El presidente y su sucesor planean reunirse esta semana; el frenteamplista acompañará al mandatario en la cumbre del Mercosur; reglas claras para los inversores y apertura al exterior
MONTEVIDEO.- No habían terminado los festejos por la victoria del dirigente opositor Yamandú Orsi, el futuro presidente de Uruguay, que ya quedaron en encontrarse esta semana con el mandatario Luis Lacalle Pou, y comenzar una transición rumbo al cambio de mando el 1° de marzo.
Estos tres meses de verano difícilmente verán a ninguno de los dos dirigentes en la playa, por cercanas y tentadoras que sean, y ya se están organizando para trabajar de manera coordinada hacia la fecha en que la Torre Ejecutiva pasará a estar ocupada por el líder de izquierda.
Se trata de comenzar la gestión en movimiento, sin tener que arrancar a ciegas. Lacalle Pou expresó la misma mañana electoral su intención de que quien fuera presidente electo lo acompañara durante la cumbre del Mercosur, el 5 y 6 de diciembre, de la que Uruguay es anfitrión. Solo 11 días después de los comicios.
“Mañana o pasado vamos a tener que tener la primera reunión”, dijo Orsi en rueda de prensa. Y agregó que el domingo recibió la llamada de Lacalle “por las felicitaciones y el saludo natural” pero también hablaron de “ya coordinar” un encuentro de transición.
“Y bueno, tiene que ser el comienzo de lo que es un proceso de transición. Fijar las reglas de cómo vamos a avanzar”, dijo horas después cuando volvieron a preguntarle sobre el tema, esta vez a la salida de una visita al expresidente José Mujica en su chacra en las afueras de Montevideo.
“Me puse al día en todos los temas, de salud y también de perspectivas, un balance de lo que fue toda la campaña, y uno tiene que ser agradecido porque lo que hicieron estos veteranos ha sido muy importante”, dijo en referencia a Mujica y a su mujer, Lucía Topolansky.
“El Pepe habla de su experiencia y ahí desliza qué es lo que piensa, pero en ese sentido tiene la sabiduría de no plantearte las cosas como consejos, sino de plantearte cuál fue su experiencia, cómo él armó, cómo es la presidencia, alguna cosa que ya habíamos hablado”, comentó.
Consultado sobre los desafíos a nivel de diplomacia, señaló que “los desafíos primero son internos, la situación de infancia, adolescencia, problemas de seguridad. Son los desafíos que estuvieron presentes en toda la campaña, en todos los elencos; y con respecto a la región, yo soy profundamente integracionista, en un mundo que se cierra más aún tenés que tener un buen vínculo con la región, porque hoy en un mes te puede cambiar todo, el mundo está sentado sobre un polvorín”.
Futuro gabinete
Mientras gesta la transición, Orsi deberá organizar su futuro gabinete, designar ministros y secretarios. “Hay equipos en todas las áreas que trabajaron para el programa o que nos acompañaron a nosotros, o las dos cosas a la vez. Y ahora hay que sentarse en clave de equilibrios políticos, de perfil y fortaleza técnica”, señaló.
También dijo que pretende “tener ministros fuertes”, con “perfil político”, y “por supuesto tiene que entender del tema”. Por ahora su elenco tiene un solo miembro confirmado: Gabriel Oddone, un respetado economista que viene del sector privado y a quien ha llamado a conducir el Ministerio de Economía y Finanzas. Cuando lo presentó, hace tres meses, en plena campaña, el sector más radicalizado del Frente Amplio (minoritario) protestó por considerarlo demasiado al centro, pero esas quejas cayeron en saco roto.
Según sus propias definiciones, Orsi, que lidera la mayoría moderada del Frente Amplio, sostendrá junto con Oddone los lineamientos de la gestión actual en materia de orden macroeconómico, reglas claras para los inversores y apertura al exterior. De hecho la misma fórmula que el Frente Amplio sostuvo en sus 15 años de gobierno.
Durante el debate presidencial de la semana pasada, Orsi dijo que el Frente Amplio tiene un compromiso con la estabilidad, que pasa por el “equilibrio macroeconómico y las certezas que todo gobierno debe dar”. Y agregó que hay que hacer énfasis en la “distribución del ingreso”.
Su ministro designado había explicado días antes, en una muy comentada entrevista de televisión, su visión del desarrollo del país, para saber qué se podía esperar de su eventual conducción de la economía nacional.
“No hay ningún país en el mundo, próspero, que tenga altos niveles de desigualdad. El éxito de las sociedades en el mundo son sociedades que generan recursos suficientes y que a su vez cohesionan a la sociedad con bajos niveles de desigualdad. Esa es la clave y eso Uruguay lo tiene en su matriz, y eso requiere políticas activas de empleo y políticas de distribución del ingreso activas”, señaló.
“Es el menú de políticas que el Frente Amplio va a poner sobre la mesa, porque creemos firmemente que hay una combinación, un equilibrio entre el estímulo al crecimiento, el estímulo a la innovación, el estímulo a que los empresarios asuman riesgos y tengan retornos atractivos por esos riesgos, pero al mismo tiempo que eso se distribuya de manera equitativa, no esperar a que derrame”, agregó en su conversación con Nicolás Núñez.
Según explicó a LA NACION el economista Aldo Lema, “el mayor desafío será subir el crecimiento económico en un contexto externo que se proyecta muy complejo. Inicialmente podrá haber cierto viento a favor por la reactivación y el encarecimiento en dólares de Argentina. Pero desde el entorno extrarregional el viento sería en contra por bajo crecimiento mundial, condiciones financieras aún restrictivas, fortaleza global del dólar y las consecuencias del gobierno de Trump”.
El economista Ignacio Munyo dijo por su parte que ya no había margen para aumentar el gasto. “Para mí las prioridades absolutas son la competitividad y la reorientación del gasto sin aumento, focalizar en las prioridades que están establecidas en el compromiso que asumió el candidato que ganó. Por ejemplo, en pobreza infantil que es muy alta en Uruguay, en más inversiones de seguridad, que es todo un tema, más inversiones en salud, en educación, investigación y desarrollo”, señaló.
Sobre el futuro ministro, dijo que “ha trabajado mucho como consultor con el sector privado, entiende las restricciones, entiende los problemas de competitividad, eso es bueno porque es alguien que entiende dónde está parado el Uruguay y qué necesita para poder crecer. Va a tener que remangarse y llevar a la práctica lo que ha escrito y dicho en centenares de conferencias”.
Por Ramiro Pellet Lastra
Fuente Lanacion