En el mundo del caballo la laminitis o infosamiento se ha considerado siempre como un mal que afectaba a pequeños ponis mimados que pastaban durante la primavera en el prado.
Pero cada año, esta terrible afección causa sufrimientos a caballos, ponis e incluso burros. En la clínica de la laminitis se trata a más caballos que ponis y están representadas todas las razas, tipos y valores económicos. Es un asesino. No sólo mueren los caballos habitualmente por la toxemia asociada, si no que los dolores son tan insoportables que durante la fase aguda los caballos se dan, literalmente, cabezazos contra las paredes con tal violencia que llegan incluso a herirse de muerte.
¿Qué es la Laminitis?
La laminitis es una enfermedad metabólica compleja cuyo resultado final puede ser la separación del casco de la extremidad. Los síntomas pueden variar desde una ligera cojera en una mano hasta el caballo tumbado, sudando y quejándose, a veces la sintomatología se diagnostica como cólico o azoturia.
En todos los casos se aprecia pulso digital y una postura «característica» apoyándose sobre los talones para aliviar la presión en las lumbres, y cambiando alternativamente el peso de una mano a otra. (El calor en la mano afectada es inapreciable y no resulta un indicador fiable)
Si el proceso continúa hasta convertirse en aguda, se puede sentir una depresión en la zona frontal de la corona del casco, lo que indica que las láminas de la zona frontal del casco se han separado del tejuelo y éste ha rotado.
Si sigue progresando, alcanzará una etapa más grave, la depresión se notará a lo largo de toda la banda coronaria, las laminas se habrán separado totalmente desde las lumbres hasta los talones, y el tejuelo estará sin sujeción. Desgraciadamente, en esta fase, el animal sólo tiene un 20% de probabilidades de supervivencia. Aquellos caballos que están en esta fase no presentan la postura «característica» sobre los talones. Si se le dan analgésicos que mascaren el dolor el caballo comenzará a andar y dado que el casco ya no está sujeto a la extremidad, lo perderá.
¿Cuál es la causa?
En la aparición de la laminitis influyen varios factores. Un traumatismo en los cascos, debido al trabajo en superficies duras, puede causar laminitis, principalmente en caballos de salto y completo. La fumigación con productos tóxicos en cultivos cercanos a los prados de pasto también se ha dado como causa de laminitis.
En la mayoría de los casos, la ingestión de un exceso de hidratos de carbono (almidón) en la dieta suele ser el culpable. La primavera es el período más peligroso, porque la hierba empieza a crecer y contiene altas concentraciones de hidratos de carbono. Todos los expertos están de acuerdo en que los hidratos de carbono solubles como el amidón o el fructano, son el principal causante y que es la cantidad total de hidratos que un caballo o poni ingiere lo que le aumenta el riesgo de desarrollar una laminitis. Las primeras evidencias sugieren que se necesitan menos cantidad de fructano que de almidón para a inducir una laminitis.
Aún así, los hidratos de carbono se encuentran en otras fuentes que no son hierba. Todos los granos lo contienen y una dieta más baja en calorías y más alta en fibra es el método más seguro de alimentar caballos que estén trabajando en un nivel de bajo a medio.
Una de las causas más preocupantes es la costumbre de alimentar con dietas muy energéticas a caballos y ponis, sólo porque los dueños creen que así, estarán hermosos para presentarlos a exhibiciones. Hay demasiados caballos de estos en las clínicas, porque suelen estar obesos. Los jueces pueden premiar aquellos que están en forma y musculados. Los propietarios de estos animales los han sometido a un entrenamiento serio para conseguir una condición física óptima para llamar la atención de los jueces, no han optado por una solución fácil como es sobrealimentarlos.
Otras causas
Una de las más crecientes causas de laminitis es la Enfermedad de Cushing como consecuencia de una hiperplasia de la glándula pituitaria. En la actualidad se ha conseguido un diagnóstico eficaz de esta enfermedad y existen tratamientos que pueden proporcionar al caballo una vida más larga y saludable.
Investigaciones
Las investigaciones han demostrado que existen dos tipos de toxinas que se liberan en el intestino del caballo tras un exceso de ingestión de comida con hidratos solubles. Se sabe que hay un cambio masivo de la flora bacteriana en estas circunstancias. Dado que no suele haber grandes cantidades de hidratos solubles en el intestino grueso, las bacterias que encuentran cómodas en este medio, proliferan rápidamente en su presencia. ¡Llegan a doblar el número cada 12 minutos!
Estas bacterias son gram-positivas y producen ácido láctico como producto de su proliferación. El ácido láctico no sólo vuelve ácido el medio del intestino, sino que también lo daña al posibilitar la absorción por el torrente sanguíneo de toxinas y aminas vasodilatadoras.
Hay que tener en cuenta, también, que estas bacterias liberan una exotoxina desde la parte más externa de la célula, que tiene un efecto extraordinario sobre las láminas en el casco del caballo. Existe un grupo de toxinas en las láminas que se denominan MMP. Su función normal es permitir el crecimiento del casco y por tanto controla la adherencia y desprendimiento de las láminas en las capas profundas. Las exotoxinas de las bacterias que se encuentran en el intestino, provocan una activación masiva de las enzimas MMP que acaban por causar una desprendimiento del casco.
El ambiente ácido que provoca en el intestino el crecimiento rápido de las bacterias gram-positivas causa una muerte masiva de las bacterias normales. Estas, al morir, liberan otra toxina, una endotoxina, desde la parte interna de la célula. Conocíamos a las endotoxinas desde hace muchos años y los primeros investigadores pensaron que eran la verdadera base de las laminitis causadas por una dieta incorrecta, pero los conocimientos actuales niegan esta conclusión. Las endotoxinas provocan una gran variedad de efectos desagradables y, a veces, mortales, a los caballos, pero no causan laminitis.
¿Cómo evitar la laminitis?
Como se puede ver, hay muchas cosas que aún no se entiende sobre los mecanismos por los cuales un desequilibro en el intestino del caballo puede llevar a cambios devastadores en los cascos. Sin embargo, si todos aplicaran los conocimientos que tenemos sobre ello, la incidencia de la laminitis se reduciría en un 80%.
Para empezar, puede asegurarse que el caballo o pony se encuentra físicamente sano antes de llevarlo a pastar, no se puede mantener su dieta sólo a base de hierba pero tampoco se debe sobrealimentar. Deben notarse las costillas al pasar la mano, no debe tener acúmulos de grasa, especialmente en el cuello, en el nacimiento de las crines.
Se puede restringir la ingestión de hierba, a aquellos caballos de alto riesgo, mediante la subdivisión de los prados en pequeños apartados. Aún así es necesario cuidar el prado, recogiendo diariamente el estiércol para que el caballo no ingiera huevos de parásitos que podrían hacerle enfermar e incluso matarle. Sería interesante incluso usar un bozal especial que permitiera al caballo saciar su instinto de pastar pero sin dejar que ingiriese grandes cantidades de hierba. Recuerde que la hierba no sólo es rica en primavera, también en otoño nacen muchos brotes tras un período de sequía.
Los animales con sobrepeso tienen mayor riesgo. Pese a su caballo regularmente con una cinta específica y aliméntele de acuerdo con el trabajo que realiza. Busque alimentos con el sello de aprobación de la Fundación Laminitis Trust que son aquellos que han pasado unos estrictos controles del comité científico de la fundación.
Muchos casos de laminitis están asociados a anemia. Hay suplementos que aportan micronutrientes esenciales que permiten al hígado y a la médula ósea fabricar glóbulos rojos. En otros casos, existe un hipotiroidismo, es decir, su glándula tiroidea no produce suficiente «tiroxina», la hormona que permite el funcionamiento correcto del metabolismo de los hidratos de carbono. A estos animales normalmente se les denomina «gooddoers», que asimilan y engordan con facilidad; tienden a estar más aletargados, a tener un pelo de peor calidad y a tener acúmulos de grasa en lugares poco comunes que les dan un aspecto cuadrado cuando se les observa lateralmente.
¿Qué hacer en caso de laminitis?
La laminitis debe ser tratada con la misma urgencia que un cólico. Aleje al caballo del posible causante del ataque y llame inmediatamente al veterinario.
Al caballo le duele muchísimo. Necesita llevarle a una cuadra donde habrá previsto una cama con gran cantidad de viruta. Si para ello, el animal tiene que hacer una larga caminata, utilice un vehículo antes que aumentarle el sufrimiento de desplazarse. No pierda el tiempo en baños y tratamientos de frío, gredas calientes u otros consejos de bien-intencionados «expertos».
Su veterinario le prescribirá analgésico, normalmente «buta» y acepromacina (ACP), un vasodilatador periférico que mejorará la aportación de sangre a las laminas. El ACP también actúa como tranquilizante y permitirá al caballo tumbarse y evitar el peso sobre sus manos.
Necesita reposo absoluto. No le ejercite. Los medicamentos son la única manera efectiva de mejorar la perfusión de las láminas. El ejercicio sólo causará mayor dolor y aumentará la posibilidad de perforación de la palma No debería trabajar hasta pasados 30 días, tras trotar sin la administración de analgésicos.
No le quite las herraduras. Si es palmitieso o de palma convexa será más probable que cojee porque apoya más las palmas, sólo deberían retirarse las herraduras si es de palma cóncava.
No le quita totalmente la comida porque puede causarle una hiperlipemia de consecuencias, a menudo, fatales. Dale de comer usando forraje y alimentos altos en fibra y bajos en almidón.
En el caso de que su caballo tenga tendencia a la infosura hay que seguir las siguientes recomendaciones:
Limitar la cantidad de pienso y forraje.
Mantener muy corta la hierba del prado para que no pueda comer demasiado.
Dar una dieta alta en fibra y baja en carbohidratos.
Dar de comer según el trabajo que se ha hecho, no según el trabajo que se va a hacer.
No deje que su caballo engorde demasiado. En el caso de que su caballo esté gordo, hay que reducir su ración de pienso. Sin embargo nunca debe dar menos de 1.5% de su peso total, entre forraje y pienso, porque esto puede causar otros tipos de problemas.
Si sospecha que está en fase aguda de infosamiento:
-Llamar al veterinario
-Asegurar que tenga mucha viruta (mínimo 30cm espesor) en la cama, para aliviar la presión de sus cascos. No se debe usar una cama de paja con caballos con infosura porque es posible que se la coman.
-No esforzarlo demasiado. El ejercicio fuerte puede perjudicar la recuperación.
-No debe pasar hambre, se le puede dar heno o un producto para reemplazar al heno o bien, pienso especializado
-No darle cereales
Artículo publicado en Revista Ecuestre Octubre 2000
Escrito por: CobyBolger – Horse1-Spillers
Robert Eustace FRCVS, Director de la Clínica de Laminitis y fundador de Laminitis Trust.