La venoclisis es un procedimiento que se efectúa con la finalidad de abordar un vaso sanguíneo, especialmente una vena, cuyas situaciones de aplicación comprenden características puntuales como analizamos.
Administrar medicamentos. La venoclisis permite introducir al organismo medicamentos que no pueden ser absorbidos al ser tomados por la vía oral (como es el caso de algunos antibióticos como la amikacina), cuando se amerita un inicio de acción inmediato (al tratar convulsiones o un shock), en caso de que la persona tenga una contraindicación para usar la vía oral que impida que se le suministre medicamentos tomados por la boca, o en el manejo de pacientes hospitalizados.
Suministrar líquidos y sangre. En el caso de personas deshidratadas que tengan vómitos y por tanto no toleren nada por la vía oral, o que hayan perdido líquidos o sangre por algún traumatismo, trastorno de la coagulación o enfermedades que favorecen las hemorragias (como los fibromas uterinos). Los líquidos suministrados son soluciones salinas, glucosadas, derivados sanguíneos o sangre completa.
Tomar muestras de sangre. La punción venosa es la forma de tomar muestras de la sangre para la gran mayoría de los exámenes rutinarios y especiales de laboratorio, así como de bacteriología (como es el caso de los hemocultivos). No es la única vía, ya que algunas pruebas ameritan que la sangre se obtenga de una arteria (como la determinación de los gases arteriales).
Alimentación. Los pacientes inconscientes, en situaciones críticas, o quienes no puedan recibir alimento por vía oral son alimentación con un preparado llamado NPT (nutrición parenteral total) que se administra por vía intravenosa.
Monitoreo. En casos especiales en necesario monitorear parámetros como la presión venosa central, lo cual se logra al conectar dispositivos de medición a una vía venosa central.
Tipos de vías venosas
La realización de una venoclisis puede efectuarse en una vía periférica o una vía central.
Vía central. Consiste en crear accesos a venas de gran calibre del cuello como la yugular, o de la parte alta del tórax como la subclavia. Estas vías se usan en pacientes en situaciones graves o cuando se emplean medicamentos irritantes (como las drogas empleadas para quimioterapia).
Vía periférica. Corresponden a las venas de menor calibre en los miembros, especialmente en los miembros superiores. Las más usadas son las venas del codo, muñeca y mano. Las venas de las piernas se usan solo en los niños, en los adultos existe el riesgo de desprender un trombo venoso y ocasionar un embolismo.
Complicaciones de las venoclisis
Este procedimiento a pesar de ser sencillo y rutinario, no se encuentra exento de complicaciones.
Las más comunes son la infección de la vena por acceso de los microorganismos de la piel, originando lo que se conoce como una flebitis, y la extravasación de sangre que da origen a hematomas.
Cuando no se lleva a cabo de forma adecuada o por personal debidamente capacitado, es posible que al efectuar la punción de la piel y la vena se lesionen otras estructuras, como tendones, trayectos nerviosos o incluso vasos arteriales.
Fuente: https://significado.com/venoclisis/