Delirio

Este trastorno genera cambios rápidos en el estado de las personas, pasando del letargo a la agitación total. También produce falta de atención, pensamiento desorganizados, desorientación y cambios en las sensaciones. Ante estos síntomas, visite a un médico y hágase un chequeo. ¡Delirante!.

DESCRIPCIÓN:

Es un trastorno que se presenta como confusión severa y grandes alteraciones de las funciones cerebrales y es consecuencia de una enfermedad física o mental. En el delirio se notan rápidos cambios en el estado mental pasando, por ejemplo, del letargo a la agitación alternadamente. Falta de atención, pensamientos desorganizados, desorientación, cambios en las sensaciones y percepciones son algunos de los síntomas comunes.

CAUSAS:

Los estados de confusión agudos son producto de enfermedades físicas o mentales y por lo general son temporarios y reversibles. Las causas del delirio pueden registrar: trastornos por insuficiente provisión de oxígeno u otras sustancias al cerebro, deshidratación, desequilibrios ácido/básicos, desbalance de electrolitos o presencia de sustancias tóxicas, alcohol o drogas. Deficiencias de vitaminas del grupo B e infecciones del cerebro también pueden dar lugar al estado de delirio.

SÍNTOMAS:

Disturbios de la atención, que se caracterizan por la incapacidad de concentrarse, pensar claramente y hablar con coherencia. La conciencia de ubicación en el tiempo y el espacio puede estar alterada, y esta desorientación puede incrementarse por cambios en las sensaciones y las percepciones. Trastornos en los patrones de sueño, pérdida de la memoria inmediata y variaciones en el estado de alerta a lo largo del día ( puede haber somnolencia durante la tarde o noche) forman parte del cuadro que presenta este trastorno. Los cambios emocionales pueden alternar ansiedad, enojo, apatía y euforia.

DIAGNÓSTICO:

El examen neurológico puede detectar anormalidades en los reflejos y en las funciones motoras. Diversos estudios psicológicos (pruebas de sensación, funciones cognitivas) revelan información. Y los análisis clínicos pueden contribuir a determinar la magnitud del trastorno.

TRATAMIENTO:

El tratamiento depende de las causas que hayan provocado el estado de delirio. Se debe intentar corregir las alteraciones físicas que puedan empeorar el estado de delirio: problemas cardíacos, deficiencia de oxígeno en la sangre o aumento de dióxido de carbono, trastornos tiroideos, anemia, insuficiencia renal o hepática. En casos de conducta agresiva, que pudiera ser peligrosa para la misma persona o para otros, se puede recurrir a una medicación especial en dosis muy bajas de fluoxetina, vasodilatadores del cerebro o bloqueantes de la dopamina.