La dependencia física es controvertida pero si es la droga psicoactiva más problemática en cuanto al grado de dependencia psicológica.
Otros nombres:
· Pasta de coca o basuca,
· clorhidrato de cocaína,
· base libre de coca,
· el «crack».
Los derivados de la cocaína se obtienen del arbusto de la coca (la boliviana o «huanaco», la colombiana o «novagranatense» y la «trujillense» del Perú).
La producción de la cocaína como tal se realiza mediante la transformación de las hojas de coca en pasta de cocaína y después, ésta en clorhidrato de cocaína. Para ello se precisan sustancias catalizadoras entre las que se encuentran el éter, el ácido sulfúrico, y la gasolina.
Productos de consumo
Según el proceso de elaboración y de las sustancias empleadas en el mismo se pueden obtener:
· La pasta de coca o basuca.
· El clorhidrato de cocaína.
· La base libre.
· El «crack».
LA PASTA DE COCA, BASE LIBRE Y CRACK (Cocaína barata o del pobre)
La pasta de Coca se obtiene tras macerar con agua y otros disolventes las hojas de coca, obteniéndose de esta manera la «cocaína cruda» o basuca.
El riesgo de consumo afecta a todas las edades, desde niños y adolescentes hasta ancianos, pero de forma especial entre los 18 y 30 años. Es igual en ambos sexos y clase social o profesiones.
La absorción de la cocaína (tanto de base libre y o del crack) es muy rápida y los efectos se presentan tras la primera inhalación de forma inmediata, durando entre cuatro a seis minutos.
Se presenta una estimulación y bienestar general, pero con taquicardia, aumento de la presión arterial, sudoración, pérdida de apetito, estimulación sexual, creciente sensación de ansiedad, para después aparecer vómitos, diarreas, insomnio, ardor en los ojos, y los llamativos cambios del humor.
La sensación final es más de angustia que de placer por ello se tiende a abusar continuamente de fumar nuevas dosis. Tras este proceso inicial el consumidor presenta un estado de mutismo con disminución de la atención y dificultades motoras.
La falta de consumo hace aparecer el síndrome de abstinencia caracterizado por ansiedad, necesidad del producto, diarrea, palidez, crisis de llanto, sudoración y taquicardia.Los riesgos del consumo crónico son la desnutrición, los problemas dentales y alteraciones hepáticas y la disminución del deseo y actividad sexual, además de las importantes consecuencias en los ámbitos psicológico y social.
Por ejemplo aparecen:
· Reacciones paranoides con delirios de persecución.
· La depresión, indiferencia sexual, melancolía, inseguridad, baja autoestima
· Las ideas de suicidio.
EL CLORHIDRATO DE COCAÍNA (Cocaína cara o del ejecutivo)
El clorhidrato de Cocaína, en la actualidad es de consumo generalizado, alcanza todos los estratos sociales y, en los países desarrollados, ha seguido una tendencia claramente ascendente.
El consumo habitual es por vía nasal (esnifada), o por contacto con las mucosas (frotando en las encías). Algunos consumidores se la inyectan, sola o mezclada con otras drogas (heroína).
Los efectos inmediatos del clorhidrato de cocaína a dosis bajas son la ausencia de fatiga y de sueño, falta de hambre, el entusiasmo del estado de ánimo con mayor seguridad en sí mismo. Aparece la prepotencia, disminuyen las inhibiciones y el individuo suele percibirse como una persona sumamente competente y capaz.
Pero a la vez se produce el aumento del ritmo cardiaco y de la tensión arterial.
Aparece el aumento de la temperatura corporal y de la sudoración.
Si la dosis es elevada aparece una gran ansiedad y agresividad, alucinaciones, temblores y movimientos convulsivos.
Tras ceder sus efectos iniciales aparece el llamado «bajón» con un tremendo cansancio, apatía, irritabilidad y conducta impulsiva.
Los efectos a largo plazo son:
· Las complicaciones psiquiátricas: irritabilidad, crisis de ansiedad, disminución de la memoria y de la capacidad de concentración. Además en ciertos casos aparece la «psicosis cocaínica» que consiste en un brote de ideas paranoides que llevan a la persona a un estado de confusión, pudiendo producir verdaderas crisis de pánico, y de cuadros alucinatorios, etc.
· La apatía sexual o impotencia.
· La bulimia y anorexia nerviosa.
· Las alteraciones neurológicas (dolores de cabeza y los accidentes vasculares como el ictus cerebral)
· Las arritmias cardiacas
· Los problemas de asma o dificultades para respirar
· La perforación del tabique nasal.
· Los riesgos de mortalidad perinatal, abortos y problemas nerviosos en el recién nacido lo hacen un problema muy importante en embarazo y lactancia.