Fiebre Equina de Potomac

Fiebre Equina de Potomac

La Fiebre equina de Potomac o Ehrlichiosismonocítica equina es una enfermedad infecciosa producida por Neorickettsiaristicii (anteriormente Ehrlichiaristicii), bacteria intracelular obligada perteneciente a la familia de Rickettsiaceae.

Se describe por primera vez en el verano de 1979 en los condados rurales de Maryland y Virginia, cerca del río Potomac (Washington, EEUU).

Agente infeccioso: Neorickettsiaristicii
Distribución geográfica: La primera descripción del mal fue realizada en 1980, en áreas próximas al Río Potomac, en el noroeste de Washington, D.C., Estados Unidos, posteriormente se detectó en otros estados como Minessota, California y Pennsylvania. Actualmente se han descrito casos en más de 40 estados de EEUU y en Canadá.
Ciclo biológico: Neorickettsiaristicii es una bacteria intracelular obligada endosimbionte de parásitos trematodos principalmente de los géneros Acanthatrium y Lecithodendrium. El ciclo de vida de estos parásitos es complejo, con varios hospedadores que puede incluir caracoles acuáticos, artrópodos acuáticos (moscas, efímeras, libélulas,..) y vertebrados. En general, el ciclo de vida comienza cuando un caracol acuático ingiere un huevo del parásito. Después de un tiempo de replicación y de pasar por varias fases, todos los tejidos del caracol se encuentran llenos de miles de cercarias. Estas cercarias salen del caracol y se diseminan por el ambiente, donde pueden penetrar en un artrópodo acuático y enquistarse en forma de metacercarias. Cuando los murciélagos y aves insectívoras ingieren los artrópodos infectados por metacercarias, los trematodos adultos se desarrollan en su intestino.
La transmisión a équidos de Neorickettsiaristicii ocurre cuando ingieren accidentalmente, con la comida o bebiendo agua, insectos infestados con metacercarias que a su vez están infectadas con la bacteria. También es posible que los caballos puedan infectarse al ingerir directamente metacercarias que se encuentran en el agua que beben. Neorickettsiaristicii se compone de diversas cepas en distintas regiones, según indican estudios realizados a nivel molecular. Este agente tiene tropismo por monocitos, macrófagos tisulares y por células epiteliales del intestino.
Clínica: Los signos clínicos son variados, pero usualmente incluyen fiebre (a menudo bifásica), depresión, anorexia y colitis con diarrea aguda. En casos graves, los caballos presentan laminitis y las hembras pueden abortar. Sin tratamiento, la mortalidad se sitúa entre el 5 y el 30 %.
Diagnóstico: Serología, técnicas específicas de biología molecular en laboratorios de referencia.
Tratamiento: Tetraciclinas y medidas de soporte.
Prevención y control: En cuanto a las medidas de control, es de vital importancia evitar que los caballos beban de fuentes de agua naturales como lagunas y arroyos. Igualmente, los cubos y depósitos de agua deben mantenerse limpios y libres de insectos vivos y muertos. La iluminación nocturna atrae moscas y otros insectos vectores, por lo que las luces no se deben dejar encendidas, especialmente durante los meses de julio y agosto por la noche. Todo el heno y grano expuesto a la luz debe ser cubierto, y deben ser inspeccionados antes de dárselo a comer a los caballos.
En 1988 sale al mercado la primera vacuna para esta enfermedad. Aunque su eficacia en cuanto a la prevención de la enfermedad no es muy buena, sí que hace que los animales vacunados desarrollen una forma más atenuada de la misma.

Fuente: http://fundacionio.org/viajar/enfermedades/potomac%20fever.html