Pedro Navaja es una canción de salsa, compuesta por el músico panameño Rubén Blades e interpretada por el mismo junto con Willie Colón en 1978 y forma parte del álbum Siembra el cual es el disco más vendido de la historia de la salsa.
La canción trata sobre un proxeneta y hampón con ese nombre y fue inspirada en la canción Mack the knife de Bertolt Brecht con música de Kurt Weill, el título original era Die Moritat von Mackie Messer. Pedro Navaja narra los últimos momentos de este personaje y una prostituta en una calle del «viejo barrio». El tema fue grabado por el autor tras su insistencia ante los directivos del sello Fania Records que se negaban a grabarla por considerarla muy larga. El arreglo musical estuvo a cargo del trompetista borincano Luis «Perico» Ortiz, producida por Willie Colón y grabada en La Tierra Sound Studios en la ciudad de Nueva York.
La canción
La letra de la canción esboza una descripción del proxeneta Pedro Barrios que deambula en las calles de Bowery Side (bajo Queens new York) que un día se encuentra con Josefina Wilson, prostituta que se independizó de Pedro, e intenta darle muerte para vengarse por su alejamiento. En la narración se detalla la vestimenta y el andar de Pedro así como la suerte de Josefina de no encontrar clientes, también se hace mención a vehículo policial que circula discretamente por la calle. Al consumar el asesinato, Pedro recibe un disparo del revólver que tenía Josefina y ambos caen tendidos en la acera en el cruce de las calles A y B. Un borracho recoge los objetos de valor de ambos occisos y se retira cantando el coro de la canción.
La película
En 1984, la canción sirvió como base para la película del mismo nombre [1]. Sin embargo, Blades, inconforme con la realización de la película sin ningún consentimiento previo de parte suya, graba en 1985 la continuación de «Pedro Navaja», titulada «Sorpresas» (incluida en el álbum Escenas). En ella le da un giro completo a la historia, sugiriendo que casi diez años después Pedro Navaja sigue vivo y haciendo de las suyas.
Sorpresas, la segunda parte de Pedro Navaja
Un año después de la película, Blades compuso Sorpresas que es la segunda parte de la canción. En esta versión se menciona que Pedro no murió y que Josefina era un travesti que se hacía pasar por mujer para «tumbarse» a alguien. Esta segunda parte le da un giro completo a la historia y nuevamente se llega a la conclusión que «la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida».
Si bien Hector Lavoe señala que Juanito Alimaña estuvo en el funeral de Navaja, Blades indica claramente en Sorpresas que Navaja no murió, y que mató de una puñalada a un ladrón de nombre Alberto Aguacate, alias el salao. Éste ladrón aparece en escena porque le exige al borracho (luego de robarle) que le explicara la procedencia de la pistola, el puñal y el dinero que tenía entre suspertenencias (objetos que se mencionan en la primera canción). Al escuchar la historia, «el salao» supo también el lugar donde estaban los cuerpos y se dirigió hasta allá para ver de quién se trataba. Mientras El Salao veía y registraba a los muertos, Navaja reaccionó y le propinó una herida que acabó con su vida. Mientras el Salao yacía en el suelo, herido de muerte, Pedro decidió esconder su identificación en el bolsillo del ladrón muerto para que lo confundan y lo dieran por fallecido. Sin embargo, al final de Sopresas, Blades confirma que una identificación dactilográfica prueba que el cuerpo encontrado no es el de Pedro Navaja, si no el de Alberto Aguacate alias «El Salao».
Clip Original