- El mayor ajuste se registró en Capital Federal.
- El incremento promedio fue del 3% en todo el país.
- Desde el inicio de la gestión, acumula una suba del 160%.
En medio de una nueva ronda de ajustes en los servicios, septiembre comenzó con un aumento de los combustibles que tuvo su mayor impacto en la Ciudad de Buenos Aires. Mientras a nivel nacional las subas fueron del 3% en promedio, los surtidores porteños registraron este domingo un salto del 6,75%. De esa manera, todas las variedades de nafta y gasoil superaron los $ 1.000 por litro.
En CABA, la nafta súper de YPF -el segmento de combustible más vendido- pasó de $ 992 a $ 1.059 por litro y aumentó un 6,75%. «En Capital, como viene pasando en los últimos aumentos, el precio va por encima, pero el promedio país da 3%», explicaron fuentes de la petrolera, el principal jugador con el 60% del mercado.
La nafta súper aumentó un 158% desde el inicio de la gestión de Javier Milei en diciembre y acumula un incremento del 340% en los últimos 12 meses. Las subas se aceleraron desde agosto del año pasado, con saltos en octubre, noviembre y principios de diciembre, y un ajuste del 35% tras la devaluación del 13 de diciembre, luego de lo cual siguieron en ascenso a un menor ritmo.
En tanto, la nafta premium pasó este domingo de $ 1.226 a $ 1.309 por litro (6,75%), el gasoil aumentó de $1.032 a $1.084 por litro (5%) y el gasoil premium es de $1.334 (1,6%).
Las refinadoras (YPF, Axion, Raízen -Shell- y Trafigura -Puma-) alegan que el precio sigue atrasado respecto del valor de exportación y que buscan acortar la brecha de los precios entre la Ciudad de Buenos Aires y el Interior.
Este domingo el litro de súper aumentó a $ 1.120 (3,8%) en la Provincia, a $ 1.160 (3,76 %) en Rosario y a $ 1.146 (3,8%) en Córdoba, según fuentes del sector expendedor. En todos los casos, por detrás de CABA.
Nueva ronda de ajustes
El incremento -con guiño del gobierno- apunta a compensar la devaluación del peso contra el dólar (2% mensual) y la suba de los impuestos a los combustibles (ICL) del 1%, un ajuste inferior a la actualización que quedó pendiente y que estaba prevista para este mes.
El monto por litro debía subir $ 194 (117%) en septiembre para recuperar la inflación acumulada entre septiembre de 2023 y marzo de este año. Pero al final, subió $ 12 pesos por litro (7%). De esa manera, el Ministerio de Economía postergó por cuarto vez el ajuste completo del ICL para moderar el impacto sobre el índice de precios.
«Técnicamente, se actualiza cada tres meses por la inflación promedio de los tres trimestres anteriores, en el último tiempo se actualizó todos los meses para recuperar el terreno perdido de las prórrogas de la gestión anterior y de esta gestión, lo hacen así para no volcar todo el peso al precio del combustible», explicaron en una petrolera.
Según Econviews, por diferir la suba del impuesto, el Gobierno recaudará un 0,3% del PBI por el impuesto en 2024, la mitad de lo que había proyectado. «Con superávit fiscal, se la juega a un dato de inflación más bajo en septiembre», señaló la consultora de Miguel Kiguel.
La apuesta oficial es que la inflación perfore en septiembre el 4%, el piso en el que se estancó en mayo, junio y julio. Para agosto, el ministro de Economía, Luis Caputo, estimó una cifra cercana a la de julio.
Este mes también impactará el aumento del agua (4,5%), luz y gas (4%), prepagas (entre 4,5 y 5,8%) y el colectivo en el AMBA (entre el 60 y 70%) por la eliminación de subsidios al transporte en Ciudad y Provincia de Buenos Aires y la suspensión de la red SUBE para muchas líneas.
El Gobierno retomó la reducción de subsidios para disminuir el gasto y mantener así en orden las cuentas fiscales ante la pérdida de recaudación que registrará desde este lunes a partir de la baja del impuesto PAIS en bienes y fletes, tal como anticipó Clarín la semana pasada.
Fuente Clarin