Carlos Gardel

Carlos Gardel

Carlos Gardel fue un cantante, compositor y actor de cine naturalizado argentino, el más importante en la historia del tango en cuanto a fama mundial, cantidad de discos vendidos (como cantante y como compositor), películas vistas en todo el mundo, influencia y repercusión a nivel global hasta la actualidad.

No hay certeza sobre si nació en Toulouse, Francia, el 11 de diciembre de 1890, o en Tacuarembó, Uruguay, el 11 de diciembre de 1887, pero sí de que vivió su infancia en Buenos Aires. Falleció el 24 de junio de 1935 en Medellín, Colombia, en un accidente aéreo.
En 2003, a propuesta del gobierno uruguayo, la voz de Gardel ha sido registrada por la Unesco en el programa Memoria del Mundo, dedicado a la preservación de documentos patrimoniales.
 
Biografía
Niñez y juventud
Existen dudas (ver sección Controversias sobre su lugar de nacimiento) sobre si nació en Tacuarembó (Uruguay) o Toulouse (Francia), aunque no hay duda de que vivió en Buenos Aires desde 1893, en un inquilinato de la calle Uruguay 162 y que se nacionalizó argentino en 1923.
La tesis francesista argumenta que Carlos Gardes (Charles Romuald Gardes) estudió en el Colegio Salesiano Pio IX de Buenos Aires donde estuvo pupilo en 1901 y 1902. Allí fue compañero de dormitorio de Ceferino Namuncurá, futuro beato argentino. Pero también hay quienes creen que pudo haber estudiado en Montevideo, pues aparentemente el cantor fue fotografiado en la Escuela de 2do Grado de Varones del barrio Sur de Montevideo.
Gardel creció en el Abasto, una zona entre los barrios de Almagro y de Balvanera, en Buenos Aires en el que funcionaba el famoso Abasto, mercado central de frutas y verduras. Comenzó a frecuentar teatros generalmente consagrados al género operístico, ejerciendo tareas de utilero o subiendo y bajando telones, de esta manera logró estar en contacto con grandes divos que serían de importancia para su futura formación artística. Así, trabajó como tramoyista en el Teatro de la Victoria, donde escuchó al zarzuelista español Sagi Barba y en 1902 pasó al teatro de la Ópera, donde conoció al barítono italiano Titta Ruffo. Al mismo tiempo cantaba, entre otras, canciones de Andrés Cepeda, Francisco Bianco y José Betinotti.9Este último le daría un nuevo apodo que también se haría popular, El Zorzal Criollo, y lo motivaría a cantar en los centros políticos. Si bien no improvisaba guardaba un estilo similar al de los payadores.
En 1907 estuvo en el local la fonda de O’Rondeman, en la calle Laprida (hoy Agüero) y Humahuaca, que iba a frecuentar a lo largo de su vida pues en ese lugar vivía la familia Traverso, y uno de sus integrantes llamado Alberto lo quería como a un hijo. En 1923, al morir Alberto, Gardel suspendió la función en que la que se encontraba actuando, en el Teatro Esmeralda, para llorarlo como si hubiese sido su progenitor.9
Consagración
En 1910, siendo aún un desconocido para la gran masa, cantó una noche para una tertulia habitual de jockeys y cuidadores de caballos de pura sangre en la confitería La Frazenda, en el Bajo Belgrano, con motivo de haberle apostado a una yegua que ganó la carrera, obteniendo una importante ganancia. En 1936 un tal Laureano Gómez, que estuvo presente aquella noche, relató que Carlos Gardel se presentó como un muchacho bien parecido y discretamente trajeado. Lo presentó a la tertulia un señor Vedoya, dueño de caballeriza en el viejo Hipódromo Nacional. «Este jovencito morocho», manifestó Vedoya, «pone un hondo sentimiento en las tonadas criollas. Da gusto oirlo.» El relato de Laureano continua diciendo que los presentes le pedían que siguiese cantando al grito de «Morocho cantate cual», «Morocho cantante tal», «Morocho de aquí» etc. Y, según lo dicho por Laureano, fue de ahí que salió rebautizado como «El Morocho».
En 1911 celebró un duelo musical con ‘El Oriental’ José Razzano en la calle Guardia Vieja del barrio del Abasto. En ese duelo no ganó ninguno de los dos: más bien surgió el dúo Gardel-Razzano, que trabajó unido durante quince años. Poco tiempo después Gardel grabaría sus primeros discos, marca Columbia Record, para la Casa Tagini.
En la noche del 10 al 11 de diciembre de 1915 recibió un balazo durante un altercado a la salida del Palais de Glace (salón de baile de la época en el barrio de la Recoleta). Esto se debió a que estando en el salón, acompañado por los actores Elías Alippi y Carlos Morganti, un grupo provocó a Alippi. En principio Gardel sale a defender a Alippi, pero luego, para evitar que las cosas pasen a mayores, deciden retirarse. Pero los «niños bien» siguieron al trío por la avenida Alvear y, al llegar a Tagle, a la altura del Armenonville, se trenzaron en una pelea en la que Gardel terminó herido de un balazo en el tórax. El autor del disparo fue Roberto Guevara Lynch, el tío del Che Guevara. Hizo su convalecencia en Tacuarembó, en la estancia de Pedro Etchegaray. Allí se reencontró con su amigo del Abasto “Cielito Traverso” hijo del dueño del café O’Rondemán. Traverso se había ido allí debido a que la pena de reclusión que tenía por haber matado en Buenos Aires a un “niño bien” en una pelea, le fue conmutada por la de destierro. “Cielito” había instalado en la zona un salón de baile y juego con Amanda Escayola, sobrina de Carlos Escayola, con la que convivió más de una década. Según Edmundo Guibourg, esto explica el conocimiento que Gardel tuvo con gente que le prestó ayuda para sacar un documento falso en el que aparece como nacido en Tacuarembó, con objeto de hacerse ciudadano argentino: y es que para Francia, al no haber cumplido con la guerra del ’14, era un desertor.
Dos años más tarde fue protagonista del film mudo Flor de Durazno (novela de Hugo Wast).
En una actuación de Gardel en Montevideo en 1917, aprovechó el argentino Pascual Contursi para presentarle su letra de Lita, que el cantor interpretó en el teatro Urquiza de esa ciudad y luego en Buenos Aires. El mismo año Roberto Firpo grabó Lita en forma instrumental, en tanto Gardel y José Razzano lo registraban para el sello «Disco Gardel Razzano» (posteriormente, Odeón) con letra acompañado por la guitarra de José Ricardo. Para esta última grabación Gardel medió entre los autores pues Castriota rechazaba la versión con letra que Contursi había titulado Percanta que me amuraste. Propuso -y aceptaron- que llevara el nombre de Mi noche triste y con ese título fue grabado. Las grabaciones las realizaba en un galpón que era utilizado como depósito de películas del sello Pathé, cuyo dueño era el empresario de origen austríaco Mordechai David Glücksman, a quien todos conocían por «Max».
Gardel le sugirió a su amigo Elías Alippi, que tenía a su cargo la puesta en escena del sainete Los dientes del perro de José González Castillo y Alberto T. Weisbach en la que presentaba en escena un cabaret, que incluyera en la pieza la ejecución de Mi noche triste. Fue así que al estrenarse el sainete el 20 de abril de 1918 en el teatro Esmeralda (llamado luego teatro Maipo) la orquesta de Roberto Firpo acompañó a Manolita Poli, una actriz de 19 años, hija de padres zarzueleros, cantando el tango de Castriota y Contursi.
El sainete fue un éxito, y el factor principal del mismo fue la incorporación del tango a la pieza teatral y, en especial, el aplauso que el público brindó a Mi noche triste. Si bien este no fue el primer tango canción, hay consenso en considerar que por la trascendencia que tuvo su estreno marcó el inicio de una nueva etapa del género.
En 1920 empezó a grabar para el sello Nacional Odeón (hoy EMI), propiedad del mencionado empresario Glücksman, en el edificio Grand Splendid. Hay quienes afirman que en este lugar Glucksmann le enseñó a Gardel como podía hacer para darle más potencia a su voz en las grabaciones: colocándose detrás de una silla y tomándose con las manos del respaldo, de manera de poder expandir su caja torácica.
Giras por el mundo
En 1923, ya metido de lleno en el tango, realizó con Razzano y la Compañía Rivera-De Rosas, una gira que lo llevó a Uruguay, Brasil y España, debutando en el Teatro Apolo de Madrid.
En septiembre de 1925, luego de 12 años de cantar juntos y debido a una lesión de laringe de Razzano, el dúo decide separarse pasando Razzano a ejercer las funciones empresariales.
Gardel volvió a realizar giras por Europa, donde actuó en España (1925) y Francia (1928), y en varias películas para la Paramount. Debutó en el cabaret Florida de París, con enorme éxito y grabó varios discos. En 1929 visitó brevemente Italia y el 5 de febrero volvió a Francia, donde actuó en la Opera de París, triunfando de manera rotunda.
De regreso en Buenos Aires debutó en el Teatro Empire, para volver a viajar a España donde actuó en el Principal Palace de Barcelona y en el Teatro Avenida de Madrid. Comenzó entonces a grabar los cortometrajes que lo hicieron famoso. Volvió a Francia en 1930 donde filmó para la Paramount francesa la película Luces de Buenos Aires.
Tras una breve vuelta por Buenos Aires y Montevideo viajó otra vez a Europa, pero sin sus guitarristas. Realizó giras por la Costa Azul, Italia, Londres, París, Viena, Berlín y Barcelona. Filmó nuevamente para la Paramount francesa «Espérame», «La casa es seria» y «Melodía de arrabal». En estas películas se incorporó como colaborador el poeta y periodista Alfredo Le Pera, con quien Gardel escribió muchos temas (Mi Buenos Aires Querido, Silencio, Volver, El Día Que Me Quieras, etc.).
En 1933 regresó a Buenos Aires. Su conjunto de guitarras estaba integrado por Barbieri, Riverol, Vivas y Pettorossi, trabajaron en Montevideo y en el interior de la Argentina y del Uruguay.
El 16 de enero de 1933 Gardel rescindió la representación de José Razzano. El 20 de octubre nombró apoderado y administrador de sus bienes a Armando Defino.
Su público nunca más lo volvió a ver: el 7 de noviembre de 1933 se fue un tiempo corto a Barcelona y París, y luego viajó a los Estados Unidosdonde debutó en la NBC de Nueva York, el 30 de diciembre. En 1934 filmó «Cuesta abajo», «Mi Buenos Aires querido» y «Tango en Broadway», para la Paramount de Nueva York. Volvió por poco tiempo a Francia, a fines de 1934 volvió a actuar en la NBC y a filmar en el musical de la Paramount «Cazadores de estrellas» junto a Bing Crosby, Richard Tauber y Ray Noble entre otros grandes. En 1935 filmó El día que me quierasy Tango Bar, donde cantó sus éxitos más recordados. En abril emprendió su fatídica gira, programada para ir por Puerto Rico, Venezuela, Aruba, Curaçao, Colombia, Panamá, Cuba y México, pero el destino impidió que ésta se completara.
Estando en Manhattan, conoció a un argentino de 13 años que se encontraba viviendo allí y que iba a convertirse con los años en uno de los músicos de tango más importantes del siglo XX: Astor Piazzolla. Esto ocurrió porque el entonces adolescente le llevó un regalo de parte de su padre y como al «zorzal» le cayó bien el joven (que tocó el bandoneón frente a él), se hicieron amigos y fue una gran ayuda para Gardel para realizar sus compras en la ciudad, pues Piazzolla dominaba el idioma inglés y en cambio a él le resultaba difícil aprenderlo. A los pocos meses el cantor invitó al joven a participar en la película El día que me quieras, en la que efectivamente se ve a Astor como un joven vendedor de diarios. Gardel invitó mediante un par de telegramas al joven prodigio a unirse en su gira por América, pero el padre de Astor decidió que éste era aún muy joven, su lugar fue reemplazado por el boxeador argentino José Corpas Moreno. Esta temprana desilusión probó ser una suerte en la desgracia, ya que fue en esta gira que Gardel y su banda perdieron la vida en el accidente aéreo.
 
Fallecimiento
El 24 de junio de 1935 Carlos Gardel, junto con Alfredo Le Pera y algunos de sus músicos, falleció en el choque de dos aeroplanos a punto de despegar sobre la pista del Aeropuerto Las Playas de la ciudad de Medellín, (Colombia) luego llamado aeropuerto Olaya Herrera. Sólo hubo tres sobrevivientes: el Indio Aguilar, guitarrista, el profesor Plaja y Grant Flynt, funcionario de SACO.
Julio Jorge Nelson, conductor de radio y televisión; y uno de los más grandes fanáticos y difusores de la música del «Zorzal criollo», fue responsable no solo de que sus grabaciones siguieran en el aire luego de la muerte del cantante, sino que además creó una frase referida a su ídolo: “cada día canta mejor”, que se ha hecho muy popular y famosa hasta hoy en día en la Argentina. 
Gardel fue enterrado primero en Medellín, pero luego Armando Defino -su albacea- logró la repatriación del cuerpo. Para dicho fin, el féretro que contenía los restos mortales de Carlos Gardel debió realizar un largo recorrido que incluyó viajes en lomo de burro, carreta, tren y barco. El cuerpo del malogrado cantor pasó por las poblaciones interiores de Colombia, luego fue a Panamá, se lo veló en Estados Unidos, y llegó finalmente a la Argentina en barco hacia 1936.
Un verso de su tango Volver se convirtió en un refrán famoso en toda América latina: «Veinte años no es nada».
Sus restos se hallan enterrados en el cementerio de la Chacarita de Buenos Aires. Se conservan más de setecientas grabaciones de Gardel.
Amoríos
Aunque fueron varias las mujeres con las que se relacionó Gardel, con ninguna mantuvo una relación duradera. Una de las más conocidas fue Isabel Martínez del Valle, quien intentó casarse con él, pero esto no se concretó, pues por algún motivo los sentimientos del Zorzal criollo cambiaron. Se comentó que una de las causas podría haber sido que la familia de la novia abusó de la generosidad del cantor y él acabó agobiado por la situación. Varias veces Gardel intentó cortar su relación con ella, pero terminaban reconciliándose. Ella nunca reconoció públicamente que su relación con él estuviese rota. En el diario El Nacional de Bogotá del 18 de junio de 1935 (seis días antes de su trágica muerte) el inolvidable cantor mantuvo el siguiente diálogo con el periodista:
— ¿Cuál fue su primer amor?
— He amado muchas veces en mi vida y conservo de ello gratísimos recuerdos, como que en todos mis amores he sido feliz. En ellos he querido de diferente manera según el temperamento de la chica, las circunstancias y el ambiente. Sin embargo, cada vez que me enamoro creo ser ésta la única ocasión en que verdaderamente he querido.
— ¿Cuál es el tipo de mujer que prefiere?
— Prefiero las latinas, indudablemente, por ser de mi misma raza y por lo tanto comprender más mi temperamento, pero todas las mujeres atractivas e inteligentes me agradan.
— ¿Es Ud. partidario del divorcio?
— Debido a mi carrera no soy partidario del casamiento.
Otra de las mujeres vinculada sentimentalmente con Gardel, fue Mona Maris. No se puede afirmar de modo concluyente que hubiera existido algún romance entre ambos. Lo poco que sabemos se debe a relatos que la propia actriz hiciera muchos años después de Medellín y jamás de un modo explícito.
En 1990, Pedro Urquiza dio a conocer este reportaje en una publicación especial titulada «Ser Gardel».
«¿Cómo era el Gardel que conoció en ese tiempo?
«-Un ser encantador y muy buen mozo. Había logrado una gran madurez intelectual y refinamiento en sus costumbres… Me sentí muy atraída por su personalidad y creo que a él le impactó la mía. Teníamos algo en común: los dos éramos hijos del amor.
«-Algunos historiadores llegaron a dudar de su hombría. «No, de ninguna manera. Era muy respetuoso de las mujeres, nada agresivo en el terreno del amor, pese a que todas las mujeres lo perseguían. Gardel fue muy hombre, lo conocí lo suficiente para asegurarlo.»
Esta ambigüedad tiene precedente. En 1939 accediendo a una requisitoria del diario El Sol, Mona Maris declaraba:« -Fuimos con Carlos Gardel grandes amigos, pero yo le debo algo más grande que la amistad… Carlos era esencialmente masculino, su atractivo viril lo hacía simpático a los hombres del norte. Las mujeres tenían delirio por él y hasta lo abrumaban con su admiración.»
Isabel del Valle protestó alguna vez: «Mona Maris me cansó con sus declaraciones titulándose ella misma el amor de Carlos. Había sido nada más que una aventura… ella se le había ofrecido y Carlos era muy hombre y además no era tonto. Ella lo había provocado y Carlos la había usado como hubiera hecho cualquier hombre.»
Gardel y los deportes
El turf fue una de las grandes pasiones de Gardel. El profundo cariño que sentía por los caballos de carrera, por su amigo el jockey Irineo Leguisamo, por los hermanos Tortercio, por don Francisco Maschio por la gente de los studs, por hipódromos y por las ventanillas, está reflejado en sus tangos. Uno sólo lleva su firma con versos del extraordinario poeta y periodista Alfredo Le Pera: “Por una cabeza”. Los demás pertenecen a diversos autores y algunos de ellos están ilustrando esta página evocativa. Faltan dos temas importantes que Gardel popularizó y son: la milonga de Francisco Martino “La Catedrática” –conocida por “Soy una fiera” aunque con letra reformada- y el tango “Uno y uno” de Luis Traverso y Julio F. Pollero. En alguna forma también puede mencionarse en su discografía «burrera», el tango de Carlos Dedico, Germán Ziclis y Salvador Merico titulado “Paquetín, paquetón”, junto al tango “Bajo Belgrano” que pertenece a Francisco García Jiménez y Anselmo Aieta.
En cuanto al boxeo, un deporte muy popular en su época, Gardel era amigo de Pepe Lectoure -el tío del famoso promotor y empresario del boxeo Tito Lectoure- de Enrique Sobral (fue durante muchos años masajista de Boca), de Luis Ángel Firpo (considerado padre del boxeo profesional argentino) y de Eduardo Ramos Oromí, que fue uno de los mejores jurados de su época. Solía acercarse a los gimnasios de boxeo, en particular a la Asociación Nacional y el de Laiglón. En el primero entrenaba Firpo, en el segundo el uruguayo Ángel Rodríguez. Gardel era amigo de ambos y los admiraba, como admiraba también a Justo Suárez, a Luis Galtieri, Luis Rayo y Vicente Ostuni.
Nelson Bayardo, que estuvo gran parte de su vida investigando la vida del ídolo, menciona en su libro «Carlos Gardel, a la luz de la historia» una entrevista que el periodista Luis Ignacio Lecaldare le hiciera en Montevideo para la revista Noticias, en la que queda en claro sus simpatías futboleras:
Viajaba expresamente desde Buenos Aires a presenciar las peleas de Andrés Míguez, un boxeador que llamaban “el príncipe del ring”. Iba también a las riñas de gallos, en un lugar de la calle Larrañaga [se trata de la galería de Larrañaga y Gral. Flores] y era infaltable a Maroñas. Se alojaba en hoteles de categoría como el Cervantes, el Lanata y otro que existía en 18 y Yí, del cual no recuerdo el nombre. Olvidaba decir que iba al fútbol, porque le gustaba bastante. Era hincha de Racing de Buenos Aires y de Peñarol en Montevideo. Cierta vez le pregunté por qué simpatizaba por los aurinegros y me respondió: “Porque son más del pueblo”.
Su canto
Su voz fue evolucionando, ajustando su dicción a los cambios de los sistemas de grabaciones acústicas. El maestro Eduardo Bonessi, quien fue profesor de canto de Gardel dijo hacia 1963:
Era de una calidad extraordinaria y de un timbre maravilloso para el tango. Tenía un registro de barítono brillante y jamás desafinaba. En cuanto a su tesitura, su extensión alcanzaba a «dos octavos», que manejaba a plena satisfacción. Es una buena extensión para un cantor popular. Gardel poseía un gran temperamento – expresivo al máximo – y estaba dotado naturalmente de un instrumento en la garganta. Un instrumento que luego perfeccionó y supo conservar…Era un hombre conocedor de su valor, que no derrochaba su voz como muchos suponen. Tenía una laringe completamente sana y esa era una de las razones por las cuales le resultaba fácil pasar de los graves a los agudos y viceversa…Era estudioso y responsable. Sabíase único en el género y cuidaba su voz. Consciente de que la voz se cuida también mediante el cuidado físico, hacía gimnasia diariamente durante una hora o más…De acuerdo a la voz que tenía y al modo de emplearla, si Gardel hubiese llegado a vivir cien años, hubiera seguido cantando igual.
 
En su libro «Carlos Gardel: a la luz de la Historia», de la Fundación BankBoston, Montevideo, 2000, el arquitecto Nelson Bayardo, que durante más de treinta años investigó la vida y los orígenes de Carlos Gardel, describe la voz de del cantante resaltando cinco aspectos:
•Un innato sentido musical que le permitió aventurarse sin esfuerzo en más de 30 géneros musicales diferentes.
•Un excepcional timbre vocal, que ha cambiado de tenor, al principio, para acercarse al barítono al final de su vida, incluso cuando cantaba la segunda parte en dúo con Razzano, lo que le permitió, más tarde, grabar los inolvidables duetos con él mismo, en los que cantaba ambas partes.
•Una versatilidad sin igual, gracias a la cual podía realizar una amplia gama de estilos, ya sea dramático o cómico, sentimental o irónico, evocador o grotescos. Cada vez, como solía decir Ayestarán (musicólogo uruguayo) parecido pero diferente al mismo tiempo. El vivaz Gardel en «Te fuiste ¡ja ja!» no se parece a la angustiada voz de «Mi noche triste», dos canciones con idéntico contenido, un hombre abandonado por su esposa, pero en el que el sonido de las dos primeras palabras («Te fuiste» y «Percanta») es suficiente para que el oyente adivine de inmediato el tono alegre o triste de cada canción.
•Una creatividad sin límites, que fue capaz de utilizar sencillamente porque él fue quien había inventado el tango-canción, y por lo tanto fue la única persona que pudo determinar su estilo. Utilizó varios trucos, incluyendo pequeños discursos antes o durante sus canciones, risas, toses e interrupciones; el clásico «jmmm» que esparció a lo largo de sus canciones; silencios espontáneos que rozaban lo dramático, como en «Anoche a las dos» (una canción que sería instantáneamente olvidable si no fuera Gardel quien la canta) en la que adapta su voz para cantar las líneas del marido traicionado, de un cliente atento en un café y un oficial de policía: algo que, sin su original manera de realizar un arte que le era tan propia, habría bordeado el ridículo, como otras piezas que a veces simplemente no eran suficientemente buenas para el cantante.
•Por último, su expresividad, que, según el famoso Rubén Pesce, lo convirtió en un «actor tanguero». Casto Canel dijo al respecto que «él se escapa de las mecánicas reglas del metro, llegando más temprano, tarde o fuera de tiempo, acortando o alargando una frase, a veces puede ser oído un riguroso refinamiento, o un poderoso y sofocante silencio; con una palabra puede crear una experiencia musical más profunda que la alcanzable por puros patrones aritméticos».
En cuanto a la pronunciación al cantar, el gran cantante argentino y compositor de tangos Edmundo Rivero ha dicho con respecto a la «N» que Gardel pronunciaba insinuando una «R», que
…se debe a que la N es consonante líquida y puede perder su sonoridad al encontrarse con una consonante sorda (una T o una P, N de la R), de las que obstruyen el pasaje del aire (son oclusivas), y al pronunciar anterior a ellas la N, ésta se apoya en la nariz y sabiendo que en el canto elevado esto es antiestético y reprochado, Gardel enviaba el aire directamente hacia adelante (siempre apoyada).
Día de Carlos Gardel
El 24 de junio de 2005, por decisión conjunta de las autoridades municipales de las ciudades de Buenos Aires, Montevideo, Tacuarembó y Medellín (donde falleció), se recordaron los 70 años de la muerte de Carlos Gardel. Por primera vez, se obvió la conmemoración del llamado «Día de Carlos Gardel» en la ciudad francesa de Toulouse.
Controversias sobre su lugar de nacimiento
Existen dos teorías que argumentan el nacimiento de Carlos Gardel. La teoría francesista sostiene que nació en Toulouse, Francia el 11 de diciembre de 1890 y que habría arribado desde este país, con su madre, a la Argentina, a los 2 años y tres meses de edad y su primer apodo habría sido «el Francesito».
La teoría uruguayista, en cambio, sostiene que nació en Tacuarembó, Uruguay, aunque se afirma que fue entre 1883 y 1887 y que se lo habrían entregado a su madre Berthe, para su crianza, con alrededor de ocho años de edad y su primer apodo habría sido «el Guachito de Escayola».
El hecho de que existan documentos que, por un lado certifican que Gardel nació en Francia, y otros que lo dan como nacido en el Uruguay, han llevado a los investigadores a dar puntos de vista diferentes respecto a este tema.
Cuando sus allegados le preguntaban la cuestión sobre su nacionalidad a Gardel, este sorprendía con frases ingeniosas, evitando dar una respuesta concreta, como por ejemplo: «Nací en Buenos Aires, Argentina, a los 2 años y medio de edad» (que es cuando llegó a esa ciudad).
Efectuó declaraciones públicas, afirmando ser uruguayo a medios uruguayos, colombianos y europeos. También se dijo argentino, criollo y rioplatense, en sus declaraciones públicas.
Teoría francesista
La teoría francesista basa sus argumentos en un acta de nacimiento en Toulouse donde consta el nombre de Charles Romuald Gardès, hijo de Berthe Gardès, y en su testamento ológrafo, donde Gardel también declaró haber nacido en Toulouse, Francia y ser hijo de Berthe Gardès. Anais Beaux, amiga tolosana de Berta Gardes y el compañero de ésta, Fortunato Muñiz, la ayudaron cuando llegó al país empleándola en su taller de planchado. Los tres convivieron con el cantor en la casa de la calle Jean Jaures 735.
Los «francesistas» sostienen que todos los documentos de Gardel en los cuales figura que nació en Tacuarembó, Uruguay, como su registro de nacimiento, su cédula y sus pasaportes, son falsos.
Desde el 1º de septiembre de 2003 la voz de Carlos Gardel es Patrimonio de la Humanidad por declaración de la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), que en su registro Memoria del Mundo lo anotó como «cantor argentino nacido en Francia».
Teoría uruguayista
militar y político de Tacuarembó, y María Lelia Oliva, su cuñada de 13 años de edad. Las circunstancias que rodearon el alumbramiento hacían imposible la inscripción legal de un nacimiento que transgredía las normas sociales, los principios religiosos y morales y hasta la legislación uruguaya. Su Código Civil, en aquel entonces, establecía que si el hijo era adulterino: no podrá asentarse (en el libro de nacimientos del Registro Civil), aunque lo pidan los interesados, el nombre del padre o de la madre casados”. Carlos Gardel, alejado de su familia biológica y entregado a Berta Gardes para su crianza, se encontró indocumentado hasta que pudo regularizar su situación, el 8 de octubre de 1920, al obtener su documento legal expedido por el Cónsul de la República Oriental del Uruguay en la ciudad de Buenos Aires. De este documento derivaron todos los demás documentos oficiales del cantor, incluyendo su nacionalización argentina. Sin embargo numerosas infidencias fueron descorriendo el velo que escondía su verdadera historia. Esta especial situación hizo que el cantor, imposibilitado de revelar quienes eran sus verdaderos padres, pero sabedor a la vez de que muchas personas conocían los lazos que lo ligaban a la familia Escayola, fuera tantas veces evasivo o contradictorio al verse forzado a explicar la relación que lo unía a Berta Gardes.
Los «uruguayistas» ponen en duda el testamento que se da a conocer cuando Gardel muere, ya que éste estableció un vínculo legal con Berta Gardes o Gardés (madre adoptiva según esta teoría) hasta ese momento inexistente. Maniobra legal para que Berthe Gardés pudiese heredarlo de acuerdo a las leyes argentinas de la época.
En junio de 2004, la justicia argentina rechazó el pedido efectuado en agosto de 2003 por el Centro de Estudios Gardelianos de Buenos Aires para que se efectúe con los restos de Gardel y de su madre un estudio comparativo de histocompatibilidad genética, y así establecer indubitablemente su lugar de origen. Alegando el origen francés del cantante, el argumento de la magistrada fue:
«en ambos juicios sucesorios (en Argentina y Uruguay) se ha resuelto que la única heredera fue la madre del reconocido cantante argentino (Gardel tuvo nacionalidad argentina), la señora Berta Gardès… ¿Acaso debe hacerse eco de versiones cuando la cuestión supuestamente atacada ya ha sido resuelta en sede judicial? Entiendo que la respuesta es negativa».
El estado uruguayo a través de una ley de 1996 establece cada 24 de junio (fecha de la muerte del cantante) como el Día de Carlos Gardel, con festejos en la ciudad de Tacuarembó.
Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Carlos_Gardel