Las “últimas batallas” del gran capitán de la generación dorada

Las “últimas batallas” del gran capitán de la generación dorada

IAMI, (enviado especial).- Las generaciones de argentinos que recuerden los últimos tres años podrán repetir por el resto de sus vidas que vivieron las hazañas de la generación dorada de la selección argentina. Esas que contienen las atajadas del Dibu, la mejor despedida que podía tener Di María y las últimas funciones del capitán leyenda.

Lionel Messi llegó a su séptima final de Copa América, otra marca que rompió aquí en los Estados Unidos, con la misión de ganarla. Obviamente. Pero también para probarse a sí mismo cuánta carga tienen esos “últimos cartuchos” que dice que le quedan.

En la extensa concentración de más de un mes Leo cumplió los 37. Este fue el primer torneo que se le hizo cuesta arriba desde lo físico. Terminó mal la segunda fecha contra Chile y se perdió el tercer partido. No lució en plenitud frente a Ecuador y se recuperó frente a Canadá en semifinales. En la noche de Miami terminó afuera desconsolado por una fea lesión en su tobillo derecho.

El tobillo de Lionel Messi
El tobillo de Lionel MessiAníbal Greco / Enviado Especial – LA NACION

En la final del bochorno sonaron todas las alarmas cuando el 10 fue a disputar en el primer tiempo una pelota exigida contra el fondo de la defensa colombiana. Primero se dobló el tobillo derecho antes de chocar contra un defensor. Se mostró dolorido como pocas veces. Desde ahí ya no fue el mismo hasta el cierre del primer capítulo.

Messi, en el banco de suplentes, tras salir lesionado en el segundo tiempo
Messi, en el banco de suplentes, tras salir lesionado en el segundo tiempoAníbal Greco / Enviado Especial – LA NACION

En la segunda parte casi no entró en juego. Falló un pase fácil en la mitad de cancha, se exigió para recuperarla y su tobillo dijo basta. El que nunca quiere salir tuvo que hacerlo. Obligado. Su llanto corrió como un balde de agua fría para los que vieron su rostro en la pantalla gigante del estadio. Su desahogo fue por el dolor, pero sobre todo por la impotencia de no terminar en el césped.

Messi quebró en llanto por su lesión (Foto: captura)
Messi quebró en llanto por su lesión (Foto: captura)

Esa imagen del gran capitán tapándose el rostro y llorando en el banco de suplentes quedará como una anécdota inusual en su impresionante carrera. El significado que tiene el capitán en este grupo quedó demostrado en el gol de Lautaro Martínez en la prórroga. El Toro salió corriendo a festejar, lo abrazaron Nico González y Lo Celso. El resto, titulares y suplentes, se metieron en medio del campo para hacer un círculo y arropar a su líder.

El impactante video que muestra cómo camina Messi tras su lesión

El capitán había perdido finales. Por penales y sobre la hora. Varias injustas. Pero siempre lo hizo en la cancha. En la épica definición contra Francia pudo exorcizar sus demonios. Esa noche en la fresca noche de Lusail algo se había cocinado en la previa. Hubo que sufrir, y cómo. Pero el capítulo de oro de la leyenda ya estaba escrito.

El libreto del partido que arrancó el domingo y terminó el lunes tenía otro final. Sin Messi en cancha pero sí con sus compañeros de copas que estaban ahí para dedicare el triunfo a quien les hizo ganar todo.

Para la estadística quedaron algunas marcas. Llegó en 190 partidos disputados a los 109 goles con la selección, el doble de su inmediato perseguidor, Gabriel Batistuta. Demostró que nació para jugar finales. Con Argentina completó anoche su decimosegunda definición: dos Mundiales (Brasil y Qatar) y siete Copa América, que se suman a una Finalissima, Juegos Olímpicos y Mundial Sub 20. La leyenda que ganó todo con Barcelona tiene ahora en el epílogo de su carrera los mayores éxitos con la selección.

Con la copa asegurada llegó el festejo sobre una de las cabeceras del Hard Rock Stadium. Leo era el único que se quedó aparte. Su tobillo, hinchado como el de Maradona en Italia 90, no lo dejaba ni saltar. A la hora de la premiación se acordó de la “anterior camada”. La que se quedó a las puertas de la gloria durante tres años seguidos. En Brasil, Chile y los Estados Unidos. Ahí se abrazó con Otamendi y Di María su amigo que cerró hoy un ciclo brillante después de vivir tragos amargos junto al 10.

A la 1.35 de la madrugada se fue rengueando. Lo acompañaban su mujer, Antonela, sus tres hijos, Thiago, Ciro y Mateo, y su madre, Celia. Se metió en el túnel rumbo al vestuario feliz.

Ángel Di María
Ángel Di MaríaAníbal Greco / Enviado Especial – LA NACION

La película de Messi tendrá algunos capítulos más por escribir. Sólo él sabe el final.

Por Federico Águila

Fuente: lanacion.com.ar