¿Deberíamos conservar los parásitos? Por qué son importantes para la evolución de la vida

¿Deberíamos conservar los parásitos? Por qué son importantes para la evolución de la vida

La conservación de la biodiversidad exige prestar atención a los parásitos, actores secundarios en la historia de la vida, pero de una importancia capital y una historia que contar.

¿Deberíamos conservar los parásitos?
Podemos considerar la naturaleza como un vasto escenario en el cual cada ser vivo desempeña un papel en el gran teatro de la vida. En esta representación, solo los grandes protagonistas suelen pasar a la historia, mientras los actores secundarios pasan desapercibidos. Hongos, bacterias, protozoos… y posiblemente, entre todos, los más infravalorados sean los parásitos. Así son presentados en la obra Parásitos: los actores secundarios de nuestra historia, de Concha Mesa Valle y José Antonio Garrido, editado por Pinolia.
Entonces, ¿debemos subestimar el valor de estos actores aparentemente indeseables?

Los parásitos y su papel en la evolución
La historia de la evolución de la vida en la Tierra es una narrativa compleja y entrelazada de adaptaciones y estrategias de supervivencia. En este contexto, los parásitos desempeñan un papel crucial, aunque a menudo son vistos como intrusos, es decir, como ‘invitados’ no deseados a participar en el drama de la biología.
Los parásitos han sido motores de la evolución, en dinámicas del tipo Reina Roja, el mismo tipo que enfrentan depredadores y presas, o flores y polinizadores. En una dinámica de Reina Roja, dos o más organismos deben avanzar, desde el punto de vista de la evolución de forma sincrónica solo para mantener el statu quo. Si hablamos en concreto del parasitismo, los inquilinos generan presión selectiva sobre sus hospedadores, impulsándolos a desarrollar estrategias de resistencia y adaptación, y estos a su vez también generan presión sobre los parásitos. Esta coevolución ha dado forma a la diversidad y complejidad de la vida en nuestro planeta.
No obstante, en nuestra sociedad, con una humanidad más sujeta a las normas sociales, que se aprovecha de los avances científicos y técnicos, los parásitos son percibidos como un mal a exterminar. Y ese deseo que hace siglos parecía una utopía, hoy está cada vez más al alcance de la mano.
La pregunta entonces es, ¿deberíamos considerar la conservación de los parásitos como parte integral de la conservación de la biodiversidad?

Los parásitos y la salud, no siempre en conflicto
En el pasado, los parásitos fueron demonizados debido a las enfermedades que transmiten. Sin embargo, esta visión simplista pasa por alto el que no todos los parásitos son perjudiciales, algunos incluso tienen efectos beneficiosos para sus huéspedes.
Un buen ejemplo de aspectos positivos es su gran potencial en la investigación de tratamientos para enfermedades autoinmunes. En este tipo de trastornos, el sistema inmunitario del cuerpo ataca sus propios tejidos y órganos, lo que puede dar lugar a condiciones debilitantes y crónicas. Durante mucho tiempo, los científicos han explorado estrategias para modular la respuesta inmunitaria y, sorprendentemente, los parásitos parecen desempeñar un papel importante en esta búsqueda.
Ciertos parásitos, como los gusanos intestinales, tienen la capacidad de suprimir la respuesta inmunitaria de sus huéspedes. Esto es crucial para su supervivencia, ya que un sistema inmunitario hiperactivo podría expulsar al parásito del cuerpo. Hace unos años, un equipo de investigación liderado por Zhenyu Wu publicó un estudio prometedor en Frontiers in Microbiology, donde proponían emplear proteínas derivadas de parásitos para el tratamiento de alergias y otras patologías autoinmunes.
Pero los posibles beneficios de los parásitos no se limitan al campo de la salud. También desempeñan un papel fundamental en la conservación de los ecosistemas.

Los parásitos al servicio del medio ambiente
Un estudio muy reciente, publicado por Alan J. Lymbery y Nico J. Smit, de la Universidad Murdoch en Australia, revela cómo los parásitos pueden ser indicadores de la diversidad y la abundancia de especies hospedadoras en un área determinada. Según los resultados publicados en la International Journal for Parasitology, en un ecosistema saludable, la presencia de una alta variedad de parásitos sugiere una mayor biodiversidad y una red trófica más robusta, y su disminución puede ser un signo de problemas ambientales.
Los parásitos además pueden ayudar a identificar la presencia de contaminantes o la degradación del hábitat. Algunos parásitos, especialmente sensibles a las sustancias tóxicas, pueden manifestar cambios en su comportamiento o ciclo de vida como respuesta a la contaminación ambiental. Estos cambios servirían de alerta temprana para los científicos que monitorizan la salud de los ecosistemas.

La conservación de la biodiversidad, incluidos los parásitos
La conservación de la biodiversidad es un tema relevante para la comunidad científica y ambiental. Los parásitos desempeñan un papel en la regulación de poblaciones de sus hospedadores y en la preservación de la salud de los ecosistemas. La pérdida de especies de parásitos podría tener consecuencias imprevistas para la salud de los ecosistemas y la diversidad biológica.

Encuentran heces fosilizadas infestadas de parásitos de hace más de 200 millones de años
Dentro de la extensa cantidad de datos y curiosidades sobre estas formas de vida tan peculiares, en su obra Parásitos, los actores secundarios en nuestra historia, Mesa Valle y Garrido enfatizan la importancia de comprender y valorar la contribución de los parásitos en la evolución y la salud de los ecosistemas. En la obra, los autores nos proporcionan además abundantes herramientas para lograrlo.
Al igual que cualquier otro componente de la naturaleza, los parásitos tienen su función en el gran escenario de la vida, y su preservación tendrá un impacto positivo en la salud de nuestros ecosistemas y, en última instancia, en nuestra propia historia evolutiva.
En un mundo en el que la conservación de la biodiversidad es vital, no debemos pasar por alto el papel de los parásitos. Conservar estos actores secundarios es esencial para mantener la estructura de toda la obra, incluyendo a los actores más presentes en el escenario, como nosotros.

Referencias:
• Mesa Valle, C. et al. 2023. Parásitos – Los actores secundarios en nuestra historia. Pinolia. (https://almuzaralibros.com/fichalibro.php?libro=6980&edi=9)
• Carlson, C. J. et al. 2020. A global parasite conservation plan. Biological Conservation, 250, 108596. DOI: 10.1016/j.biocon.2020.108596
• Lymbery, A. J. et al. 2023. Conservation of parasites: A primer. International Journal for Parasitology: Parasites and Wildlife, 21, 255. DOI: 10.1016/j.ijppaw.2023.07.001
• Windsor, D. A. 2021. Conservation of parasites. International Journal for Parasitology: Parasites and Wildlife, 14, 137. DOI: 10.1016/j.ijppaw.2021.01.011
• Wu, Z. et al. 2017. Parasite-Derived Proteins for the Treatment of Allergies and Autoimmune Diseases. Frontiers in Microbiology, 8.