El perro llega a un nuevo entorno y lo hará asustado. Los primeros instantes son clave para que comience una vida tranquila y feliz contigo. ¡Repasamos las pautas!
Le enseñaremos todos los rincones de la casa
«Bueno, aquí estamos, esta es tu casa», como si el pobre animal nos fuera a entender. Mareado por el trayecto en coche, estresado, desorientado, con muchas caras nuevas a su alrededor y ¡volando de brazo en brazo! Como para entender lo que le están diciendo…
Nuestro nuevo amigo acaba de llegar a su casa, tenemos mucho tiempo por delante, ¡años! Tranquilos, sin prisa. No intentemos solucionar todo en veinte minutos.
Si unos amigos humanos llegan a casa, les saludamos cordialmente, les enseñamos la casa y posteriormente les ofrecemos algo para tomar. Después podremos disfrutar de una agradable velada. Con nuestro nuevo amigo de cuatro patas debemos hacer lo mismo: saludo cordial (evitando chillidos eufóricos y achuchones excesivos), libertad para que conozca la casa y, posteriormente, cuando se tranquilice, podremos ofrecerle agua y un poco de su alimento.
Algunos animales no tendrán ninguna gana de inspeccionar el hogar, estarán cansados, mareados, asustados… Así que tranquilos y démosles tiempo. Si en unas horas siguen igual y existen otros síntomas como fiebre, vómitos o diarrea, acudiremos al veterinario.
Los primeros cuatro pasos
Lo más habitual es que el animal, tras su llegada y después de un corto período de tiempo, olfatee, mordisquee y deje sus restos por toda la casa. Tiene que conocer su nuevo hogar. Os parecerá raro pero es ideal que le acompañemos en su visita por la casa y que lo hagamos a cuatro patas porque si adoptamos esa posición y le seguimos en su paseo de inspección, podremos observar las cosas desde un punto de vista bastante aproximado al suyo y podremos evitar sustos y accidentes como que alcance a mordisquear el cable de la tele, que destroce una planta que tenemos en el salón, etc. Será un paseo incómodo para nuestras rodillas pero muy positivo para nuestra futura tranquilidad.
Deja claras desde el principio su zona de comida, descanso y baño
Tras los paseos de reconocimiento, y cuando observemos que el cachorro está más tranquilo, podremos ofrecerle agua y algo de su comida. No pondremos el comedero y el bebedero en cualquier sitio: desde el primer momento tenemos que dejar claras sus zonas y por ello la primera vez que le ofrezcamos agua y comida será en sus recipientes y en su sitio definitivo. Un emplazamiento de fácil acceso para el animal (debe tener agua a libre disposición todo el día) y cómodo de limpiar. Nos faltan dos lugares importantes para que la vida de nuestro amigo se desarrolle de la forma más cómoda posible: la zona de descanso y el WC.
Los siguientes minutos
Mientras que el animal tenga que hacer sus necesidades en casa (período de vacunación) deberemos tener claro un emplazamiento para tan desagradable menester. Un lugar independiente, con papel de periódico en el suelo, apartado de las otras áreas y de libre acceso para el animal. Deberemos enseñarle para qué sirve ese lugar. Algunos animales nos sorprenden y utilizan el papel sin explicación alguna, pero lo cierto es que estos animales reconocen ese WC porque es lo que utilizaban en la tienda, protectora o criadero y lo han asociado con facilidad.
Si no conocen el papel de periódico y hacen sus necesidades sobre nuestra mejor alfombra, debemos coger con un papel una pequeña muestra de las emisiones y depositarlas sobre el papel de periódico asignado como WC. Es un procedimiento poco agradable, sobre todo para primerizos, pero no existe otro método más adecuado de indicarle al animal que debe hacer sus necesidades sobre el papel que esta clarificadora demostración.
Otra opción es llevar al animal inmediatamente después de comer y de beber al entorno próximo a los papeles. En pocos minutos (5-15) el animalito hará pis o caca. Si le tenemos cerca de los papeles, podemos ponerle encima cuando comience la acción. Una vez finalizada le felicitaremos por su limpia demostración.
Si el animalito es pillado «in fraganti» pasando por alto su zona higiénica, debe ser reprendido (con un enérgico «no») y llevado al papel.
Pasada la primera hora
El lugar de descanso también debe ser establecido en estas primeras horas. En el mercado existen cojines y camitas de todas las formas y colores para satisfacer el más exigente y exclusivo gusto. Esta zona también debe estar separada del resto y debe posicionarse en una zona tranquila, pero próxima a nuestras zonas de descanso. Prefieren tenernos controlados.
Si establecemos estas sencillas pautas desde el primer día, si las cumplimos con paciencia y con cariño, estaremos sentando las bases de una gran amistad y una cómoda relación. Todos los componentes de la familia deben actuar de igual forma. No es más bueno el más permisivo, el animal no respeta ni quiere más al más blando. Suelen respetar y elegir como guía al más recto y no por ello menos cariñoso.
Después de la presentación
Tenemos que darles tiempo. Las cacas y los pises pronto «saldrán de casa», aprenderá a no mordisquear las patas de las sillas… pero para ello necesita nuestra ayuda. Tenemos que enseñarles, repetirles las cosas, premiar sus aciertos y reprender sin violencia sus fallos.
Si tenemos dudas, consultemos con el profesional y no con amigos entendidos de todo y especialistas en nada… Huyamos de esos consejos de parque, son muy peligrosos.
Fuente: https://www.muymascotas.es/comportamiento/educacion/articulo/como-le-presento-mi-casa-al-cachorro-que-acaba-de-llegar-841524219222