Fax

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El fax es una parte de la evolución tecnológica a nivel comunicacional que hace posible la conectividad, empleando la vía telefónica, entre dos dispositivos para, de un lado, enviar y, del otro extremo, recibir un documento.

Una de las mayores ventajas del Fax es como comprobación de legitimidad del documento transmitido
Cede su práctica a las nuevas formas de comunicación sobre el canal de Internet, dada la inmediatez, rapidez, costo y facilidad que éstas poseen. El término Fax fue tomado como préstamo del inglés, siendo la forma de abreviación de facsimile, ésta evidenciando raíces etimológicas en el latín facere simile, que se traducen como realizar y similar respectivamente, entendido en el marco de ordenar una reproducción.
Historia e etapas en la invención del Fax
La idea de poder transmitir documentos y no sólo texto a largas distancias de forma instantánea es, por lo menos, tan vieja como el telégrafo. Este último invento dio sus primeros pasos en las primerías del siglo XIX, mientras que el primer precedente directo del fax debutó en 1847, mediante un sistema de transmisión eléctrico idéntico al del telégrafo, y un sistema de impresión químico que apenas permitía reproducir imágenes básicas, como símbolos.
En 1856, el inventor italiano Giovanni Caselli presentaba un prototipo de pantelégrafo, un dispositivo que funcionaba sobre la línea del telégrafo convencional, y que mediante un sistema eléctrico y magnético permitía reproducir fidedignamente elementos como firmas o diseños en una superficie de 15×10 cm. El primer pantelégrafo entraría en servicio nueve años más tarde entre París y Lyon.
Pero quién se llevaría el gato al agua sería el inventor británico Shelford Bidwell, que con el fototelégrafo de escaneado construyó una máquina capaz de escanear un original en dos dimensiones y enviarlo, sin requerir de la intervención humana de ninguna clase en el otro lado para redibujarlo.
Una posterior mejora de este sistema, el Wirephoto (Bildtelegraph) del alemán Arthur Korn, permitió enviar fotografías, haciéndose conocido y muy utilizado en Europa a principios del siglo XX.
En 1924 y en Estados Unidos, los laboratorios de AT&T consiguen transmitir imágenes fotográficas empleando las líneas telefónicas, un avance de lo que vendría posteriormente.
Tras la Segunda Guerra Mundial, el incipiente fax empieza a generar interés gracias a que el mundo se ha empequeñecido y que los negocios se han hecho globales.
En 1966, Xerox lanza una máquina de fax pequeña y barata, en comparación con las grandes máquinas que se utilizaban hasta la época, y que llevaban a muchos usuarios a las oficinas de las compañías de mensajería y telegrafía, como Western Union, que también ofrecían el servicio de envío y recepción de faxes.
Entre las virtudes del aparato de Xerox estaba su simplicidad y que estaba preparado para ser conectado a cualquier línea telefónica estándar. A partir de esta, se produciría una carrera entre fabricantes para producir máquinas más pequeñas, potentes y funcionales.
A mediados de la década de los 70, nacerían las máquinas que aunaban fotocopiadora, impresora, y fax, y una década más tarde, a mediados de los 80, llegaban las primeras placas de módem para computadora que también eran compatibles con el sistema de fax, con lo que permitían la gestión de faxes (tanto su envío como recepción) a través de la computadora.
Ejemplos del Fax como herramienta esencial de comunicación
Hasta entrado el tercer milenio, las máquinas de fax han sido un elemento de comunicación primordial para las empresas, y más cuando el mundo todavía no disponía de la facilidad que supone Internet, con herramientas como el correo electrónico o los servidores de archivos.
De esta forma, el teléfono y el fax se erigieron en puntales de las empresas, que intercambiaban toda suerte de documentos como, por ejemplo, contratos.
Un caso práctico que he podido ver varias veces a lo largo de mi vida ha sido el de los contratos enviados vía fax para su lectura por parte del interesado, y devueltos firmados por el mismo medio para formalizarlos. Entre las empresas que he visto utilizar dicho método se encuentran algunas operadoras de telecomunicaciones.
Y si nos quejamos del spam en el correo electrónico, peor es la publicidad no solicitada por fax, que ha existido, por lo menos hasta 2017, según tengo constancia, ya que puede provocar gasto de papel y tinta según qué fax tengamos y como lo tengamos configurado. Y, desde luego, molestias.
Desaparición inevitable ante las nuevas tecnologías
La estrella del fax se empezó a apagar en la década de los 90 con la introducción de las comunicaciones telemáticas y, posteriormente, gracias a la inmediatez ganada con los smartphones ya a mediados de los 2000.
A día de hoy, el fax ya prácticamente no se utiliza, si bien algunas empresas, organizaciones y administraciones continúan manteniendo una línea o, por lo menos, la posibilidad de utilizarlo cuando lo necesiten a través de otros aparatos.
Entre éstos, se cuentan las impresoras multifunción que disponen de esta capacidad (a veces añadida mediante un hardware extra), o a través de un módem/fax instalado en la computadora.
Este último dispositivo, la computadora, se ha convertido en la forma habitual de recepción de faxes, independientemente del periférico por el cual se reciban, ya que permite ahorrar papel y tinta.
Fuente: https://significado.com/fax/