Año Nuevo de Ale Ramírez

Año Nuevo de Ale Ramírez

En nuestras vidas hay días del año que son complicados.
Y quizás, uno de ellos es el 31 de diciembre, vísperas del comienzo de un nuevo año.
Y muchas veces, las complicaciones se generan, porque no llegamos a comprar algo para los festejos.

La pirotecnia, cada vez está más mal vista.
No llegamos a buscar a aquel pariente, para ir a los festejos a la casa de aquel otro pariente.
Nos olvidamos que nos debíamos encargar del hielo, y tratamos, a las 10 de la noche, encontrar un lugar abierto y “que tenga hielo”.
Se te corta el agua, o la electricidad, justo en el preciso momento que ibas a entrar a bañarte.
Y vivís en un piso catorce, viendo como bajar por la escalera, con todos los bártulos que tenés que llevar, sin transpirar mucho.
Y así, múltiples situaciones, que, a cada uno de nosotros, algún año, nos tocó vivir.
“Tratemos de juntarnos antes de fin de año”, frase que todos en algún momento del transcurso del cuarto trimestre del año, decimos.
Y se lo decimos a personas que hace tiempo no vemos.
Lógicamente, no nos vamos a encontrar, antes de fin de año.
Pero esta frase, se dice igual.
Cuando llega ese día, muchos realizan mentalmente una especie de balance del año.
Como un tipo de contadores del subdesarrollo, tratamos de ver que hicimos bien y que mal, como nos fue en lo económico, anímico y sentimental.
Balance que no es necesario firmarlo y mucho menos presentarlo a las autoridades fiscales del país donde vivamos.
Los fines de año, no necesariamente se pasan con la familia.
Los que somos latinos, habitualmente, compartimos esta fecha con nuestras familias, y los más jóvenes, luego del brindis, salen con sus amigos.
“Chicos, cuidado que hoy va a haber mucho borrachín en la calle”, nos decía nuestra madre, antes de salir de juerga.
Para que estuviéramos atentos al tráfico y la posibilidad de algún accidente.
“Año nuevo, vida nueva”, otra frase que se dice todos los comienzos de año.
¿Por qué esa fecha indicaría eso?
¿Qué va a cambiar mañana, cuando nos levantemos en el primer día del nuevo año?
Salvo llegar a tener un lindo dolor de cabeza por haber comido y bebido en demasía, casi siempre, nada cambia.
Pero los seres humanos somos así.
Pensamos que, porque el año cambia, nos cambiará las cosas de la vida que no nos gustan, o que no nos están saliendo tan bien como queremos.
Si fuera tan sencillo, ya en diciembre, deberíamos sentarnos en un banco de una plaza, a esperar que pase el tiempo.
Mientras le damos de comer a las palomas, esperamos que llegue el primer día de enero, y sácate, ahí cambiará nuestra vida.
Esa que no nos gustó, esa que no fue tan linda, durante el año que pasó.
Pero si nos ponemos a recapacitar, nos daremos cuenta que no importa la fecha, no importa el mes, no importa la época del año, nosotros podemos ser los artífices de ese cambio.
La vida en sí, es un cambio continuo.
Muchas veces, los cambios asustan, inquietan, generar ansiedades, y nos paralizan.
El destino existe, siempre y cuando, nosotros tomemos las riendas de nuestros equinos interiores.
El destino se hace día a día, con la posibilidad que tenemos del libre albedrío.
Tendría que ser una obligación ancestral, el tener que cambiar.
Y si es posible, realizar estos cambios, día a día, todos los días.
Si sos un buen tipo, mañana, debés serlo más.
Si estás agobiado, con temor por el futuro, porque las cosas no te salen como querés, debes intentar ser positivo, cambiando tú óptica, tu postura, tu forma de ser.
Tratando de hacer las cosas de otra forma. De otra manera.
Si sos un ser que genera amor, mañana, deberías generar mucho más amor.
Si estás triste, mañana deberías buscar los motivos para ver, que verdaderamente, podés ser feliz, con tan sólo un cambio de mirada. Quizás desde otro ángulo.
Si no estás conforme con tu trabajo, mañana comienza a buscar otro, que te satisfaga.
Si estás enojado con alguien, mañana es buen momento, para aclarar todo.
Si hace tiempo no ves a alguien, que te importa, mañana es el día, para concretar un encuentro.
Y así, cambios pequeños, medianos, grandes e inmensos.
De todos los tamaños.
Todos los días.
Quizás, no te percataste, pero hoy ya tuviste algunos cambios.
Quizás antes no te dabas tiempo para leer o escuchar estos podcasts.
Hoy lo estás haciendo.
Tomate tu tiempo y te vas a dar cuenta, de la cantidad de cambios que hoy aceptaste.
Cambios que hoy hiciste y quizás, sin notarlos.
Hasta este momento, en que te pusiste a pensar.
Felicitaciones.
Sos muy valiente.
Te atreviste a realizar cambios.
No importa la magnitud de los mismo.
Ya comenzaste a cambiar. Y eso es lo importante.
Y por lo visto, no hizo falta esperar, un primero de enero de cualquier año.
El cambio es hoy, es todos los días.
Y la vida será emocionante, desafiante, satisfactoria, linda y digna de ser vivida.
“Feliz Año Nuevo”
Quizás, año de cambios
Que así sea.

De Ale Ramirez