Es en el marco de la celebración por el aniversario de la firma del tratado de paz. Estaba en la agenda de Gerardo Werthein, pero por diferencias en la reciente cumbre del G20 se habrían alterado los planes. El posicionamiento opuesto de Javier Milei y el Papa por el conflicto en Medio Oriente
La relación entre el gobierno y el Vaticano está a punto de volver a deteriorarse. Esta vez, como corolario, según pudo reconstruir este medio, del reciente cruce que Javier Milei y su par de Chile, Gabriel Boric, mantuvieron durante la semana en la cumbre del G20 en Río de Janeiro, en la que manifestaron sus divergencias sobre el posicionamiento ideológico de ambos países en el tablero global.
Según fuentes diplomáticas, después del cruce con Boric, que lo enardeció -las delegaciones ya se habían cruzado por el cambio climático en la cumbre de Bakú-, Milei habría instruido a su canciller, Gerardo Werthein, a dejar en stand-by su participación del próximo lunes en Roma, en la audiencia organizada por la Santa Sede por los 40 años de la firma del tratado de paz con Chile tras el conflicto por el Canal de Beagle, resuelto gracias a la mediación papal de Juan Pablo II en 1984.
Hasta estos días, en Roma tenían confirmada la presencia de Werthein junto a la de su colega Alberto van Klaveren, para el evento encabezado por el Papa Francisco quien, además, había guardado un lugar en su agenda para entrevistarse a solas, y por separado, por ambos cancilleres, en la mañana italiana del lunes 25, antes de la celebración vaticana. Pero el miércoles por la tarde, según confiaron las fuentes, Pablo Beltramino, embajador argentino ante la Santa Sede, recibió información desde Buenos Aires que puso en duda el viaje del canciller que hace dos semanas asumió en reemplazo de la echada Diana Mondino.
“La audiencia de los ministros de Exteriores con el papa en el Vaticano será el acto central de las conmemoraciones por los 40 años de la firma del tratado de paz entre ambos países”, resaltó Van Klaveren el lunes en una conferencia de prensa en Brasil, según consignó la agencia EFE. Abundó en que así lo había confirmado con su par nacional.
Lula junto a Gabriel Boric en el G20
Ayer, sin embargo, el viaje de Werthein estaba plagado de rumores, pero en fuentes diplomáticas se había generado una creciente incertidumbre por la eventual reacción del Vaticano, y en particular de Francisco, frente a la posible cancelación, si es que finalmente se confirma, del flamante ministro. Implicaría no solo un desplante al Papa, si no también al poderoso Pietro Parolin, el secretario de Estado vaticano que organizó una ceremonia en simultáneo para el lunes por la tarde.
Infobae intentó obtener, sin éxito, alguna respuesta por parte del canciller, del secretario de Civilización y Culto, Nahuel Sotelo, y del embajador Beltramino. En tanto, fuentes de la Cancillería aseguraron que en la tarde este jueves, representantes de la embajada chilena en la Argentina exploraron algunas gestiones formales en la Cancillería para tratar de remontar de manera conjunta el acto de conmemoración en Roma.
Las versiones alrededor del evento del próximo lunes se dan -¿pura casualidad?- justo en medio de un profundo desacuerdo en torno a un tema muy sensible: el conflicto en Medio Oriente entre Israel y el estado palestino.
Ayer, en una comunicación oficial, Milei volvió a reforzar su posicionamiento en el tablero internacional cuando rechazó “tajantemente la reciente decisión de la Corte Penal Internacional (CPI), influenciada por la política, de emitir órdenes de arresto contra el Primer Ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, y el ex ministro de Defensa, Yoav Gallant”.El Presidente junto al canciller Gerardo Werthein
“Las autoridades del Estado de Israel, quienes están ejerciendo el legítimo derecho a defenderse de los ataques genocidas por parte de organizaciones terroristas como Hamas y Hezbolá, lejos están de ser criminales”, comunicó el Ejecutivo. Y agregó: “Criminalizar la defensa legítima de una nación mientras se omiten estas atrocidades es un acto que distorsiona el espíritu de la justicia internacional”.
Anoche, en el encuentro de la Cámara de Comercio Argentino-Israelí, donde recibió una distinción, el jefe de Estado anunció, por caso, que firmará un memorandum con Israel para combatir “el terrorismo y las dictaduras”. “Mientras los kirchneristas hacían un memorandum con Irán, nosotros hacemos uno con Israel”, opinó el mandatario.
En su flamante libro, titulado “La Esperanza no defrauda nunca”, que salió el martes a la venta en diez idiomas y que ya tuvo una repercusión de magnitud a nivel mundial, el Papa Francisco también volvió a blanquear su posición frente al conflicto en Medio Oriente. Pero lo hizo con muchísima más contundencia que en estos años. Escribió: “Lo que está sucediendo en Gaza, que según algunos expertos parecería tener las características de un genocidio, debería ser investigado con atención”.
Una postura completamente contraria a la del gobierno argentino. En ese contexto, el acto del próximo lunes en Roma, más allá de su convocatoria puntual, cobra otra relevancia.
El vínculo entre Francisco y La Libertad Avanza empezó de la peor manera después de que el presidente lo criticara en durísimos términos durante la campaña: dijo que era el “representante del maligno en la tierra” y que era “comunista”, y hasta uno de los principales asesores se animó a plantear la posibilidad de romper relaciones diplomáticas con el Vaticano.
Después, una vez electo, el jefe de Estado y el Papa tuvieron su primera comunicación telefónica, antes de asumir formalmente la Presidencia, gestionada a través del oftalmólogo del pontífice, que en estos meses también trabajó para la concreción del viaje que realizó la ministra Sandra Pettovello a la capital italiana.Milei saludando al papa Francisco en el G7 de Italia (REUTERS)
En febrero, Milei voló al Vaticano. Se reunió por primera vez con el Papa durante más de una hora, un encuentro a solas que sirvió para limar asperezas y dejar de lado las diferencias de campaña, en momentos, además, de debilidad política del gobierno. Francisco entendió que tenía que darle un respaldo importante al mandatario, para apuntalarlo en los primeros meses de gestión. Después, en junio, se saludaron brevemente durante la cumbre del G7 en Italia.
Desde ese momento, se empezó a especular con la posibilidad de un viaje al país que el propio Francisco alimentó con sus declaraciones. Pero en los últimos meses, esa chance comenzó a disiparse.
Fuente Infobae