En esta vida, quien no arriesga no gana, pero hay veces en las que los riesgos son demasiado elevados como para jugársela.
En esas ocasiones decimos que quien evita la ocasión (quien no se arriesga, quien no se la juega) evita el peligro (consigue que no se produzca el efecto negativo).
Así, podríamos decir que quien no enciende una cerilla no se quema (aunque es posible que se queme de otra forma, pero evitando usar cerillas, nos ahorramos un posible riesgo de quemarnos).
Quien no bebe, no se emborracha. Quien no navega por Internet si no tiene un antivirus instalado, no corre el riesgo de verse infectado por un virus. Quien no se acerca al borde de un barranco no se cae por él.
Es como lo que veíamos aquel día en el post muerto el perro se acabó la rabia: si acabamos con la origen del problema, acabamos con el problema (o por lo menos, con la mayor parte).
Fuente: https://expresionesyrefranes.com/2008/01/17/quien-evita-la-ocasion-evita-el-peligro/