«La victoria tiene cien padres y la derrota es huérfana». La frase es de Napoleón cuando este alcanzó la paz de Tilsit con los rusos en 1807 y que siempre se recuerda en escenarios de alguna disputa: “la victoria tiene cien padres, la derrota es huérfana”.
Usualmente es más fácil explicar el triunfo que las derrotas. Todos quieren ser padres de la victoria, pocos tienen la entereza de explicar las derrotas.
Napoleón Bonaparte (1769-1821) ha sido y sigue siendo una de las figuras más estudiadas de la historia. Su meteórica carrera como militar, seguida por su etapa como cónsul hasta culminar con su coronación como emperador de Francia ha inspirado a millones de personas. Acérrimo enemigo del Antiguo Régimen y de los británicos, su posterior derrota en Waterloo y su destierro en la isla de Santa Elena no hicieron sino engrandecer su leyenda