Cuenta la leyenda que el flautista de Hamelin hizo salir a los ratones de la ciudad encantándolos con su música. Sin embargo, la creencia popular supone que los roedores también se sintieron atraídos por el aroma de las raíces de valeriana que llevaba en una bolsa.
No sólo los ratones gustan de esta hierba. A los gatos les encanta el olor de esta planta y desentierran sus raíces para jugar con ellas. La yerba de los gatos o valeriana, su nombre deriva del latín «valere» que significa SETAR SANO. Sus propiedades curativas fueron descubiertas en la antigüedad y hay referencias a su uso en la Biblia. Su sabor es ligeramente dulzón y amargo a la vez y su olor es muy fuerte cuando se seca la raíz. En estado silvestre se la puede hallar en los claros u orillas de los bosques. Se utilizan las hojas y la raíz.
UTILIZACIÓN
Se usa para tratar estados de nerviosismo, de insomnio y para neuralgias crónicas. Actúa favorablemente sobre el aparato digestivo y es un buen remedio para los resfríos y catarros. Ayuda a bajar la fiebre y es eficaz para aliviar dolores reumáticos. Es también desinfectante y cicatrizante.
MODO DE EMPLEO
En infusión como té, 10 a 20 gramos por litro de agua. Hervir durante 5 minutos y dejar reposar. Beber 2 a 3 tazas por día. En tintura la dosis para un adulto puede variar entre 3 a 10 gramos diarios. En forma externa, embeber un paño limpio o algodón en aceite y aplicar sobre la parte afectada (herida).
ADVERTENCIA
No se debe consumir durante el embarazo y la lactancia. Tampoco es recomendable suministrar a niños. En grandes dosis, produce somnolencia.
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