- Alberto Sileoni, director de Cultura y Educación bonaerense defendió la postura sobre los textos que contienen «sexo explícito» en las publicaciones.
- La polémica por libros ‘Identidades Bonaerenses’ que se repartieron en escuelas de la Provincia, continúa.
El lenguaje utilizado en los libros «Identidades Bonaerenses», publicaciones que fueron repartidas en escuelas de la Provincia a través del gobierno de Axel Kicillof, continúa levantando polémica. Ahora el que tuvo un duro cruce al aire en Radio Mitre fue el periodista Eduardo Feinmann quien trató de «degenerado» al ministro de Cultura y Educación bonaerense, Alberto Sileoni quien defendió los textos en cuestión.
«En ciertos sectores ha causado estupor, los aberrantes contenidos sexuales que Kicillof le está entregando a los chicos en las escuelas bonaerenses. Los textos son escenas de sexo explícito, que están circulando en las aulas. Hay fragmentos realmente aberrantes que los degenerados de la provincia de Buenos Aires le están enseñando a los alumnos», arrancó Feinmann en la presentación de la entrevista con Sileoni.
«O sea que yo vendría a ser uno de esos degenerados», interrumpió el funcionario provincial. A lo que Feinmann retrucó, «Sí, prefiero decirle de frente lo que pienso. Para mí, usted es uno de los degenerados del gobierno de la provincia de Buenos Aires«. Ese fue el arranque de la nota.
«Aspiro a que podamos dialogar», intentó minimizar Sileoni, ante semejante embestida inicial del periodista y conductor de Radio Mitre, y justificó la postura de las publicaciones repartidas en varios establecimientos educativos de la Provincia.
«Me parece que de arranque hay un problema de encuadre. Si usted lo presenta como cosas aberrantes y demás, es lógico que la gente ya tome el tema con indignación», explicó el funcionario.
Y aclaró: «Estos no son libros de educación sexual. Es una colección de literatura que tiene a grandes autores: viejos y nuevos. Son libros que se entregaron para bibliotecas y consideramos que sirven. No se obliga a los estudiantes a leerlos. No son para niños. Así que me parece que hay que arrancar desde otro lugar. Estos textos pueden ser leídos por los niveles superiores», retrucó Sileoni.Eduardo Feinmann trató de «degenerado» al ministro de Cultura y Educación de la Provincia, Alberto Sileoni.
Cuando Feinmann le planteó que hay padres de alumnos de chicos de 12, 13 y 14 años que accedieron a los libros y que están indignados, el funcionario justificó: «Están indignados porque escuchan los medios. Los libros llevan una guía, hay textos para la secundaria básica, que va de 12 a 15 años. Y otra para la orientada que son los que usted hace referencia», le contestó Sileoni.
Y justificó: «Esto no es pornografía. Esto es literatura. Y no es justo que una publicación de 133 páginas como es ‘Cometierra’ se haga hincapié en media página para denostar la publicación. Esto, aunque muchos no lo crean, puede convertirse en una escena pedagógica en el aula«.
Allí, el conductor radial estalló: «Pedagógica… así que si yo leo…» y comienza a relatar el textual publicado en el libro que desarrolla un claro lenguaje de sexo explícito. En medio de la lectura, Sileoni intenta frenarlo. «Cállese la boca, que estoy leyendo yo», le dijo con tono autoritario, Feinmann. Siguió leyendo, y le preguntó «¿en serio esto es literatura para usted». A lo que Sileoni le contestó: «Sí, es literatura. Es arte. Permite tener una mirada desde otro lugar«.
La polémica quedó instalada luego de que varios padres de alumnos se quejaran por las redes por los contenidos de sexo explícito que había en publicaciones repartidas en colegios secundarios de la Provincia.
El caso en que más se hizo hincapié se sexo explícito es justamente en el libro «Cometierra». La descripción de una escena, en la página 111, es la que alertó a varios padres quienes tomaron captura de pantalla para cuestionarla en redes.
Los textos cuestionados pertenecen a la colección llamada “Identidades bonaerenses”. Fueron seleccionados por el Ministerio de Educación de la Provincia en el marco de la conmemoración de los 40 años de democracia ininterrumpida; y están siendo distribuidos en bibliotecas institucionales de gestión estatal de escuelas de nivel secundario.
Algunos de los textos, orientados al primer ciclo (primero, segundo y tercero) y otros recomendados para el segundo ciclo (cuarto, quinto y sexto) del secundario de la Provincia de Buenos Aires. Estos últimos los que generaron la gran polémica.
Sobre el final de la entrevista, Sileoni le dijo a Feinmann: «Lamento que usted no pueda ver esta situación con claridad. Lo lamento. Pero no voy a aceptar que nos llame degenerados, ni que utilice la palabra aberrante, porque son materiales muy probados. Una gran cantidad de estas escritoras son multipremiadas; y repito estos libros no son para alumnos. Son para docentes y bibliotecarios».
Y cerró: “Esto no es pornografía, porque no es la incitación al placer exclusivamente. La pornografía es la que pueden ver los pibes y las pibas a un clic. Esto lo sabemos todos y no concita el menor escándalo social. Bueno, un libro de media carilla sobre 133 provoca el escándalo que provoca. Esa es la sociedad argentina”.
Fuente Clarin