Existen mamíferos que duermen de pie. Esto se debe a un reflejo de supervivencia ya que suelen ser seres que tradicionalmente han sido presa fácil para otros animales depredadores.
En este sentido, los caballos son potenciales presas para lobos, especialmente, como sería en el caso de la Península Ibérica. Sin embargo, en otros territorios los equinos encontrarían el peligro en animales tan feroces como pumas, tigres y otros grandes felinos en regiones de América, Asia y África.
Dormir de pie resulta especialmente útil para los caballos salvajes que viven en territorios desprotegidos y para los no estabulados. Basta con ver cualquier reportaje o documental de naturaleza para darse cuenta de que el animal que suele ser presa fácil es aquél que no presta atención a su entorno o aparece claramente «despistado».
Así, al dormir de pie mantienen activado un ancestral mecanismo de defensa ante un eventual ataque, ya que en realidad, en esa postura, el sueño es ligero, nada profundo. Además, estando de pie tienen la ventaja de que, en caso de acecho, estarían ya preparados para emprender la huida.
¿Cómo mantienen el equilibrio?
Los caballos, al dormir de pie, liberan el peso de una de las patas traseras al apoyar tan sólo la parte delantera del casco. Dejan así los tendones y los músculos en estado de relajación.
Esta postura tan sólo les permite dormir alrededor de unas cuatro o cinco horas al día con este sueño ligero. Y esas horas no son continuadas sino repartidas en varios ratos. Para conseguir un sueño profundo necesitan tumbarse. Y los caballos solo alcanzan el sueño profundo o bien sobre sus cuatro patas recogidas o bien de costado echados en el suelo.
Fuente: https://www.ventadecaballos.es/consejos-equinos/-por-que-los-caballos-duermen-de-pie-/1558