Cuando una palabra deja de utilizarse, por razones tan obvias como que la cosa a la que se refiere ha dejado de existir, desaparece del vocabulario. Pero hay curiosas excepciones
Los adolescentes dejarán de entender muchas de las expresiones que hasta ahora eran normales.
Por mucho que los académicos traten de preservar nuestra riqueza léxica, es imposible conservar todas las palabras. La lengua es por naturaleza dinámica y evoluciona mucho más rápido de lo que parece. Sí, nuestros tatarabuelos hablaban básicamente el mismo idioma, pero si tuviéramos que comunicarnos con ellos veríamos que su vocabulario era muy distinto. Entenderíamos muchas cosas –cómo si no podríamos leer El Quijote– pero ni ellos sabrían lo que es un ordenador, ni muchos de nosotros para qué sirve una aldaba.
Cuando una palabra deja de utilizarse, por razones tan obvias como que la cosa a la que se refiere ha dejado de existir, desaparece del vocabulario. Pero hay curiosas excepciones. Hoy todos sabemos lo que significa “poner los cuernos”, pero muy pocos saben cuál es el origen de una expresión que hoy carece de sentido. Pero lo tenía: cuando en la Edad Media un señor feudal ponía en práctica el derecho de pernada sobre la esposa de un vasallo, se colocaba en la casa una cornamenta de ciervo.
Como explica la filóloga francesa Héloïse Guerrier en su libro Con dos huevos (Astiberri Pop), muchas de las expresiones que usan los españoles no tienen ningún sentido hoy en día. “En la Facultad no te enseñan las expresiones de este tipo que se usan en la calle, y las españolas son muy gráficas: ‘cagarse en la leche’, ‘montar un pollo’, ‘que te folle un pez’… Yo me las apuntaba porquesi te paras a pensar en ellas son verdaderamente perturbadoras”, explicaba Guerrier en una entrevista con Efe.
Pero estas frases no nacieron de la nada. Tenían un uso inicial y un contexto en el que tenían todo el sentido del mundo. “Manda huevos”, por ejemplo, es sólo una mala traducción de la expresión latina mandat opus (“la necesidad obliga”), que se empleaba en el ámbito jurídico; y “dormir la mona” se remonta al siglo XVI y hace referencia a la costumbre que había de dar vino a los monos para ver el efecto que les provocaba.
Expresiones que están perdiendo su sentido
En todas las épocas se crean nuevas expresiones, y el siglo XX no fue una excepción, pero nos cuesta pensar que muchas de las frases que utilizamos ya han perdido el sentido. “Colgar el teléfono” es algo tan absurdo para un adolescente como “montar un pollo”: se refiere a una acción que todos entienden, pero cuyo origen ya no existe.
Estas son ochoetimologías que tendrán que preservar los filólogos de un futuro muy cercano; tan cercano que ya está aquí:
“Tienes que colgar el teléfono”
El verbo “colgar” viene del latín collocare (“colocar”) y, según la RAE, significa “suspender, poner algo o a alguien sin que llegue al suelo”, pero también “colocar el auricular del teléfono en su sitio interrumpiendo o dando por terminada una conversación telefónica”. Cuando se creóel teléfono, el auricular se “colgaba” para interrumpir la comunicación. Pero hoy en día las cabinas están desapareciendo, cada vez menos casas tienen teléfono fijo y, muchas menos aun, terminales que no sean inalámbricos. La expresión se sigue utilizando, pero los jóvenes que han nacido en la era del móvil no tienen ya ni idea de su origen.
“Me estás rayando”
Cuando un disco de vinilo está sucio o estropeado, y tiene rayas o incisiones, la aguja se atascay reproduceel mismo fragmento de la canción una y otra vez. De ahí la expresión “suena como un disco rayado”, pero también “me estás rayando” que los jóvenes usan constantemente sin saber de dónde viene.
“Ponte las pilas”
La palabra latínpīlasignificaba columna, pero también cualquier amontonamiento de cosas en vertical.Las pilas son baterías que empezaron a llamarse así porque en su origen se elaboraban con capas superpuestas de celdas en vertical. Hoy, claro está, la RAE reconoce el significado de pila como “dispositivo, generalmente pequeño, en el que la energía química se transforma en eléctrica”. Pero claro, hoy cada vez hay menos dispositivos que funcionan con pilas y es probable que desaparezcan por completo en los proximos años. Una expresión como “ponte las pilas”, que teníasentido para indicar que debíasponerte en marcha, pasará a la lista de frases absurdas en menos tiempo del que pensamos.
“Rebobina la película”
La generación del VHS sabe bien que para volver a ver una película desde el principio (o para evitar que te multaran en el videoclub) había que rebobinar la cinta: según la RAE, “hacer que un hilo o cinta se desenrolle de un carrete para enrollarse en otro”. Lo mismo ocurría con los casetes. Pero hoy apenas se usan. La expresión se sigue empleando,pero lo cierto es que podría desaparecer en cualquier momento. Escuchen a los adolescentes, es mucho más sencillo y tiene más sentido decir “pon la película desde el principio” o “dale para atrás”.
«Nadie daba un duro por esa relación”
Al igual que los cambios tecnológicos, los cambios políticos hacen que cambie nuestro vocabulario.Expresiones como “nadie da duros por pesetas” o “es más majo que las pesetas” tenían sentido cuando segúiamos usando la unidad monetaria nacional que sustituyóalescudoen 1868. Tras la llegada del euro, hace ya 16 años, hemos seguido usando este tipo de expresiones, pero las nuevas generaciones dejarán de entender su origen tarde o temprano.
“Te mando el correo en copia”
La palabra “copia” sigue teniendo un sentido muy parecido a su predecesora, la palabra latina copĭa, pero lo que pocos entendemos ya es el significado del acrónimo “CC” de nuestro correo electrónico, que en inglés significa carbon copy: los calcos que se hacían con el papel de carboncillo –o papel de calco– que cada vez estánmás en desuso.
“Tienes un nuevo mensaje en la bandeja de entrada”
Todos los jóvenes saben perfectamente que la bandeja de entrada es la parte de su correo electrónico a la que llegan los nuevos mensajes, pero no saben que la expresión viene de las bandejas que hay en las oficinas para colocar las cartas y los documentos. Algunos centros de trabajo siguen teniendo bandejas de verdad, es el caso de Correos, pero las cartas y documentos físicos están en vías de extinción y muchos jóvenes no tienen ni idea del origen de la expresión.
“Estamos jugando en línea”
La expresión inglesa online, que significa literalmente “en línea”, se sigue usando para indicar que estamos conectados a internet, pero en sólo unas décadas ha perdido el sentido, dado que cada vez menos conexiones se realizan por cable. Es curiosa la evolución de la palabra “línea”, que viene del latín linĕa. Su primer significado era el puramente geométrico, la “sucesión continua e indefinida de puntos en la sola dimensión de la longitud”, pero se empezó a usar para todas las cosas que conectaran dos puntos, como los cables del teléfono. Hoy seguimos diciendo “no hay línea”, cuando no conseguimos establecer una comunicación aunque estemos llamando desde nuestro móvil.
Fuente: https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2015-06-21/7-expresiones-comunes-que-las-nuevas-generaciones-ya-no-entienden_888320/