La pobreza alcanzó al 52% de la población en el primer semestre de 2024, de acuerdo a las estimaciones del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA). Se trata de un promedio entre el primer trimestre (54,9%) y el segundo (49,4%) y es el nivel más alto de pobreza desde 2004. Bajo el mismo cálculo, la indigencia alcanzó al 17,9% de la población.
Según explicó el Observatorio, se estima que la pobreza y la indigencia durante el segundo trimestre disminuyeron con respecto al primero “debido a la caída de la inflación junto al aumento en los salarios de empleados formales del sector privado, aunque no fue replicado entre trabajadores del sector público e informales”. Los cálculos se basan en base a los microdatos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH).
Según Agustín Salvia, director del Observatorio, la situación es «grave», pero todavía no alcanza los niveles críticos del período 2001-2002, debido a que el desempleo actual no es tan elevado como en aquella crisis, cerca del 20%. El Indec dará a conocer el jueves 26 de septiembre el Índice de Pobreza oficial, calculado al primer semestre del año.
El aumento de la pobreza y su impacto en la alimentación
A fin de 2023, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), el Índice de Pobreza alcanzaba al 41,7% de los habitantes, entre los cuales 11,9% eran indigentes, es decir sus ingresos no alcanzaban para comprar la cantidad mínima de comida para la subsistencia.
Durante el primer semestre del año la inflación alcanzó al 79,8%, informó el Indec. Estos incrementos en los niveles de pobreza e indigencia se atribuyen en gran parte al impacto de la inflación de los últimos meses y a la suba principalmente en el rubro alimentos que afectó a los estratos más bajos de la sociedad.
Según el sondeo de la UCA, 24,9 millones de residentes en áreas urbanas del país habrían estado en situación de pobreza, por debajo de la Canasta Básica Total que en junio alcanzaba a $ 873.168, para una pareja con dos niños de seis y ocho años, con un incremento del 76,1% en el primer semestre, según el Indec.
El mismo estudio de la UCA asegura que unos 7,8 millones de personas están en un estado de pobreza extrema o indigencia, por debajo de la canasta básica alimentaria, que en el sexto mes de este año ascendía a $ 393.319 para el mismo grupo social, con un incremento del 63,4% en el primer semestre.
«La inseguridad alimentaria total para áreas urbanas relevadas por la encuesta del ODSA-UCA alcanza al 24,7% de las personas, al 20,8% de los hogares y al 32,2% de los niños, niñas y adolescentes«, destacó el informe. Por otra parte, «se encuentran en una situación aún más grave, con inseguridad alimentaria severa el 10,9% de las personas, el 8,8% de los hogares y el 13,9% de los niños, niñas y adolescentes».
El Observatorio indica que «los elevados valores de privaciones alimentarias que sufre la población tratan de ser compensados con acciones realizadas desde los diferentes niveles del Estado». «Considerando a los niños, niñas y adolescentes, el 42,6% de ellos reside en hogares que reciben la AUH+Tarjeta Alimentaria, el 50% asiste a comedores escolares, el 36,7% recibe caja o bolsones de alimentos de comedores y el 11,1% recibe caja o bolsones de alimentos de comedor no escolar; sumando muchos hogares más de un beneficio» señaló la UCA.
Fuente Perfil