La tragedia en Bahía Blanca reaviva en La Plata el miedo y el reclamo por un plan de reducción de riesgos hoy paralizado

La tragedia en Bahía Blanca reaviva en La Plata el miedo y el reclamo por un plan de reducción de riesgos hoy paralizado

En abril de 2013, una tormenta dejó al menos 89 muertos y pérdidas multimillonarias: la intendencia tiene un estudio exhaustivo de las cuencas existentes y protocolos de actuación, pero nunca fue usado

LA PLATA.– Las autoridades de la intendencia de la capital bonaerense, arrasada en abril de 2013 por una tormenta que dejó al menos 89 muertos y pérdidas materiales multimillonarias, cuentan con un estudio exhaustivo elaborado durante más de dos años por expertos de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) que parte de un análisis de las cuencas existentes en el distrito y proporciona un manual con protocolos de actuación para ayudar a la población a afrontar eventos hidrometeorológicos extremos. Sin embargo, hasta el momento nunca fue utilizado.

Así, enredado entre cuestiones políticas y acusaciones cruzadas, el Plan de Reducción del Riesgo por Inundaciones en la Región de La Plata (Plan RRI La Plata–Qué hacer) –desarrollado a partir de 2018 sobre la base del trabajo de unos 70 investigadores de diversas disciplinas pertenecientes a 12 unidades académicas de la UNLP y coordinado por el ingeniero hidráulico Pablo Romanazzi– sigue virgen en un cajón, aunque tanto los funcionarios anteriores como los actuales reconozcan su valor.

La primera entrega del plan se realizó a fines de 2019, pero quedó pendiente una segunda etapa que consistía en perfeccionar la información barrio por barrio mediante un proceso de interacción a cargo de las autoridades municipales para compartir con los vecinos la información de los materiales que básicamente tienen como objetivo preservar las vidas humanas y organizar los desplazamientos que fueran indispensables hacia puntos de encuentro seguros y sitios de evacuación. En síntesis, una planificación territorial responsable que capacite y guíe a las personas para saber qué hacer cuando la lluvia arrecia.

El drama de las inundaciones en Bahía Blanca
El drama de las inundaciones en Bahía BlancaMauro Rizzi

Desde la comuna platense, el jefe de Gabinete, Carlos Bonicatto, bajo cuya responsabilidad se encuentra actualmente el área de Riesgo, justificó en diálogo con LA NACION la no aplicación de los protocolos al explicar que se está trabajando para perfeccionar y actualizar la propuesta, y hacer un importante lanzamiento de una batería de medidas complementarias en los próximos 60 días; incluiría, según lo que pudo adelantar, la articulación con otros distritos vecinos y áreas provinciales, además de un convenio con la Facultad de Trabajo Social para efectuar, finalmente, el trabajo de campo con el cual abordar la concientización y organización con los vecinos.

En el área de Riesgo también tiene incumbencia Sergio Resa, secretario de Planeamiento, Obras y Servicios Públicos municipal, quien aseguró que la gestión anterior no dejó ningún papel: “Tuvimos que llamar al ingeniero Romanazzi para que lo trajera”. Además, dijo que personalmente se ocupó de saldar la deuda con la UNLP. En relación con la aplicación del Plan RRI, argumentó una cuestión de prioridades. En ese sentido sostuvo que, si bien mediante un convenio con la Facultad de Trabajo Social se emprenderá la tarea con los vecinos, es fundamental para la actual intendencia avanzar en la transformación del actual Consejo Único de Ordenamiento Territorial (CUOT), que pasará a llamarse Consejo de Ordenamiento Urbano Territorial (COUT). “Hicimos esto para hacer la discusión más operativa y permitir avanzar frente a un dato que obtuvimos del Plan RRI: el 60% de las zonas más peligrosas aún no están ocupadas. Por eso nos centramos en acelerar lo más posible este cambio que permitirá detener el avance indiscriminado y riesgoso del asentamiento urbano”.

Cambios de nombres y relocalizaciones

La primera decisión adoptada al producirse, en diciembre de 2023, el recambio entre la entrante gestión de Julio Alak (Unión por la Patria) y la saliente de Julio Garro (Cambiemos-Pro), marcó el nuevo momento: a pocos días de la asunción, fue desmantelado el Centro Operativo de Emergencias (COEM) ubicado en 32 y 116, enfocado específicamente en la problemática hídrica. Ahora, la idea es concentrar todas las emergencias en un solo lugar ya sea por inundaciones, inseguridad, reclamos vecinales u otros.

El área permaneció durante casi un año acéfala y sin poder contar con un lugar estable donde funcionar. Ya que hubo que esperar la finalización las obras en 20 y 50, donde quedó establecida la rebautizada “Unidad de Riesgo y Emergencia”. Recién a fines de noviembre de 2024 la vacante en la jefatura del área de Riesgo platense fue cubierta y asumió en el cargo Santiago Sanguinetti, que en 2021 había sido designado director provincial de Fiscalización y Control de La Plata en la cartera de Seguridad provincial.

Así quedó La Plata tras la devastadora inundación de 2013
Así quedó La Plata tras la devastadora inundación de 2013Santiago Hafford

Si bien desde la asamblea Inundados de La Plata afirmaron que solo vieron al funcionario una vez y no tienen noticias sobre sus acciones, Sanguinetti aseguró que se encuentra plenamente en acción y abocado a capacitar personal para la tarea y que hoy cuenta con una dotación de 40 personas para todo lo que implique riesgo, pero que esa cantidad se multiplica en caso de una emergencia tanto con empleados municipales como en articulación con otras jurisdicciones y ONG de rescatistas. Al mismo tiempo, informó que la ciudad posee actualmente una dotación útil de una moto de agua, dos botes semirrígidos, seis inflables y 15 kayaks.

Entre tanto, las acciones previstas en el Plan RRI, contratado por la intendencia a la UNLP, siguen hasta el momento sin tener la más mínima visibilidad ni ser aplicadas sin una explicación demasiado valedera, sobre todo si no existe aún listo un plan alternativo o mejor, teniendo en cuenta el calvario atravesado por los platenses.

Pese a que los protocolos se encuentran subidos en formato interactivo al sitio municipal https://riesgo.laplata.gob.ar/mapa.php, desde la comuna no se hizo ninguna acción para promover su uso y, de hecho, de acuerdo con lo que sostiene Romanazzi, la mayoría de los platenses desconoce su existencia. En ese portal, en cada ventana de unidad barrial se especifican datos concretos que responden a la simulación de una inundación provocada por una tormenta de seis horas de duración total similar a la precipitación ocurrida el 2 de abril de 2013. Asimismo se acompaña una caracterización del nivel de peligrosidad y de riesgo que indica cuáles serán las zonas más afectadas que habría que evitar, y cuáles las vías de acceso y egreso más seguros; finalmente, cuáles son los sectores más preparados para reunirse en caso de una evacuación masiva de personas. La última actualización de la página opera en agosto de 2023.

Alertas

Hemos retrocedido lo poco que habíamos avanzado porque, si no se hace el trabajo con la comunidad, no es aplicable ningún plan”, se lamenta Romanazzi, quien varios años antes de la inundación de La Plata alertó sobre la gravedad de la situación hídrica de la ciudad sin ser escuchado y el jueves pasado, guiado por la lectura de alertas, advirtió en su cuenta de X sobre la posibilidad de que hubiera problemas en varios puntos de la provincia y subrayó la importancia de las acciones preventivas. “En los principales centros urbanos hace falta un Índice de Severidad de Tormentas (ICT) para saber en el mismo momento que está ocurriendo, si nos puede complicar”, escribió en un hilo que contenía un mapa interactivo que iba mostrando el desarrollo de la tormenta en territorio bonaerense.

Los protocolos barriales, defiende el experto, aportan la información sustancial en cada uno de los más de 500 barrios del partido de La Plata, identifica sus características formales o informales, su densidad ocupacional y las características desde el punto de vista hidráulico e hidrológico. Con un modelo atmosférico en laboratorio se simula una tormenta extrema: el antes, durante y después de un evento de precipitación y su inundación asociada. La base de información permite determinar la pertenencia a las cuencas hídricas de la región, el centro comunal asociado, las vías de acceso principales y servicios conexos.

Varios de los autores del trabajo coincidieron en señalar que, para que la iniciativa funcione, requiere de un proceso constante de validación en el terreno para ir perfeccionando la herramienta a partir de los cambios urbanos y las tormentas producidas. Por eso, plantean una serie de recomendaciones de acción para los ciudadanos, una tarea que debe quedar en manos de las autoridades municipales, que tendrán que coordinar con los apoyos, si los hubiera, de otras jurisdicciones, según se remarca en el trabajo.

“No vemos ninguna intención de avanzar con estos temas”, lamentó Alejandro Albano, referente de Inundados de La Plata, quien además expresó su preocupación por el nuevo Código de Planeamiento Urbano que las autoridades tienen en análisis, sin participación de la gente. “Acá hay muchos intereses y es importante el control ciudadano. Sin eso, todo el proceso pierde transparencia y lo peor es que trae consecuencias de las que, cuando ocurren, nadie se hace cargo porque ya cambiaron todos los funcionarios”, protestó el dirigente barrial.

En su discurso de la semana pasada, al abrir las sesiones ordinarias del Concejo Deliberante, el intendente Alak anunció la concreción de importantes obras hidráulicas pero no dijo nada sobre el Plan de Reducción del Riesgo por Inundaciones. Precisó que se va a mejorar el puente de avenida 520 sobre el arroyo El Gato y la obra del arroyo Regimiento. Además, se trabajará en la construcción de derivadores en la cuenca del Maldonado y El Gato, que ayudarán a mitigar inundaciones en barrios como Tolosa y Villa Elvira. De este modo, se terminaría la fase 1 de las obras en el arroyo El Gato; son trabajos contemplados en el anuncio hecho el 9 abril de 2014 –es decir, hace ya diez años– por la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner y quien era su ministro de Economía, Axel Kicillof, con una inversión prevista de unos 1900 millones de dólares.

Algunas versiones que circulan en los alrededores del Palacio Municipal de la ciudad de las diagonales indican que la decisión de Alak sería seguir trabajando con la UNLP, pero ya no con Romanazzi, un profesional que si bien no tiene militancia activa suele ser identificado con el radicalismo. En cambio, apelaría a los servicios de otros especialistas de la misma unidad académica somo Sergio Liscia, director de la carrera Ingeniería Hidráulica y coordinador de la Unidad de Investigación, Desarrollo, Extensión y Transferencia Tecnológica (Uidet) de la UNLP, autor del famoso informe hecho a pedido de la Presidencia de la Nación posinundación, con cercanía al decano Marcos Actis, declaradamente peronista. Además, versiones no desmentidas indican que también se piensa en sumar a profesionales de la Universidad Tecnológica local, con quienes se estarían negociando algunos acuerdos para su intervención.

Otra duda que dejó el cambio de gestión es sobre el funcionamiento del sistema de monitoreo vigente a la finalización de la gestión de Garro. Hasta entonces, se realizaban estudios en varios puntos de precipitaciones y consecuentemente de la altura de arroyos en los barrios más críticos de la ciudad, que brindaba la empresa de origen norteamericano American Megatrends Inc. (AMI). Esos datos eran compartidos prácticamente online por un chat con periodistas que hoy informa sobre alertas con cierta intermitencia y, en la mayoría de los casos, aporta los datos de lluvia caída solo si son requeridos. La fluidez de información brindada por esa vía se ha visto notablemente afectada.

Me sorprende que todavía se agiten los argumentos que he escuchado en esta horas sobre que lo de Bahía Blanca es un fenómeno inevitable o un caso fortuito. Eso es absolutamente falso, se puede prevenir. No sabremos de antemano cuánto va a llover exactamente, pero sí sabemos el impacto que cada precipitación tiene sobre el territorio. Existen los datos, solo hay que saber leerlos y tener un guion para la actuación. Esto además está demostrado porque hubo algún funcionario que ordenó la suspensión de las clases, mientras que los otros no reaccionaron; eso es por no saber qué acciones tomar, por no contar con ningún tipo de plan”, enfatizó el especialista. Y agregó: “De todas maneras, es tan importante contar con los planes de contingencia como trabajar permanentemente para consustanciar a la población. En la última inundación de Valencia, donde tenían información, logística y equipos, la gente no acató el alerta. Ni siquiera el propio alcalde lo hizo”.

Por Pablo Morosi

Fuente Lanacion