Es una expresión que se usa para hablar de un precio o el aprecio exagerado de una cosa o persona o para definir a una persona que pretende tener más de lo que le corresponde.
Nace tras un hecho de armas durante las guerras de la Reconquista. Durante un ataque afortunado los caballeros jerezanos capturaron cincuenta moros notables, entre ellos el alcalde de la ciudad malagueña de Ronda, Abdalá, y su sobrino Hamet. El alcalde obtuvo pronto su libertad mediante el pago de una importante suma de dinero. El Rey Juan II de Castilla intercedió para solicitar la liberación de Hamet, pero los caballeros exigían el pago de cien doblas de oro. Tras esto, el Rey ordenó que Hamet fuera trasladado a la Corte y continuó con el forcejeo con los caballeros, por lo que el pueblo comenzó a hablar de que el Rey quería quedarse con “el oro y el moro”.
Fuente: http://www.eldiarioargentino.com/356099-Del-dicho-al-hecho-las-historia-detras-de-los-refranes.note.aspx