Los recientes anuncios de reestructuración han desatado una ola de incertidumbre en el organismo. Desde el sindicato advierten sobre las consecuencias para la recaudación y la estabilidad fiscal del país
La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) se encuentra en un momento de incertidumbre luego de los anuncios recientes sobre recortes en la estructura del organismo. En apenas unos días, se han registrado alrededor de 500 pedidos de jubilación por parte de personal jerárquico, según informan desde los sindicatos del sector.
“Estamos extremadamente preocupados por la cantidad de pedidos de jubilaciones de personal que todavía no estaba intimado, en los últimos días. Eso es producto de la incertidumbre y el miedo que ha generado el anuncio de disolución del organismo. Se está yendo la gente más capacitada y más importante para el fisco argentino. Esta semana podemos contar casi 500 empleados que han pedido su retiro de la AFIP. Es imposible tener equilibrio fiscal sin ingresos tributarios legítimos”, destacó Julio Estévez, secretario general de la Unión del Personal Superior de la AFIP.
Como mencionó Estévez, la ola de pedidos de jubilación afecta especialmente a empleados con una trayectoria significativa dentro del organismo, muchos de los cuales ocupan posiciones claves en la administración de impuestos y la fiscalización. “Son los mejores trabajadores los que se están yendo. El apuro por jubilarse se da porque se está diciendo que van a bajar los sueldos. Como el monto de jubilación se calcula en función de los últimos salarios, los empleados tratan de acelerar el trámite para no perder dinero”, subrayó el referente sindical, en diálogo con Infobae.
Según estimó el referente de AFIP, en el transcurso del próximo mes podrían pedir la jubilación otras 1.000 personas, lo que daría un total de 1.500 bajas por retiro.
Estévez también abordó la polémica sobre los supuestos salarios de los empleados del organismo. “Yo gano $4,6 millones brutos. Con 35% de Ganancias, aportes, contribuciones, sindicato, me quedan $2,6 millones de bolsillo. Estoy muy lejos de los $32 millones que dice Adorni. Eso ganan los 22 funcionarios políticos del organismo”, detalló.
Estévez compartió su certificado de ingresos para demostrar que su ingreso bruto es de $4,4 millones
Además, enfatizó que los funcionarios de planta, con décadas de experiencia, no perciben esos salarios elevados: “Somos los que más sabemos de impuestos del país. Es agotador escuchar eso en cadena nacional. Están diciendo que gano diez veces más”, lamentó.
Impacto en la recaudación fiscal
Desde el interior de la AFIP, la preocupación también se centra en la capacidad del organismo para mantener una recaudación eficaz en el contexto actual. “Nos faltan 10.000 empleados y acá no hay ningún ñoqui. El Estado va a perder mucha plata, porque va a dejar de recaudar”, añadió, haciendo hincapié en las carencias estructurales que enfrenta el organismo.
“Milei no va a poder anunciar nunca más que está en equilibrio fiscal. Es imposible, después de esto, que funcione bien el fisco. Excepto que vengan y pidan perdón y den vueltas atrás, vaticino que el equilibrio fiscal se terminó”, insistió Julio Estévez.
Cargos hereditarios
El recorte salarial y de personal en la AFIP, en medio de su reestructuración para transformarse en la nueva Agencia de Recaudación y Control de Argentina (ARCA), ha puesto en foco una práctica conocida como “cargos hereditarios” en el sector público. En la AFIP, el convenio colectivo establece que, en caso de fallecimiento de un empleado, un familiar directo tiene el derecho a solicitar un puesto en la misma dependencia. Esta medida otorga un plazo de dos años para ejercer la opción, requiriendo que los demás hijos del empleado fallecido renuncien a ese beneficio si uno de ellos decide reclamarlo.
“En el caso de producirse el fallecimiento de un agente, la AFIP dispondrá en forma inmediata a la postulación, la designación de un hijo o del cónyuge supérstite, según la opción que ejerzan”, señala el convenio colectivo del personal de la AFIP.
La regla, que ha generado polémica, no es exclusiva de la AFIP. Según explicó el diputado Alejandro Bongiovanni, de Santa Fe, esta disposición es habitual en varios organismos del sector público. Para él, se trata de un privilegio que atenta contra la meritocracia, generando lo que describe como “una casta en sentido literal, un grupo social al que se pertenece por nacimiento”.
Bongiovanni considera que permitir que familiares de empleados hereden sus cargos es una práctica anacrónica y poco equitativa. Por esta razón, presentó un proyecto de ley que busca eliminar la prioridad para familiares directos en la designación de cargos públicos. La propuesta también contempla la derogación de cualquier normativa que otorgue ventajas en la contratación basada en vínculos familiares.
Fuente Infobae