La verbena se ha considerado sagrada por diversos cultos, desde hace miles de años. Para los druídas celtas y los sacerdotes anglosajones era la única planta con poderes mágicos.
Estos llevaban consigo hojas de verbena para protegerse de los espíritus malignos. La verbena es una planta que difícilmente supera los 60 centímetros de altura con flores de color rosa pálido, nativa de las zonas templadas de Asia y Europa. Hace algunos años, era muy común encontrarla en forma silvestre, pero en la actualidad está en franco retroceso. Los antiguos celtas la consideraban uno de los arbustos sagrados y le tenían gran estima por sus supuestas virtudes protectoras contra todo mal. Se la suele confundir con la hierba luisa o verbena limón, originaria de Sudamérica y que se caracteriza por su intenso aroma a limón. Se utilizan las hojas y la raíz.
UTILIZACIÓN
Se usa para aliviar dolores de cabeza y combatir la sinusitis. Además es diurética, facilita la digestión y es un excelente analgésico y antiinflamatorio.
MODO DE EMPLEO
En infusión como té, una cucharadita por taza, 3 o 4 veces al día. Externamente en compresa sobre la parte afectada, se debe hervir 30 gramos en un litro de agua. Para nebulizaciones, entre 30 a 60 gramos por litro.
ADVERTENCIA
No usar durante el embarazo. No es recomendable para los niños y lactantes. En dosis elevadas, puede provocar náuseas y vómitos.
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