Quedarse con cara de póquer o poner cara de póquer. ¿Qué significa eso? ¿Que se nos queda cara de trébol? ¿Que se nos pone cara de diamante?
Pues no, aunque en esta ocasión y al igual que sucedía en frases como tener un as en la manga o cantar las cuarenta, la expresión de hoy también tiene su origen en los juegos de cartas.
En el póquer es muy importante que los contrincantes no sepan si llevas buenas cartas o no, ya que si fuese así, probablemente no ganaríamos demasiadas partidas. Por ello, el buen jugador de póquer no pone cara de alegría cuando recibe buenas cartas ni se pone triste o desanimado cuando sus cartas son malas.
Es decir, el buen jugador de póquer se mantiene con una expresión neutra, es decir, inexpresivo, ocultando sus sentimientos o apreciaciones. Y de ahí que cuando alguien se queda impasible, inexpresivo, con una cara neutra ante una situación, se le dice que se queda (o pone) cara de póquer. Curioso ¿verdad?
Poner cara de póquer