«La violencia contra la mujer es quizás la más vergonzosa violación de los derechos humanos. No conoce límites geográficos, culturales o de riquezas. Mientras continúe, no podremos afirmar que hemos realmente avanzado hacia la igualdad, el desarrollo y la paz.»
Kofi Annan,
Secretario General de las Naciones Unidas
Todo acto de violencia basado en el genero que tiene como resultado posible o real un daño físico, sexual, o psicológico, incluidas las amenazas, la coerción, y la privación arbitraria de la libertad, sea en la vida publica o privada.
La violencia contra la mujer y la niña es un importante tema de salud y derechos humanos. Por lo menos una de cada cinco mujeres ha sido maltratada física o sexualmente por un hombre o varios hombres en su vida.
En América Latina es una importante causa de muerte o incapacidad en mujeres en edad reproductiva, tan grave como el cáncer, los accidentes de transito y el paludismo juntos.
La violencia contra la mujer adopta formas diversas, incluidos la violencia en el hogar; las violaciones; la trata de mujeres y niñas; la prostitución forzada; la violencia en situaciones de conflicto armado, como los asesinatos, las violaciones sistemáticas, la esclavitud sexual y el embarazo forzado; los asesinatos por razones de honor; la violencia por causa de la dote; el infanticidio femenino y la selección prenatal del sexo del feto en favor de bebés masculinos; la mutilación genital femenina y otras prácticas y tradiciones perjudiciales.
La violencia en el hogar, especialmente los golpes a la cónyuge, es tal vez la forma más generalizada de violencia contra la mujer. En países en que se realizan estudios fiables en gran escala sobre la violencia basada en el género, se informa de que más del 20% de las mujeres han sido víctimas de maltrato por los hombres con los que viven.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) calcula que la trata de mujeres y niños, que casi siempre se realiza para la explotación sexual con fines comerciales, genera hasta 8.000 millones de dólares anuales. Las enormes ganancias que obtienen los perpetradores, que cada vez están más vinculados a la delincuencia organizada, han convertido ese delito en una amenaza mundial que se extiende rápidamente. Las mujeres y niñas pobres figuran entre los principales grupos afectados por los tratantes debido a su marginación y limitados recursos económicos. Algunas participan voluntariamente animadas por promesas de mayores ingresos y la esperanza de dejar atrás la pobreza. Otras lo hace obligadas, y muchas terminan en la prostitución contra su voluntad. Para cambiar esa situación:
De acuerdo con el Fondo de Población de las Naciones Unidas (FNUAP), se calcula que entre 85 y 114 millones de mujeres y niñas, la mayoría de las cuales vive en África, el Oriente Medio y Asia, han sido sometidas a la mutilación de sus genitales. La mutilación genital femenina, también conocida como la «circuncisión femenina», consiste en extirpar total o parcialmente el clítoris y otros órganos genitales. Su forma extrema, la infibulación, consiste en extirpar el clítoris y ambos labios y la sutura de la vulva, dejando solamente un pequeño orificio para permitir el paso de la orina y el flujo menstrual. Esa mutilación de las niñas tiene importantes consecuencias a corto y largo plazos. Es extremadamente dolorosa y puede provocar infecciones y la muerte, así como dificultades en el parto y una mayor vulnerabilidad al VIH/SIDA. Esa práctica refleja el consenso social imperante de que es preciso preservar la virginidad de la niña y la mujer hasta el matrimonio y controlar su sexualidad. Los hombres en esas culturas suelen no casarse con niñas o mujeres que no hayan sido sometidas a la circuncisión, ya que las consideran «sucias» y «sexualmente indulgentes».
Repasemos los derechos
Derecho a la vida
Derecho a la libertad y la seguridad
Derecho a la igualdad y a ser libre de toda forma de discriminación
Derecho a la privacidad
Derecho a la libertad de pensamiento
Derecho a la información y a la educación
Derecho a casarse o no y a planear formar una familia
Derecho a tener o no hijos y cuándo tenerlos
Derecho a la atención y protección de su salud
Derecho a los beneficios del progreso científico
Derecho a la libertad de asamblea y la participación política
Derecho a ser libre de torturas y maltratos
Confrontando la Violencia
Si existe violencia en su relación, debe:
- reconocer el problema y considerarlo seriamente
- conversar con su pareja y decirle que la violencia debe terminar
- dejar de justificar la violencia diciéndose que a veces uno mismo la provoca con su actitud. Nada justifica la violencia,
- decirle firmemente lo que ud.no quiere hacer
- conversar con alguien que le dé confianza. Lo importante es romper el silencio.
- llamar a algún teléfono de ayuda y orientación
- integrarse a actividades que la fortalezcan como persona
- denunciarlo o recurrir a instituciones de su comunidad
- no aislarse y buscar ayuda
Las mujeres no deben avergonzarse ni sentirse culpable por sufrir estas agresiones.Una gran cantidad de mujeres la sufren diariamente.Lo importante es tomar fuerza para cambiar esa situación.
Si ud. es víctima de violencia doméstica:
- no se aísle, busque familiares o personas amigas y cuénteles su problema.
- busque un lugar donde refugiarse en momentos de emergencia, si se ve imposibilitada de quedarse en su hogar.
- no se quede aguantando, pensando que todo pasará y que la calma volverá. La violencia puede ser peor y su vida y la de sus hijos corre peligro.
- busque asistencia legal e infórmese de sus derechos y de las leyes que la protegen.
Recuerde que:
- ud.tiene el derecho a una vida libre de violencia.
- no puede perder sus hijos.
- ud.puede reclamar el derecho de sus hijos a recibir pensión alimenticia.
- el ciclo de violencia no se rompe solo.Debemos hacer algo para cambiarlo.
- la violencia doméstica es un delito que debe denunciar.
- ayude a que sus hijos tengan un futuro sin violencia.