Desde pequeños, cuando descubrimos nuestra materia fecal o la de algún animalito, rápidamente, nuestros mayores, la señalan y dicen CACA, frunciendo el ceño y poniendo cara de que no esta bueno.
Cuando alguna cosa no nos gustaba de niños, era sencillo decir: eso es caca.
La palabra CACA, proviene del griego, kakos, que significa ‘cosa mala’.