente cambió todo lo concerniente a las relaciones con los hombres. Cuando tenía 18 años de edad -hace 2-, tenía un novio Omar, que en aquel momento tenía 22 años de edad.

La relación con Omar desde siempre fue muy fuerte, muy intensa, con una especial carga sensual. La pasábamos muy bien, salíamos a bailar, a comer afuera, a divertirnos y en especial, teníamos verdaderas «sesiones» de relaciones sexuales. Todo aquello que ustedes se imaginen, nosotros lo hacíamos. Pero a pesar de que siempre nos excitábamos mucho y llegábamos con facilidad al éxtasis, había algo que especialmente nos excitaba. A Omar le encantaba que le hiciera una fellatio en el auto, cuando iba manejando. Y verdaderamente a mi me calentaba mucho. Si me pregunta porque, no lo sé, pero la situación era muy, pero muy excitante. A tal punto que una vez estaba tan excitada que llegué al orgasmo sin haber tenido penetración o sin que Omar me tocara. Solamente haciéndole el sexo oral a él. Además, jugábamos que cuanto más rápido íbamos con el auto, más fuerte e intensa le hacía la fellatio. De reojo miraba el velocímetro del tablero, y a medida que subíamos lo velocidad del auto -y que marcaba el velocímetro- aumentaba el ritmo y la fuerza de mi labor. Y cada vez que podíamos, lo hacíamos. El 21 de septiembre de hace dos años, salimos a festejar el día de la primavera. Como corresponde fuimos a media tarde a los bosques de Palermo. Anduvimos en bicicleta, en bote y comimos algo en un restaurante de la zona. A eso de la 1:00 de la mañana, nos subimos al auto y lógicamente, -como corresponde- comenzamos a andar y yo comencé a hacerle sexo oral a Omar. Y comenzamos a andar cada vez más rápido, y doblábamos hacia un lado, aceleraba, doblábamos para el otro y aceleraba, y aceleraba y aceleraba y estaba por llegar al orgasmo, y aceleraba……..
«Cortemos esta chapa, a ver si podemos sacarla por este costado…» escuché la voz de un bombero que estaba trabajando sobre el vehículo. Al despertar, tuve que ubicarme en donde estaba y porque me dolía tanto todo el cuerpo. Y descubrí que estaba doblada, apoyada sobre el miembro de Omar, sobre sus piernas, apretada por el volante del automóvil. ¡Habíamos chocado con un árbol! Y quedamos atrapados en el habitáculo del auto. El impacto fue tan fuerte que Omar falleció en ese momento. Pero nunca podré olvidar la imagen de cómo me encontraron. Yo sobre la falda de Omar, apretada por los fierros, y él con su pene fuera del pantalón.
A partir de ese hecho, nunca más tuve relaciones con ningún hombre. No me atrevo, se me hace difícil y cuando lo he intentado, vuelve a mí las imágenes del triste accidente y su final. En especial, si el hombre que está conmigo me habla sobre sexo oral. ¡Peor! Me agarra como un dolor en la panza, que me descompongo.
Muchos amigos de mi novio, se acercan a mí, quieren hacerme compañía. Algunos me invitan a salir…….y es más, alguno hasta me invitó a tener sexo con él, para así volver a tener confianza -al menos eso me dice-. Pero verdaderamente, no puedo. También alguna vez alguien me dijo que Omar murió feliz. ¿Será así?
Doctor, ¿existirá solución a mi problema? ¿Volveré a tener sexo con algún hombre alguna vez?

Paula de la Ciudad autónoma de Buenos Aires


Respuesta del DR AMOR:

Estimada Paula:

Lamentamos mucho la pérdida de tu novio. Verdaderamente tu caso nos conmocionó a todos los que componemos esta sección. En especial a los doctores hombres. Es un caso sorprendente el tuyo. No por el hecho de lo que hacían o como disfrutaban el sexo, sino por como se desarrollaron los hechos y como culminó todo. Desde el aspecto de la metodología de cómo realizaban el sexo, lugares, posiciones, etc, cada pareja tiene sus técnicas y formas, y si esto satisface a ambos, no podemos agregar nada al respecto. Pero el hecho que te tocó vivir, lógicamente ha marcado un cambio en las futuras relaciones con hombres. Pero entendemos que debés convencerte que fue un accidente. Quizás haya existido irresponsabilidad por parte de ambos, al hacerlo a tanta velocidad, y en un lugar difícil para el manejo, como son los bosques de Palermo. Podrían haber tomado la autopista Nº 2 a Mar del Plata, por ejemplo. Es de doble mano -dos carriles- y de noche no anda nadie. Pero no es nuestra intención darte ideas al respecto. Sí te decimos, es que debés sobreponerte a todo esto que te pasó. En relación a los amigos de tu novio, nos parece que no son muy correctos al intentar ofrecerte tener sexo con ellos, como para que superes tus miedos. Más nos parecen una manga de vivos calentones, que quieren aprovechar tu debilidad y tu situación actual. No te enganches con ninguno de ellos, ya que te puede traer inconvenientes. En especial si alguno tiene u auto que ande a mucha velocidad. Un buen consejo es que la próxima relación de pareja que comiences, te cerciores directamente que no tenga auto. Fijate en alguien que ande en bicicleta, en scooter, en carro o hasta a caballo. Esto es por si acaso, porque si les toca pegarse un palo en alguno de estos medios de transporte, más que una torcedura de cuello, no van a sufrir.
Ánimo, Paula, que la vida continúa.
Buscá el camino que te lleve a volver a ser feliz. Ya nuevamente tendrás pareja y tu vida volverá a ser lo que era.
Y si te ayuda pensar que Omar murió feliz, así habrá sido.
¿Así habrá sido?

Dr. Amor

PD: Feliz Primavera…………¿no pensarás ir a festejar a los bosques de Palermo? ¿no?