Dr. Amor, Quizás mi caso debe ser habitual, pero a mi, lo que me pasa me está volviendo loco. Tengo 25 años y soy soltero. Hace un 2 meses conocí a la mujer de mi vida. Linda, alta, rubia, 18 años, hermosa, super fuerte y todo lo que puede tener una mujer para hacer sentir bien a un hombre. Además es la más bonita del barrio, la que todos quieren tener de novia.
Salimos casi todos los días. Que a comer, que a bailar, al cine. Y cada vez que quise apurar un poco las cosas, ella me decía que no, que no era el momento, que más adelante. Lógicamente que puedo esperar un tiempito, pero la situación cada vez se fue poniendo más difícil, ya que me es muy complicado con mi edad aguantar mis deseos sexuales luego de estar con ella en lugares y situaciones excesivamente eróticas. El otro día me invitó a cenar a su casa. Fui y comimos con su familia, que consta del papá, la mamá y un hermanito de 14 años. Todo resultó bastante bien y agradable. Pero al finalizar el postre, mi chica se levanto de la mesa y me dijo: » Esteban, voy a mi habitación a escuchar música, ¿Venís…?». Ante esta propuesta no sabía que hacer. Miré a los papas, miré al hermanito, hasta miré a la gata que estaba ronroneándome entre las piernas y todos se hicieron los tontos. Entonces me levanté y solicitando permiso me dirigí por las escaleras hacia donde estaba la habitación de Mara (la chica). Al entrar vi como ella ponía música en su equipo y dándose vuelta me dice: » Este (diminutivo de Esteban), lo pensé bien y quiero estar con vos…». Otra vez me comenzaron a carcomer las dudas. Porque ahora y en ese lugar, en su propia casa. Se lo pregunté, respondiéndome con un profundo beso que calculo duró 2 minutos. Y comenzamos con los escarceos propios de estas situaciones, Besos van, caricias vienen y lógicamente llegamos al clímax apropiado, ya los dos en su cama, cuando de repente golpean la puerta. «Nena, ¿está todo bien?… preguntó del otro lado de la puerta el tarado del padre. Le digo Dr. que el corazón se me paró y lo otro lo contrario. Me quería ir. Quería salir corriendo. Mara me calmó me dijo que el padre era así pero que no corríamos riesgos, que en definitiva ellos pensaban que en su casa era todo más seguro (?). Entonces retomamos el camino que estábamos recorriendo, pensando que el resto de la familia, vaya a saber que estaban imaginando que pasaba dentro de esa habitación.
Besos va, caricias vienen, y otra vez llegamos al momento, cuando….Otra vez golpean la puerta. Pero esta vez era el «divino» del hermano. «Mara, ¿tenés el CD de Gorillaz…? preguntó con la voz típica de los adolescentes que la están cambiando. Me levanté automáticamente de la cama, ya me estaba poniendo los calzoncillos, cuando Mara me tranquilizó. «Quedate tranquilo, ya no nos van a molestar….» me dijo entre besos y cariñitos en la orejita. Comenzamos de vuelta. Besos van, caricias vienen y ya si, estábamos llegando a lo mejor, cuando Mara, con mucha ternura y muy dulcemente me dice: «Quería avisarte que soy virgen…»
Dr. Amor todo esto me paso hace 20 días. a Mara no la volví a ver. Pero el otro día salí con una señorita amiga y fuimos a su departamento. Quisimos tener relaciones sexuales y no pudimos. Va…en realidad ¡YO NO PUDE!. Estoy muy preocupado. ¿Qué comentarios me puede hacer ?.
Esteban, de Avellaneda. Buenos Aires
Respuesta del DR AMOR:
Estimado Esteban:
Tu caso no es tan común como manifestás en el comienzo de la carta. Cuando la leíamos con mi equipo nos parecía que estábamos ante un guión de una comedia de enredos de la tele y que su protagonista era Fabian Gianolla. ¿Algún parecido físico?. Cuando hablás de que encontraste la mujer de tu vida, realizas una descripción somera de como es Mara, pero en ningún momento hablas de la inteligencia como una de sus características. Tampoco mencionas al amor, cariño, y sentimientos profundos. Quizás por aquí pasan tus mayores problemas. Basaste esta relación en la necesidad de tener sexo con ella, Tanto insististe que cuando se te dió, te sentiste un poco culpable de haber forzado esta situación. Además eras el «ganador» del trofeo. Porque bien aclarás que Mara era la chica que todos deseaban tener como novia. En relación a lo que te pasa, quedaste más asustado que tero en cajita… Lógicamente las continuas interrupciones y la declaración final hizo que se te volara el pajarito. Lo que tenés que intentar es olvidar lo que te ocurrió. Siempre recuerdo lo que me decía mi padre: «Si te caes del caballo, subite enseguida y salí al galope, as no le tomás miedo…» . En tu caso debes hacer salgo similar. Invitá nuevamente a tu «amiguita» y vayan (no a andar a caballo) sino a tener relaciones sexuales pero a algún lugar abierto. Es decir, en el campo, en la playa, en un bosque, pero no en algún lugar que tenga puerta. Porque creo que tu temor a que alguien vuelva a golpear la puerta es muy grande. Una vez que vuelva a funcionar todo normal (ejem), llamála a Mara. Juntate a charlar sobre el tema, y busca volver a estar íntimamente con ella. Todo esto si tu interés es encontrar en Mara la posibilidad de que sea tu pareja, pero recuerda, para todo lo que esto significa, no solamente por una cuestión de hacerte el ganador o de necesidad machista. También debes buscar el momento y lugar apropiado. Nunca más en su casa, y menos cerca de su familia. Y quizás sería bueno, que antes de nada, le preguntes: «¿Cómo es eso de que sos virgen..?
Nos interesa sobre manera la opinión de Mara. Si se anima, que nos venga a visitar personalmente a nuestro consultorio. Es importante que la conozcamos…
Dr. Amor