En la edición del primer mes del año 2001 de la prestigiosa revista científica New England Journal of Medicine, se publicaron los resultados de un estudio llevado a cabo por investigadores del Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos, sobre el uso teléfonos celulares y el riesgo de tumor cerebral.
El teléfono celular contiene un pequeño transmisor que emite radiación cerca de la cabeza. Esto ha causado gran preocupación entre la población, ya que no se sabía si esta radiación podía causar cáncer del cerebro o de otros órganos del sistema nervioso central. En realidad, se hacen estudios con referencia a este tema desde el año 1994.
Aquel estudio incluyó 800 pacientes con este tipo de tumor provenientes de instituciones de las ciudades estadounidenses de Phoenix, Boston y Pittsburg y 800 casos de control. La recolección de datos consistió en una exhaustiva encuesta personalizada, con preguntas muy específicas sobre la fecha de comienzo de uso del teléfono celular, cuánto tiempo lo utilizaba, fecha última y nivel de utilización. No se registró información acerca del modelo de aparato. Los datos terminaron de recogerse en 1998.
Los investigadores no encontraron evidencia de que el riesgo de una persona de desarrollar un tumor cerebral aumentara con la cantidad de años o minutos promedio de uso diario del teléfono celular. Tampoco los tumores cerebrales tendieron a ocurrir más seguido de lo esperado del lado de la cabeza en el que reportaron utilizar el teléfono. Entre los que más lo utilizaban, el promedio fue de aproximadamente 15 minutos por día ó más por al menos tres años. Muy pocas personas utilizaron este tipo de aparatos frecuentemente por más de cinco años.
Peter Inskip, Sc.D., quien fue el investigador principal, sostuvo que no hallaron evidencia de que el uso de celulares causaran tumor cerebral, sin embargo, aclaró, si el mayor riesgo ocurriera después de más de cinco años de uso o en personas con alta intensidad de utilización, este estudio probablemente no lo detectaría.
La investigación se realizó entre los años 1994 y 1998, período en el cual eran más frecuentemente utilizados los teléfonos analógicos. Actualmente predominan los digitales, que operan a una frecuencia mayor. Sin embargo, no existe evidencia hasta el momento de que el riesgo de cáncer difiera entre estos dos tipos de teléfono.
Resultados similares fueron encontrados en otros dos estudios, uno publicado en diciembre de 2000, en el Journal of the American Medical Association by Muscat et al, que incluyó 469 casos de tumor cerebral y 422 controles y otro estudio efectuado en Suecia por by Hardell et al que incluyó 233 casos y 466 controles. Ninguno de estas dos investigaciones encontró asociación. Sólo se reportó alguna relación entre el lado de la cabeza que se utilizaba para hablar por teléfono y la ubicación del tumor, pero esta asociación se basó en muy pocos casos.
Hoy en día, existen además tres tipos de teléfonos inalámbricos o móviles que se utilizan: teléfonos celulares para automóviles, celulares transportables y teléfonos inalámbricos. Todos estos implican una menor exposición del cerebro a la radiación ya que la unidad que la emite se encuentra a cierta distancia de la persona. Si los teléfonos celulares muy pequeños que se transportan en la mano no presentan mayor riesgo de tumor cerebral, sería muy sorprendente que estos otros tipos de teléfonos sí lo causaran, ya que exponen a una frecuencia de radiación mucho menor.
El número de usuarios de teléfonos celulares ha aumentado enormemente en los últimos 10 años y las tendencias continúan así. Debido a esto, gran cantidad de investigaciones científicas que estudian la relación entre utilización de celulares y tumor cerebral, se están llevando a cabo actualmente. El más grande, es un estudio multicéntrico internacional que comprende 3000 casos y 3000 controles, coordinado por la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC), cuya sede se encuentra en Lyon, Francia. Restan varios años todavía para la obtención de resultados. Por otra parte, se espera que los resultados de otra investigación realizada en Dinamarca que incluyó 550.000 usuarios de teléfonos celulares desde 1982 a 1995, sean publicados. Actualmente en Estados Unidos y en el Reino Unido, se están destinando fondos y esfuerzos para continuar con el desarrollo de investigaciones sobre este tema.
Las causas de tumor cerebral son desconocidas, por ello, los científicos del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, evalúan un amplio rango de posibles factores de riesgo que incluyen a los ambientales, los relacionados con el estilo de vida y los genéticos. Estos incluyen exposición en el trabajo a agentes químicos y campos electromagnéticos, factores dietéticos, historia familiar de tumores, factores genéticos, utilización hogareña de algunos artefactos, historia reproductiva y exposición hormonal, virus, y exposición tanto médica como dental a la radiación iónica. Los resultados de estos reportes aparecerán en publicaciones futuras y debido al interés de la población, el uso de los teléfonos celulares será el primero.