El amor es un sentimiento, de acuerdo con el cual se establece un tipo determinado de relación entre los individuos, que puede variar en diferentes contextos sociales. El amor puede ser interpretado como un fenómeno con una base biológica, física, química o neuronal; no obstante, también es configurado socialmente. En este sentido, ha sido objeto de indagación en diversas disciplinas del saber, como la filosofía o la sociología.
El amor en la filosofía clásica
El tópico del amor ha sido una de las cuestiones fundamentales para el pensamiento de Occidente, desde sus orígenes clásicos. Dicha cuestión aparece ya en la etimología misma del término filosofía, que puede traducirse del griego antiguo como “amor al saber”. En esta línea, la noción del amor —o Eros— elaborada por Platón (427 – 347 a.C.) en diferentes zonas de su obra ha sido constitutiva del modo en que se comprende tal sentimiento en las sociedades modernas, incluso, en la actualidad.
En la sociedad griega, la concepción acerca del vínculo sexual estaba profundamente ligada a una relación de poder, jerárquica, en la cual una de las partes ejercía un rol activo, mientras que la otra asumía un rol pasivo. Ambos roles reflejaban un correlato con la posición social de los miembros de la relación, de manera que, generalmente, los roles activos eran ejercidos por hombres adultos ciudadanos y se adjudicaba, como contrapartida, una posición pasiva a las mujeres, los esclavos, los extranjeros o los varones jóvenes. Las relaciones homosexuales, fundamentalmente, entre varones adultos y jóvenes, eran prácticas comunes para la sexualidad griega.
En este contexto, las indagaciones platónicas, a través de la figura de Sócrates, apuntan hacia una redefinición de la institución ateniense del amor. En textos tempranos, el amor aparece ligado a la amistad y al bien supremo como su fundamento, contraponiéndose a la mera satisfacción del deseo sexual. El amor verdadero es un amor virtuoso, puesto que está movido por la búsqueda de lo bueno y lo bello. Así, su función es de mediación entre el mundo de los hombres y el mundo de los dioses. En este sentido, Platón traza una distinción entre el amor verdadero, filosófico, el cual se corresponde con la parte más elevada del alma —el intelecto—, y el amor corriente, dominado por la parte inferior del alma, relacionada con las pasiones —y, entre ellas, con el impulso estrictamente sexual—.
La perspectiva sociológica sobre el amor
En el campo de la sociología, el amor ha sido observado como objeto de estudio por diversas corrientes, volviéndose aún más relevante en las últimas décadas. Desde la perspectiva de la disciplina sociológica, el amor puede analizarse como una construcción cultural, histórica, mediante la cual los sujetos dan sentido a sus vínculos afectivos. El amor ha sido postulado por Georg Simmel (1858-1918) como un fenómeno social, lo cual quiere decir que nuestra forma de sentir amor, en un determinado momento histórico y en un grupo social específico, está condicionada por la educación emocional en la que nos formamos como sujetos.
Del mismo modo ocurre con los códigos a partir de los cuales comunicamos el sentimiento del amor, dentro de una semántica definida históricamente; así como con los ritos, a saber, las prácticas mediante las cuales el amor se realiza en la vida concreta. Entre dichos ritos, por ejemplo, el sociólogo Pierre Bourdieu (1930-2002) ha ubicado la elección de pareja como una práctica que es determinada en el contexto de un espacio social en el que se busca mantener o aumentar cierto capital, ya sea económico o cultural.
Por otra parte, no solamente se ha señalado de qué manera el afecto amoroso se encuentra condicionado socialmente; sino que, también, el amor resulta sociológicamente relevante dada su capacidad de estructuración de ciertas instancias de la vida social. Tal es el caso, por ejemplo, de la familia nuclear, sobre la base de la cual se ordena primordialmente la sociedad moderna.
Por: Lilén Gomez. Profesora en Filosofía, Universidad de Buenos Aires, Argentina. Desempeño en el ámbito de la docencia y la investigación, en áreas de la Filosofía Contemporánea.
Referencias
Lisi Bereterbide, F. L. (2006) Eros en Platón. “Res Publica Litterarum”. Documentos de trabajo del grupo de investigación “Nomos”. Instituto de Estudios Clásicos Lucio Anneo Séneca, Universidad Carlos III, Madrid.
Andrade, A. G. (2015). El amor como problema sociológico. Acta sociológica, 66, 35-60.
Fuente: https://significado.com/amor/