Los hipopótamos secretan un líquido rosáceo que protege su piel. A pesar de ser uno de los animales más temidos de la sabana, los hipos tienen un aspecto amigable.
Los hipopótamos, a pesar de ser uno de los animales más temidos de la sabana, despiertan la simpatía de los humanos. Ese cuerpo rechoncho acompañado de una enorme cabeza, con minúsculas orejas y un morro desproporcionadamente grande le confiere un aspecto gracioso.
No debieron pensar lo mismo a finales del siglo XVIII los primeros exploradores occidentales en África cuando vieron por primera vez una manada. Más que cómicos les parecieron siniestros. Aseguraban que estos animales sudaban sangre.
Los primeros exploradores aseguraban que los hipopótamos sudaban sangre
La realidad es que los hipopótamos no sudan sangre, pero sí secretan un líquido rosáceo que protege su piel. Esta no tiene pelo, es fina y delicada, se seca con mucha facilidad y se quema con los rayos de sol.
Para evitar el sol directo, los hipos suelen pasar el día dentro del agua, dándose baños de barro y salen por la noche para alimentarse de pasto y algún que otro pequeño mamífero. Y cuando no tienen más remedio que salir a tierra firme con un sol de justicia, se cubren con su particular crema protectora.
Dos ácidos, los responsables
En 2004 un equipo de la Universidad Farmacéutica de Kyoto (Japón) analizó la composición de la secreción rosácea de los hipos. La revista Nature publicó el hallazgo.
Para el análisis tomaron muestras del líquido de la cara y las espaldas de dos hipopótamos (Hippopotamus amphibius) del zoo de Ueno de Tokio, la hembra Satsuki y el macho Jiro.
Entre los compuestos que formaban la mucosidad encontraron dos pigmentos, que dan el aspecto sanguinolento al fluido. Uno es responsable del color rojo y otro del naranja. Los han bautizado como ácido hiposudórico y ácido norhiposudórico, respectivamente.
Ambos compuestos son inestables y tienden a polimerizarse (unirse unos con otros hasta formar una gran cadena) y como consecuencia, su aspecto cambia. Así el aceite rosáceo se convierte en una masa sólida marrón.
Pero el hipopótamo excreta estas moléculas embebidas en una mucosidad que les permite mantenerse estables durante horas.
Diversas propiedades
Los dos compuestos absorben parte de la radiación ultravioleta así que actúan como protector solar y además son hidrofóbicos, es decir, repelen el agua, por eso, perfecto para que la piel de los hipos no se deshidrate.
Actúan como protector solar, y son hidrofóbicos y antisépticos
Para rematar, el pigmento rojizo también es antiséptico. Los hipopótamos se enzarzan en peleas a menudo, en las que se hacen heridas y desgarros en la piel, que casi nunca se infectan.
En parte, es gracias a este pigmento, que impide el crecimiento y reproducción de las bacterias Klebsiella pneumoniae, que produce infecciones en los pulmones, y Pseudomonas aeruginosa, que infecta y produce graves desarreglos cuando el organismo está debilitado por una herida o alguna enfermedad.
En definitiva, el sudor rosa de los hipopótamos es una auténtica exquisitez de la naturaleza.
Fuente: http://www.rtve.es/noticias/20110729/hipopotamos-sudan-rosa/450912.shtml