Dr. Amor:
Estoy casado desde hace 3 años, con Marta. Ambos tenemos 28 años y vivimos en una casita en el barrio de Victoria, al norte de la ciudad de Buenos Aires. Nuestra vida es bastante «predecible», ya que todas las mañanas, parto hacia mi trabajo en el centro y mi señora se queda en la casa a realizar las tareas de la misma.
Ella a las 15.00 hs, aproximadamente se va a dar clases de gimnasia a un club de la zona. Hasta aquí todo bastante normal, salvo que hace unos tres meses, comencé a celar a mi señora. No se porque, se me metió en la cabeza que algo pasaba. Primero la veía como distraída, como en otra cosa. A partir de ese momento, noté -o al menos a mi me parecía- comenzó a perder interés en nuestras relaciones sexuales. Cuanto más pasaba esto, más la presionaba para que tuviéramos sexo y aquí notaba que se ponía muy nerviosa y lo hacíamos verdaderamente mal. Otras, ella me sorprendía con «cositas» que antes no las hacíamos. Pero esto me pareció que de tanto mirar los canales para mujeres, allí ella debió haber visto estas nuevas actitudes para aplicar en nuestras relaciones. Pero mi cabeza daba mil vueltas. Al salir de casa, a unas cuadras, muchas veces me cruzaba con el auto de mi hermano. Él tiene un BMW negro con vidrios polarizados, muy moderno. Pero siempre que me cruzaba, yo le tocaba bocina, pero o no me veía por los vidrios o se hacía el tonto. La cosa que al ver en reiteradas oportunidades el auto, comencé a pensar. «Si Marta me engaña, ¿no será con mi hermano?. Porque desde la fiesta de mi casamiento, siempre noté muy buena onda entre mi señora y mi hermano. Pero …….¡es mi hermano! ¡Mi propia sangre!. Así que un día salí de casa, y a unas 5 cuadras esperé una hora, como para volver y ver si pasaba algo. Total, si no llegaba a descubrir nada extraño, le decía a mi señora que me sentía mal y solucionado el tema. Dicho y hecho, al pasar la hora de espera, caminando me fui hasta mi casa. Ya a media cuadra ví estacionado el BMW negro a 20 metros de mi casa. No lo podía creer, eran las 09:30 de la mañana y el auto estacionado allí. Sin hacer ruidos, ingrese sigilosamente a mi casa. Al entrar al living, siento ruidos en el dormitorio. Me acerco lentamente a la puerta del mismo, que se encontraba entreabierta y escuchos risas, besos y algunos gemidos de satisfacción. ¿Qué hago?…me pregunte azorado. Mientras dudaba unos minutos, los gemidos y grititos de satisfacción iban aumentando. ¡Ma si, me mando…! me dije como dándome fuerzas. Y abrí la puerta. Allí estaba Marta totalmente desnuda sobre la cama. No podía creer lo que veía. Era algo inconcebible. ¿Qué debía hacer? ¿Matar a las dos?. Si ……..digo A LAS DOS!!!
Marta estaba tirada en la cama con mi cuñada, la esposa de mi hermano………………….
Doctor, estoy desesperado, es como si las torres gemelas de New York se me hubieran caído encima. ¿Qué hago?
Sampronio de Victoria. Buenos Aires
Respuesta del DR AMOR:
Estimado Sampronio:
Este nombre «Sampronio» ¿de que origen es? . Querido Sampro, con tristeza hemos leído tu carta. ¡Patético! Sería una buena definición de lo que te ocurrió. Pero nada está perdido. Primero nos gustaría saber que ocurrió en el después, ya que desarrollaste todo, menos la definición del tema. ¿Las mataste? ¿Te fuiste llorando? ¡Te acostaste con las dos? ¿Llamaste a tu hermano y te cagaste de risa?. Si podés, contanos algo más. Pero si Marta decidió ese camino, lo mejor será que te sientes a hablar, y definir que quieren hacer de sus vidas como pareja. Nos parece inconcebible que continúen viviendo como un matrimonio, ya que primero hubo reiteradas muestras de infidelidad y segundo, sus gustos sexuales por lo visto difieren de los tuyos. Por eso, a tomar el toro por las astas y definir tu matrimonio rápidamente. Una pregunta que nos surgió con el staff de nuestro prestigioso consultorio es ¿tu hermano no tiene miedo de andar con un BMW negro, por el barrio de Victoria?. Por el tema de los afanos y los secuestros….vio?.
Te queda una posibilidad de tratar de salvar algo de tu relación con Marta. ¿Y si se mandan una partusa los cuatro?.
Dr .Amor