Guzmancismo

Guzmancismo

El guzmancismo engloba el pensamiento ideológico y las acciones políticas que recaen en la figura de Antonio Guzmán Blanco durante la segunda mitad del siglo XIX, con un proyecto de modernización nacional de corte liberal, que lo haría pasar a la historia cono un caudillo ilustrado.

Guzmán Blanco llega al poder después de un período de debilidad institucional tras el fin de la guerra Federal en 1863, en donde el gobierno de Falcón (del cual Guzmán era ministro plenipotenciario de hacienda y relaciones exteriores) no logra consolidar un proyecto de gobierno en medio de un país agotado tras el desgaste general después de la guerra. Falcón se retira del poder y el país queda en pugna entre diferentes caudillos militares, sin embargo en 1870 Guzmán llega a la capital junto a un gran ejército, tomando el poder e instaurando su hegemonía bajo el proyecto del liberalismo amarillo.
Etapas del proyecto: septenio, quinquenio y bienio
Guzmán establece un gobierno autocrático que se dividiría en tres períodos, el septenio (1870-1877), el quinquenio (1879-1884) y el bienio (1886-1888), intercalados por los años en que se ausenta del poder y deja como responsable a jefes leales a su liderazgo. Guzmán se enfrenta a un país fragmentado en jefaturas regionales y con una economía golpeada por la guerra, pero también coincide con un momento de auge de los precios del café, el principal producto de exportación que movía la economía nacional.
El proyecto de Guzmán se propone reordenar la administración estatal bajo un acuerdo entre los grandes comerciantes portuarios y el Estado para instalar un sistema de aduana que permitiera ingresos estables al Estado, y un sistema de crédito para estimular la producción agrícola y el pago paulatino de la gran deuda acumulada tras años de conflicto internos. Al mismo tiempo se inaugura el situado constitucional con el que se distribuyen de manera centralizada los presupuestos regionales, como una expresión de un sistema de gobernabilidad entre jefes regionales y un Estado nacional emergente, logrando la pacificación del país y el establecimiento de un acuerdo institucional.
Durante el septenio el Estado se separó de la iglesia a partir del rechazo del arzobispado al gobierno de Guzmán, el cual llegó a amenazar con crear una iglesia nacional, provocando la intermediación del Papa, eligiendo un arzobispo en acuerdo con Guzmán Blanco, quién dispuso a la construcción de dos templos religiosos. Durante el conflicto se creó el registro civil y se disminuyó notablemente la influencia de la iglesia en los asuntos públicos.
Las vías del progreso
Una parte importante del proyecto modernizador del guzmancismo constituyó la obra pública, comprendiendo los grandes teatros, edificios gubernamentales, parques y plazas, educación pública, vías de comunicación y una red de ferrocarriles que se proponía traer el progreso y aumentar la productividad. Sin embargo, al pasar el auge de los precios internacionales del café, los grandes proyectos modernizadores quedaron inconclusos y discontinuados.
La construcción de los ferrocarriles supuso una gran inversión internacional que luego pesaría en las finanzas del país cuando no hubo la productividad esperada. El ferrocarril Caracas – La Guaira fue una obra de infraestructura excepcionalmente moderna debido al sistema de túneles y puentes que cruzaban la cordillera de la costa, sin embargo también resultaba excesivo el costo que implicaba trasladar un tren de 0 a 900 metros sobre el nivel del mar.
El guzmancismo post-Guzmán
Después del bienio, Guzmán va hacia Europa dejando al país en manos del liberalismo amarillo, el conjunto de líderes, políticos y caudillos que habían formado parte del proyecto guzmancista. Entre 1888 Y 1899 transcurre un período de inestabilidad debido a la pugna en torno a la continuidad o reforma del modelo político guzmancista, en el contexto de un declive de los precios de café que menguaron la actividad modernizadora del gobierno.
En 1892 el intento de reforma constitucional de Andueza Palacio es interrumpido militarmente por Joaquín Crespo, principal caudillo militar defensor del guzmancismo, quién ocupa la presidencia hasta 1897, cuando apoya la candidatura de Ignacio Andrade, propiciando un fraude contra José Manuel Hernández. El gobierno Andrade termina abruptamente debido a la Revolución Liberal Restauradora que dirige Cipriano Castro desde los Andes.
Bibliografía
Pino Iturrieta, Elías y Boulton, Maria Teresa (coordinadores). Los tiempos envolventes del Guzmancismo. Fundación John Boulton. 2011.
(Varios). Política y Economía en Venezuela 1810-1991. Fundación John Boulton. 1992.
Fuente: https://significado.com/guzmancismo/