Trabajaba un día el pintor Apeles en retrato de un ateniense, cuando un zapatero vecino del artista le hizo una observación atinada del zapato que lucía el modelo.
Apeles se apresuró a corregir su yerro. Como el artesano extendió su juicio a otros pormenores de la tela, Apeles le dijo:
-Zapatero, no juzgues más allá del zapato. O lo que es igual: «Zapatero a tus zapatos».
Fuente: http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/origen-de-algunos-refranes/html/