Esta planta, que como especia está asociada a la cocina hindú, ha sido usada en Occidente como remedio y como forraje para el ganado. Ya en el siglo XI, el médico árabe Avicenna, prescribía el heno griego como remedio para la diabetes, un uso que se ha transmitido hasta nuestros días.
Se usa todavía para bajar la presión, en los anticonceptivos orales, en veterinaria. Como especia, tiene un sabor fuerte y picante, es un ingrediente fundamental en el curry en polvo. Las semillas de heno griego en brotes, tienen un gran suceso en Occidente, sobre todo, en los restorantes vegetarianos: agregado en las ensaladas, es refrescante y nutritivo.
Descripción, cultivo y conservación
Es una planta perteneciente a la familia de las Leguminosas, delicada, necesita un clima temperado y debe ser cuidadosamente protegida. Se plantan a una distancia de al menos 20 cm y en un terreno bien drenado, fértil y muy soleado. Son anuales, de hojas estrechas y dentelladas, con flores amarillas o blancas parecidas a las del guisante, cada una contiene de 10 a 20 semillas. Crecen hasta los 60 cm y maduran en más o menos 4 meses. Las semillas desecadas se pueden encontrar enteras y en polvo. Las semillas enteras se tuestan ligeramente antes de usarlas; en polvo, se encuentra en el comercio, pero a menudo es amarga y picante; los brotes se utilizan cuando han desarrollado dos hojitas.
Uso en cocina
Las semillas se usan principalmente en el curry en polvo, sobre todo, en India y en Sri Lanka, en salmueras y en chutney, en comidas a base de verduras y dhal (puré de lentejas). En algunas zonas de África se las comen cocidas en agua como los porotos.
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