Cistitis

«¡Rápido, necesito un baño!». La cistitis es una infección de la vejiga urinaria o de la uretra. Si sentimos presión en la parte baja de la pelvis, dolor y ardor al orinar, y con fuerte sensación de urgencia de orinar…., vayamos rapidito a nuestro médico. Quizás estemos ante la presencia de cistitis. Causas, síntomas y diagnósticos, a continuación.

DESCRIPCIÓN:

Es una infección de la vejiga urinaria o de la uretra. Las bacterias que logran entrar a la vejiga son eliminadas durante la micción, pero si por algún motivo permanecen allí, crecen y se multiplican con mucha facilidad, originando la infección. La incidencia de cistitis es mayor en mujeres porque la uretra es más corta y está más próxima al ano. En los hombres, afecta especialmente a los mayores, que presentan algún tipo de agrandamiento de la próstata. Al obstruirse el flujo de orina y no lograrse un vaciado total de la vejiga, ésta es más susceptible de infectarse.

CAUSAS:

Ocurre cuando ciertas bacterias penetran a la uretra o a la vejiga causando infección e inflamación. Más del 90% de las cistitis son causadas por la Escherichia coli, bacteria que es común hallar en el intestino. Todos los factores que obstruyan el flujo de orina a nivel de la vejiga o de la uretra aumentan el riesgo de cistitis: introducción de instrumentos en las vías urinarias (catéteres o cistoscopios), embarazo o diabetes. Las relaciones sexuales pueden aumentar el riesgo de cistitis en mujeres porque las bacterias pueden entrar a través de la uretra. En casos de mujeres con cistitis recurrente podría existir una conexión anormal entre la vagina y la vejiga.

SÍNTOMAS:

Presión en la parte baja de la pelvis, dolor y ardor al orinar, aumento de la frecuencia de micción y sensación de urgencia de orinar. La orina presenta un aspecto turbio (incluso puede presentar sangre) y quizá también cambios de color y olor fuerte. Asociados con estos síntomas se puede sentir dolor en el costado del cuerpo o en la zona lumbar, falta de apetito, fiebre, fatiga, debilidad, escalofríos y vómitos. En personas mayores puede haber también confusión mental.

DIAGNÓSTICO:

Por urocultivo. El estudio de la orina recogida permite detectar una reacción inflamatoria, es decir, presencia de glóbulos blancos, y si se ven bacterias al microscopio. Luego del tiempo necesario para que la bacteria crezca en el cultivo, se estudian las colonias para tipificarlas mediante una serie de pruebas bioquímicas. En casos de infecciones recurrentes se pueden efectuar estudios radiológicos con material de contraste que se inyecta en una vena y se excreta en la orina. Estos estudios permiten evaluar la estructura de riñones, uréteres y vejiga, indicando si existen conexiones anómalas o reflujos.

TRATAMIENTO:

Los casos leves de cistitis aguda pueden desaparecer espontáneamente, especialmente si la persona ingiere mucho líquido, lo que estimula las micciones frecuentes que ayudan a eliminar las bacterias de la vejiga. Sin embargo, como siempre existe un riesgo de que la infección se extienda a los riñones, se recomienda su tratamiento con antibióticos durante el período indicado por el médico (generalmente 7 días).