Tetanos

¡Como todos los años, llego la época de vacunarse contra el tétano!. Esta frase repetía mi madre cada año, odiando el momento que venía la enfermera a aplicarnos la inyección -a mi y a mis hermanos-. Pero atención, es una lamentable enfermedad, que si podemos prevenirla con una inyección, ¡bienvenido el pinchazo!… ¡EN LA COLITA, NO!!!!.

DESCRIPCIÓN:

Es una infección causada por una bacteria anaeróbica, llamada Clostridium tetani, que afecta los músculos.

CAUSAS:

Estas bacterias viven en la tierra o en las heces animales, y penetran el cuerpo de una persona. Durante su crecimiento producen una toxina, que es el agente que genera la infección, que se desarrolla en heridas, profundas o superficiales. El tétanos puede afectar el útero de la madre, o el muñón umbilical del bebé después del parto. Las heridas quirúrgicas, quemaduras y el consumo de drogas inyectables son vías de alto riesgo de infección.

SÍNTOMAS:

Un primer síntoma es la rigidez de mandíbula, seguida de dolor de cabeza y garganta, irritabilidad, escalofríos, dificultad para tragar, espasmos en los músculos y rigidez de nuca, piernas y brazos y, con menor frecuencia, fiebre. Aparecen entre los 2 y 50 días, aunque lo usual es que se manifiesten luego de 5 ó 10 días de comenzada la infección. En algunos casos, los síntomas se circunscriben a la herida, y su entorno muscular. En otros, la ridigez y los espasmos se extienden y agudizan con el desarrollo de la enfermedad, causando rigidez facial, dolores y posturas características de la afección de músculos como los del cuello, espalda, o abdomen, o estreñimiento o retención de orina por la rigidez de los esfínteres. La rigidez y espasmos de los músculos torácicos y respiratorios pueden dificultar la inhalación de oxígeno y llevar al enfermo a la asfixia.

DIAGNÓSTICO:

La rigidez muscular o los espasmos advierten al médico de un posible diagnóstico de tétanos, sobre todo si la persona se ha herido. Resultados negativos de laboratorio no siempre significan que no haya infección de tétanos. El retraso del comienzo del tratamiento o el rápido agravamiento no son de buen pronóstico. El tétanos produce la muerte en un 50% de los casos.

TRATAMIENTO:

La mejor prevención es la vacunación, que se realiza en series durante la niñez, y se recomienda reforzar en los adultos cada 5 ó 10 años. Si un herido no ha recibido un refuerzo en los últimos 5 años, debe aplicarse uno en el menor tiempo posible. Debe limpiarse profunda e inmediatamente la herida, para expulsar los desechos y el tejido muerto en los que el crecimiento de las bacterias es factible. Si el paciente no ha recibido vacunación, se le aplica una dosis de inmunoglobulina antitetánica, y una primera vacuna -de una serie de tres- para neutralizar la toxina que provoca la infección. También se prescriben antibióticos para reducir la producción de toxinas, y otros medicamentos, sedantes o relajantes.