Triste y abandonada

Triste y abandonada

Estimado Dr. Amor, estoy sola y arañando los 40, hace ya mucho tiempo que mi vida es una constante insatisfacción. Me he tornado en una persona solitaria, irritable, malhumorada y a expensas de esto y algunos otros asuntos que detallaré más adelante, no logro establecer un buen vínculo con el sexo opuesto.

Sé bien que algunos se burlan a mis espaldas y me llaman «alpargata rosa», pero también se que por culpa de esos agravios y toda clase de comentarios desvalorizantes, he abandonado mi cuerpo, estoy obesa y llena de celulitis. Mis compañeros de trabajo me rechazan, ignoran que en el interior de todo ese inmenso continente, hay un corazón sensible y frágil de esta mujer que solamente desea ser aceptada.
Debo reconocer, que todo esto ha generado en mí un profundo resentimiento y me he transformado en una persona odiosa e hipócrita. Es por eso doctor, que recurro a usted motivada por terminar de una vez con esta prolongada e insoportable abstinencia sexual que ya lleva diez largos años, ¿Sabe usted lo que significa estar todo el día rodeada de hombres que la miran a una igual que a un sapo?.
Tal vez le sorprenda a usted la crudeza de mi autocrítica, pero yo también tengo espejos en mi casa y cuando me miro en ellos me doy cuenta de que mi cuerpo no me gusta. Me siento como una heladera de dos puertas. Y la verdad es que hay que ser sincera con una misma y reconocer los propios defectos (que como ya dije) en mi caso abundan. Pero yo también soy un ser humano y tengo sensibilidad, el problema es que creo que mis compañeros de trabajo se ríen constantemente de mí y me obligan a ser déspota y a odiarlos, los odio, odio profundamente, los odio como jamás pensé que se podría odiar a alguien. ¿o los deseo Dr. Amor?
Ya me olvidé cómo es ser querida; creo que volví a ser virgen; me olvidé de las caricias: los besos: las palabras dulces; no puedo recordar cual fue la última vez que me dijeron «te quiero».
Espero que este sea un espacio dedicado a la comunicación y el asesoramiento para aquellos que están desencontrados con la felicidad y el amor.

Soledad Delgado
Soldati – Buenos Aires


Respuesta del DR AMOR:

Estimada Soledad:
Veo que estás llena de preguntas e incógnitas que no encuentran respuesta, O al menos, las respuestas que aparecen no te satisfacen o te desagradan. Con mucha crudeza realizas un detalle de todos tus defectos y al enumerarlos los reconoces como tales. ¿Porqué no intentás modificarlos de alguna manera? Lógicamente esto no es fácil, pero no hay camino más complicado que aquel que no nos animamos a transitar. Se te nota resentida y enojada con todos los que te rodean, en especial con los del sexo opuesto. Pero en un momento de tu carta dejas traslucir el verdadero sentimiento que te atormenta. No los odias, sino es que los deseas. Diez años de abstinencia sexual es mucho tiempo. Otro tanto de falta de cariño y amor es demasiado. Pero la solución está en vos. Como tuviste la valentía de escribirnos, tenés que sentarte a dilucidar como podés encarar una nueva etapa. La etapa del cambio, en búsqueda del acercamiento hacia los demás. Porque no creo que tu problema solo sea con los hombres. Intuyo que también con tus compañeras de trabajo no debes andar nada bien. Pero todo esto tiene solución. Pareces inteligente y vas a encontrar la forma de comunicarte con los demás. Lógicamente no hay recetas mágicas para esto, pero aflojá con la mala onda y el resentimiento. Que bueno sería que le preguntes a los demás que piensan de vos!!.
Y lo que te digan, acéptalo como tal, por más que te duela y pienses que son conceptos injustos sobre tú persona. Razoná y ponete en el lugar de los demás. Muchas veces este proceder ayuda a comprender mejor las cosas que pasan. Verás que con este cambio, alguien se va a acercar a descubrir la «nueva Soledad».
Recordá el dicho español que dice: siempre hay un roto para un descosido.
Un consejo: Al menos por ahora, intentá no decir tú nombre, porque no te favorece. Y rápidamente mudáte de ese barrio. Parece un chiste del destino.
Pregunta: ¿Me podés explicar porque te llaman «alpargata rosa»?

Dr. Amor